Bambú Press
Prensa alternativa políticamente incorrecta
Los misiles de Omar Khayam
(Primera de tres partes)
Edgar Schmid
Jugando póker contra los inventores del ajedrez
Si en Estados Unidos prima la razón y el pragmatismo, me arriesgaría a pensar que NO habrá guerra contra Irán. Hoy están amainando los anuncios de guerra y ataque inminente de Estados Unidos. Desde hace un año se levantaban en una forma u otra, desde la declaración del presidente Bush "Todas las opciones están sobre la mesa" los funcionarios de la Casa Blanca con conexiones a los grandes medios del sistema no vacilaban en susurrarles que inclusive el ataque atómico estaba "sobre la mesa".
A partir de allí, un inmenso arco de recursos de guerra psicológica se ponía en funcionamiento, al mismo tiempo que se anunciaba la llegada de refuerzos de portaviones con sus grupos de escolta. Como jugadores de póker, los neoconservadores levantaban más y más la apuesta poniendo el máximo de fuerzas navales, bien visibles, ya alineadas para el ataque y sólo falta la orden de "¡fuego!" desde la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, en el fondo de esta guerra psicológica, no se privan de hacer aparecer al adversario como el "fundamentalista con turbante", el estereotipo del musulmán que sólo lee el Corán, y está dispuesto a cualquier tipo de guerra irracional. No es nuevo. Se remonta a la década de 1830 cuando los franceses comenzaron la conquista de Argelia y lanzaron su consigna "Civilización o barbarie". Pensada para una burguesía que quería calmar su buena conciencia, Marx no tardó en recogerla en su Manifiesto comunista de 1848 calificando de "bárbaros fanáticamente hostiles" a los pueblos de ultramar que se oponían a la expansión de la burguesía. Pero en el inconciente colectivo de Occidente, quizás Hollywood haya sido quién más difundió estos estereotipos.
Pero del otro lado, bajo el turbante, no estaban los fanáticos (y malvados de la película) sino los inventores del ajedrez jugando tranquilamente, contestando la apuesta con nuevos anuncios en la construcción de su poder nuclear independiente, haciendo un partido donde un jaque mate puede significar una recesión mundial quizás peor que la del "viernes negro" de 1929.
Algo que también falta en esta guerra psicológica, es la capacidad militar "del otro". El tema psicológico es que la globalización en su forma estadounidense es inevitable y los pueblos deben rendirse ante ella, bajar todas sus defensas. Y si no estaban conformes con la "mano invisible" del mercado made in USA entonces debían sufrir el "puño blindado" (Madeleine Albright). Todas las noticias sobre poderosos portaviones operando en Oriente, son una forma de "agitar el puño", de asustar a los rebeldes ante el mercado.
Los ajedrecistas con turbante siguen imperturbables ante los jugadores de póker. ¿Qué naipes tienen? Si el jugador de póker se va al mazo evitando la guerra, o es derrotado militarmente al iniciarla, entonces habrá comenzado el fin de una historia que comenzó hace 500 años en esas mismas aguas.
Todo empezó en el Mar Arábigo
Ver los portaviones de la US Navy hacer maniobras en el Golfo empezó hace 500 años, cuando las carabelas portuguesas entraron en el Mar Arábigo llevando un pequeño artefacto que les permitió desalojar a sus rivales, los navegantes árabes, del comercio regional: el cañón naval. Poco después los holandeses completarían la base del actual poder naval-capitalista: sus grandes galeones artillados anclaban frente a los palacios-fortalezas costeros de Sumatra y Java e intimaban a los sultanes a comerciar en los términos de los holandeses.
Que hoy día estas tareas las hagan la US Navy y sus aliados, con submarinos misilísticos y portaviones, no cambia los principios básicos del poder naval: controlar las rutas y estacionar frente a las costas la capacidad de proyectar poder hacia el interior. El galeón holandés devino en el portaviones nuclear.
Lo que le queda al agredido es tener capacidad defensiva que afecte el costo/beneficio del agresor. En 1840, los argentinos podían establecer baterías de anticuados cañones luego derrotados por la moderna artillería naval anglo-francesa. Lo desierto de la costa argentina y la pequeñez del mercado interno era su propia defensa. Los muy magros resultados económicos no compensaban el costo/beneficio de la agresión. Al contrario y simultáneamente, la agresión a China en la guerra del opio era sobre una costa muy poblada, muy indefensa y sin artillería de costa, y los ingleses se limitaban a atacar y destruir innumerables ciudades antes que la milicia china llegara en su socorro. Al contrario de los argentinos, los chinos debieron rendirse.
Hoy es Irán quien se apresta a enfrentar al "imperio" naval como a mediados del siglo XIX lo hicieron chinos y argentinos. ¿Podrán superar el desafío? No se puede hacer un análisis sin ver el entorno general de la situación, cosa que muy raramente hacen los medios occidentales, que a su público le presentan situaciones "desconectadas".
En la masa de (des) información de los medios occidentales, el lector común sin tiempo para investigar de por sí, sólo percibe un desafío irracional por parte de fundamentalistas con turbante. Pero los persas NO son un "pueblo sin historia" fanático e irracional. Tienen más de 2.500 años de historia, sólo los derrotaron conquistadores como Alejandro o Gengis Kan es difícil creer que George Bush y sus neo-conservadores estén a la altura de ambos y en cuanto a su racionalidad, baste con recordar que inventaron durante muchos siglos el persa era el idioma de la ciencia y la diplomacia en todas las cortes de Asia Central y el norte de la India. ¿Cómo es el entorno en que se desarrolla el conflicto?
Una "tormenta perfecta"
Los meteorólogos llaman "tormenta perfecta" al choque de tormentas y/o huracanes, logrando un fenómeno tan raro como poderoso, algo de lo que el buen marino debe huir. En este caso, en el Golfo parecen darse cita la política de control del planeta mediante el petróleo que impulsa Richard Cheney y otros, la gran potencia económica de China (mayor que la de su deudor Estados Unidos), la estrategia energética de Putin apoyada por una muy avanzada industria militar y el rol del gobierno iraní que cada día gana más prestigio y autoridad, no entre los gobiernos sino en esa fuerza callada pero potencialmente muy explosiva que los expertos ingleses llaman "la calle árabe", esas masas silenciadas del Islam que cuando explotan pueden derribar monarquías.
Fueron muchos quienes tomaron nota del discurso de Cheney en agosto del 2002: "La guerra en Afganistán es sólo el principio de una larga campaña. Donde nos detengamos ahora, cualquier sentido de seguridad que podríamos tener sería falso y temporal. Hay un submundo terrorista allí afuera que se expande entre más de 60 países". Era continuación de un discurso dado en el mercado de petróleo de Londres en 1999, poco antes de ser vicepresidente, sobre la necesidad de controlar los países del Golfo: "Es ahí donde el precio del petróleo yace".
Esa "corriente" desde Nueva York y Londres hacia el petróleo, despertó tres "contra-corrientes" que se dirigieron al mismo sitio: chinos y rusos se preocuparon. Los primeros, porque se dieron cuenta de que el control del petróleo Golfo los condicionaría al dominio de Estados Unidos. Los segundos, porque ya tampoco el Golfo dejaría satisfechos a los estrategas de Nueva York-Londres. Una siguiente etapa sería el control de Asia Central y luego el premio final de Brzezinski: la partición de Rusia. Entre los presagios ominosos estaban las "revoluciones de color" (naranja en Ucrania, rosa en Georgia, tulipán en Kirgizstán), la ampliación de la OTAN hacia el Este, etc.
Rusos y chinos respondieron fortificando la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), creando su propia y dependiente alianza de Organización de Seguridad, de hecho la anti-OTAN y la hegemonía militar de Eurasia. Y luego incorporando a Irán e India a la OSC.
Y esto respalda a Irán que se pone en primera línea del mundo islámico enfrentando a Estados Unidos y al mismo tiempo "perforando" el tabique divisorio sunni-shiíta, cosa que ni Nasser pudo lograr en su momento, y ganando el respeto de las masas islámicas por igual. Ya en julio-agosto del 2006 los shiítas de Hezbollah por primera vez derrotaron a Israel desde 1948. Esa fue una derrota política para los gobiernos "moderados" que siempre insistieron ante la "calle árabe" que Israel era "invencible".
Ahora Irán está de pie frente a Estados Unidos, para demostrar que también Estados Unidos es "vencible" por los islámicos. Estados Unidos ha puesto sus fichas sobre la mesa los portaviones en el Golfo. Si se retira sin combatir, pierde. Si abre fuego y no doblega la "voluntad adversa" también pierde.
Un Golfo "demasiado lejos"
En Inteligencia se puede calcular la capacidad enemiga. Lo que es incalculable es la estupidez del enemigo. Cuando el mariscal Montgomery apoyado por Churchill decidió capturar la ciudad holandesa de Arnheim para cruzar el Rin, su jefe de paracaidistas general Browning estuvo de acuerdo. Pero su oficial de inteligencia estuvo en desacuerdo al detectar tropas panzer en la ciudad. El general Browning no quiso/no se atrevió a enfrentar a Churchill-Montgomery, hizo internar al oficial de Inteligencia en tratamiento psiquiátrico y siguió adelante hacia un desastre.
En este momento se sabe que hay generales y almirantes retirados que se oponen al ataque a Irán. Pero quien ha evaluado como se desarrollará una guerra contra Irán y se opone por las consecuencias es el coronel de la Fuerza Aérea Sam Gardiner. Y lo hace con la autoridad de ser Jefe del Departamento de Juegos de Guerra del War College de West Virginia. Para él, Estados Unidos no puede ganar. Lo que no se sabe es si los almirantes en el frente procederán como el general Browning, yendo al frente para no quedar mal con la jefatura política, o desobedecerán.
Lo primero que llama la atención respecto al armamento de Irán, es como se ha asegurado una logística extranjera en lo táctico y nacional en lo estratégico.
En caso de ataque aero-naval, ya en diciembre de 2006 Rusia acabó de instalar 29 sistemas de misiles de defensa anti-aérea Tor-M1 en Irán cubriendo las principales instalaciones nucleares. Las probabilidades de "matar" (killing probabilities) son:
- 0.92-0.95 contra aviones
- 0.80-0.96 contra helicópteros
- 0.60-0.90 contra misiles crucero (con alcance efectivo de 5 km/3 millas)
- 0.70-0.90 contra municiones de precisión (guiadas por láser o teledirigidas)
- 0.90 contra aviones no tripulados
Y para ver la "densidad" respecto a otros sistemas ya instalados, veamos los que están operando en:
- China: 30
- Irán: 29
- Rusia: 120
- Venezuela: 12
En un primer avance sobre Irán, la US Navy se encontrará con una triple defensa de minas, torpedos y misiles anti-buque, también provistos por Rusia. Olvidemos las viejas minas esféricas con un erizo de detonadores, flotantes y ancladas al fondo. Las minas de última generación teleactivadas descansan en el fondo del mar y surgen como torpedo para golpear al blanco. Los mayores arsenales de este tipo de minas bottom rissing (surgen del fondo) son:
1. Rusia
2. China
3. Estados Unidos
4. Irán
Con la ventaja para Irán que este arsenal no necesita colocarlo a lo largo de una línea costera sino en el más angosto de los estrechos navales, el de Ormuz, de sólo 21 millas en un punto determinado, por donde sólo hay dos canales de tránsito de sólo una milla de ancho cada uno y ambos separados por dos millas de distancia. Ya el corte de suministro de petróleo al mundo causaría un desastre.
Irán, atacado y obligado a una guerra, es altamente posible que ya haya concentrado su arsenal de minas y en condiciones de decir determinar que buque pasa y cual no. Activadas las minas del Estrecho, obligará a la US Navy a enviar toda la fuerza dragaminas de que disponga, pero esta deberá operar bajo fuego de misiles y artillería iraní en una costa demasiado cercana. Las pérdidas pueden ser muy altas sin garantizar la apertura del Estrecho.
La segunda línea de defensa podrían ser los nuevos torpedos rusos VA-111 Shkval. También aquí debemos olvidar los torpedos de la anterior generación. Los actuales son "cavitantes", es decir, navegan dentro de su propia burbuja de gases reduciendo la resistencia del agua. Frente a la velocidad de los viejos torpedos de 80 mph , los Shkval han saltado a 230 mph (360 kmh) y son un verdadero "misil".
El peligro verdadero es su velocidad frente a la velocidad del sonido submarino, mucho más lento que sobre la superficie, aunque dependiendo de la temperatura. La velocidad del nuevo torpedo se acerca bastante a la del sonido sub-acuático y le da a los sonares un tiempo casi nulo para tomar contra-medidas.
La tercera línea de defensa serían los misiles anti-buque Yakhonts, Moskit y Granit. También aquí han quedado obsoletos los Exocet de sólo 0.9 mach. El SS-NX-26 Yakhonts alcanza 2.5 mach, la velocidad de una bala de rifle en la boca del cañón. Y no hablemos de alcance porque frente a los 60 kms del Exocet el Yakhont alcanza de 120 a 300 kms dependiendo de la altitud de lanzamiento. Los Moskit y Granit tienen prestaciones similares.
Esto sería la primera defensa táctica, donde la logística es extranjera. Aunque el efecto estratégico sería histórico: desde que los galeones holandeses apuntaron con sus cañones los fuertes de los sultanes de Java y Sumatra, es la primera vez que un país del Tercer Mundo tendría la posibilidad de destruir desde tierra una flota del imperio naval.
[Continuará]
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