martes, 25 de septiembre de 2012

El dólar ya no es la moneda principal para el comercio de petróleo

El dólar ya no es la moneda principal para el comercio de petróleo

25/09/12 Por Ken Schortgen Jr.

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Internacionales

El 11 de septiembre, Lindsey Williams, ex ministro de las compañías petroleras durante la construcción del oleoducto de Alaska, anunció el acontecimiento más significativo para el dólar de EE.UU. desde su creación como moneda. Por primera vez desde la década de 1970, cuando Henry Kissinger forjó un acuerdo comercial con la casa real de Saud para vender petróleo sólo con dólares estadounidenses, China anunció su intención de dejar de lado el dólar en sus negocios de petróleo y comenzó a vender el producto utilizando su propia moneda.

Lindsey Williams: "El día más importante en la historia del dólar estadounidense, desde su fundación, ocurrió el jueves 6 de septiembre pasado; ese día, ocurrió algo que va a afectar nuestras vidas más de lo que imaginamos".

"El Jueves, 06 de septiembre... sólo hace unos días, China hizo el anuncio oficial. China dijo: “nuestro sistema bancario está listo, todos nuestros sistemas de comunicación están listos, todos los sistemas de transferencia están listos y, a partir de ese día, jueves 6 de septiembre cualquier país del mundo que quiera comprar, vender o negociar con petróleo crudo puede hacerlo usando de la moneda china y no el dólar estadounidense”. Entrevista con Natty Bumpo de Just Measures Radio, 11 de septiembre.

Este anuncio hecho por China es uno de los cambios más significativos en los sistemas económicos y monetarios mundiales, pero apenas se informó sobre el anuncio debido a que ocurrió durante la convención demócrata. Las ramificaciones de esta nueva acción son muy amplias, y muy bien podría ser el catalizador que haga caer al dólar como moneda de reserva mundial, y cambiar todo el panorama de cómo funciona el mundo de la compra de energía.

Irónicamente, desde el 6 de septiembre, el dólar de EE.UU. cayó de 81.467 a 79,73 en el índice de precios. Y mientras los analistas se centran en lo que viene ocurriendo en la Eurozona, y mientras se esperan medidas por parte del Banco Reserva Federal respecto a la caída del dólar, no es casualidad que el dólar empezara a perder fuerza el día mismo del anuncio de China.

Dado que China no es un país productor de petróleo, la pregunta que mucha gente se hace es: ¿cómo es que la potencia asiática tiene tanto petróleo como para afectar a la hegemonía del dólar? La respuesta también la dio Lindsey Williams cuando señaló que China y Rusia firmaron un nuevo acuerdo comercial el 7 de septiembre por el que la Federación Rusa acordó vender petróleo a China en las cantidades que esta última deseara.

Lindsey Williams: "Esto nunca ha ocurrido en la historia del petróleo desde que el crudo se convirtió en la fuerza motivadora detrás de toda nuestra (EE.UU.) economía, y que todo en nuestras vidas gira en torno al petróleo. Y nunca, desde que el petróleo se convirtió en el factor de motivación detrás nuestra economía... nunca se había vendido, comprado o intercambiado petróleo en ningún país del mundo, sin utilizar el dólar estadounidense".

"El petróleo crudo es la moneda estándar del mundo. No es el yen ni la libra ni el dólar. No hay, en todo el mundo, otro producto más comerciado que el petróleo".

"El viernes 7 de septiembre, Rusia anunció que desde ese día iba a abastecer a China con todo el petróleo que necesitara, sin importar cuanto... no hay límite. Y Rusia no usará el dólar estadounidense". Entrevista con Natty Bumpo en la red, 11 de septiembre.

Estos dos actos de los dos adversarios más poderosos de la economía y el imperio estadounidenses representan un movimiento para atacar la fortaleza económica principal que mantiene a Estados Unidos como superpotencia económica. Cuando el resto del mundo empiece a pasar por alto el dólar y compre petróleo en otras divisas, el pueblo estadounidense sentirá todo el peso de nuestra deuda y disminución de la estructura manufacturera.

Este nuevo acuerdo entre Rusia y China también tiene graves consecuencias en lo que respecta a Irán, y el resto de Oriente Medio. Las sanciones estadounidenses contra Irán dejarán de tener un efecto mensurable, ya que Irán podrá simplemente optar por vender su petróleo a China, para recibir yuanes a cambio, y usar esa moneda para comprar los recursos que necesita para sostener su economía y su programa nuclear.

El mundo cambió la semana pasada; y ni Wall Street ni los medios de comunicación dijeron ni una sola palabra mientras los políticos [estadounidenses] se regodeaban en su propia magnificencia en sus convenciones partidarias. El 6 de septiembre fue testigo de un gran golpe al imperio estadounidense y al dólar como moneda de reserva mundial. Y China, junto con Rusia, tienen ahora el objetivo de convertirse en los controladores de la energía, y por lo tanto, los controladores de una nueva petro-moneda.

Sin Permiso
http://www.sinpermiso.info

 

martes, 18 de septiembre de 2012

Breve respuesta a las calumnias contra el Profeta Muhammad (Bendición y Paz sean con él y su Descendencia).

Breve respuesta a las calumnias contra el Profeta Muhammad (Bendición y Paz sean con él y su Descendencia).

de Abdallah Yusuf, el El Martes, 18 de Septiembre de 2012 a la(s) 22:18 ·

En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso

Breve respuesta a las calumnias contra el Profeta Muhammad (Bendición y Paz sean con él y su Descendencia).

1.- ¿Muhammad era un mujeriego? NO. Se casó a los 25 años con Jadiyah, una mujer mayor que él, de 40 años, que había enviudado 2 veces y sólo la tuvo a ella hasta que ella murió, cuando Muhammad (BPD) tenía unos 50 años. Luego, cuando el Islam crecía en prestigio, contrajo varios matrimonios por diversas razones. La mayoría de sus esposas eran viudas o divorciadas, mayores que él. La única joven virgen fue Aisha, hija de Abu Bakr. Si bien era mucho menor, no era una niña al momento de casarse como algunos dicen. Existen investigaciones históricas que sostienen que ella tenía entre 15 y 18 años.

Y si cuestionan la diferencia de edades, ¿qué diferencia de edad había entre Abraham y la egipcia Agar, con quien tuvo su primer hijo Ismael (P)? Abraham (P) tenía, según la Biblia (Génesis 16:16), 86 años cuando Agar dio a luz a su primer hijo Ismael (P). ¿No era, acaso, Agar mucho menor, ya que la había tomado como esposa para tener hijos? Tenía que ser una joven casi adolescente. Luego, su hijo Isaac tenía 40 años (Génesis 25:20) cuando se casó con Rebeca, que era una doncella (Génesis 24:57). ¿Qué diferencia de edad había entre ellos?

La historia de la Humanidad hasta el presente está llena de ejemplos de hombres mayores casados con adolescentes. Por ejemplo, Charles Chaplin se casó a los 54 años con Oona O’Neill que tenía 18 años. Hay muchos ejemplos que todos pueden buscar, algunos muy controvertidos. En el caso del casamiento con Aisha, la comunidad no le cuestionó al Profeta (BPD) la diferencia de edad, como tampoco le cuestionaron que tuviera varias esposas. Sí le cuestionaron su casamiento con Zaynab, que había estado antes casada con Zaid a quien consideraban como “hijo adoptivo” del Profeta (BPD), y esto era algo que las normas preislámicas prohibían. Este casamiento del Profeta (BPD) derogó con claridad esta norma, ya que considerar a alguien como “hijo” no lo hace hijo real.

2.- ¿Muhammad (BPD) era un guerrero sanguinario? NO. Era un hombre de paz. Fue pastor de ganado hasta los 25 años y luego comerciante hasta que Dios lo mandó a predicar el Mensaje del Islam a partir de sus 40 años. Predicó pacíficamente en la Meca durante 10 años soportando toda clase de agresiones sin responder, hasta que finalmente fue forzado a emigrar junto con todos los musulmanes a Medina, donde se estableció la primera sociedad islámica. Las agresiones de los enemigos fueron aumentando hasta que Dios autorizó a los musulmanes a responder los ataques y entrar en guerra. Y el Profeta (BPD) se puso al frente en las batallas más grandes que enfrentaron.

La primera batalla fue la de Badr: un ejército de 300 musulmanes enfrentaron a 1.000 enemigos. Los historiadores registran un número de 83 a 86 muertos, la mayoría del bando de Quraish.

Al año siguiente, los enemigos atacaron y ocurrió la batalla de Uhud, la cual fue una derrota para los musulmanes. Se contabilizan entre 70 y 100 muertos, siendo esta vez la mayoría de ellos del bando de los musulmanes.

Dos años después los enemigos de La Meca formaron una alianza con otras tribus y salieron con el mayor ejército jamás reunido en la región: unos 10.000 soldados. La estrategia fue cavar una zanja para impedir el ingreso del enemigo a la ciudad y resistir ahí. Esa fue la tercera gran batalla, la batalla de los Confederados o de la Zanja. Sólo hubo algunos encuentros aislados y murieron entre 9 y 14 personas.

Luego se firmó un acuerdo de paz en Hudaibiiah que les permitió a los musulmanes crecer, estabilizarse y organizarse en varios sentidos. Los enemigos de la Meca violaron el acuerdo de paz y entonces Muhammad (BPD) salió con un gran ejército muy intimidante y logró la conquista de la Meca sin derramamientos de sangre.

En realidad, si analizamos detenidamente los sucesos, no puede siquiera cuestionarse la conducta del Profeta Muhammad (BPD), pues en ningún momento se comportó como un bárbaro sanguinario ni un imperialista guerrero ni un tirano déspota ávido de riquezas y poder. Nada de esto es así. Las batallas libradas fueron puntuales, específicas, necesarias para frenar la agresión de un enemigo que tenía la intención de aniquilar a la comunidad recién formada y exterminar la nueva religión proclamada. El combate fue la forma que tuvieron que adoptar los musulmanes para preservar la religión. No fue una herramienta para expandir el Islam. De hecho, el Islam no se expandió por la espada y el evento más importante y decisivo fue el tratado de paz de Hudaibiiah. Es decir, fue un tratado de paz lo que mejor permitió que el Islam se afianzara y afirmara sus bases.

Veamos ahora los párrafos del Corán que hablan del combate y la guerra. Veamos uno de los más citados por los oponentes al Islam:

Y combatid contra ellos hasta que no haya más tentación (sedición o idolatría), y la religión sea exclusivamente para Dios...” (2:193)

Suele exponerse este párrafo aislado del Corán diciendo que el Libro Sagrado de los musulmanes ordena el combate a muerte contra todos los incrédulos hasta que solamente exista el Islam como religión en todo el mundo.

La primera pregunta que surge ante este planteo es por qué los musulmanes nunca obraron de acuerdo a este supuesto mandato explícito del Corán. Quizás algunos aleguen que hoy los terroristas atacan a mundo no musulmán. Pero no puede juzgarse una religión por la conducta de un pequeño número de personas de identidad muy dudosa, cuyas actividades e intenciones no son claras y cuyos vínculos con la CIA son muy sospechosos.

En realidad, hay que leer las aleyas 2:190 a 195, pues corresponden juntas y tienen una aplicación que luego comentamos:

"Y combatid en el Camino de Dios contra aquellos que os combaten. Y no seáis opresores violando los límites. Pues Dios no estima a los agresores. Matadles dondequiera que los encontréis. Y echadlos de donde ellos os han expulsado (la Meca). Pues la tentación (separación o división) es más grave que el homicidio. Pero no los combatáis en las cercanías de la Mezquita Sagrada (en el Santuario o "Haram") hasta tanto no os ataquen allí. Entonces, si os combaten, ¡matadles! Esta es la retribución de los incrédulos. Pero si se abstienen (de agredir, dejadlos). Porque Dios es el Indulgentísimo, el Misericordiosísimo. Y combatid contra ellos hasta que no haya más tentación (sedición o idolatría), y la religión sea exclusivamente para Dios. Si cesan, entonces que no haya más hostilidades, excepto contra los inicuos. El mes sagrado por el mes sagrado (y si ellos mismos rompen las normas de respeto y os atacan en él, vosotros tenéis derecho a combatirlos). Todas las cosas sagradas (o inviolables) están bajo la ley del Talión. Y (en definitiva) si alguien os agrediera, agredidle de la misma manera (sin exagerar ni aumentar la agresión). Temed a Dios y sabed que Dios está junto a los piadosos. Gastad en la Senda de Dios y no os arrojéis con vuestras propias manos a la aniquilación (abandonando la entrega de caridades). Y practicad el bien. Pues Dios aprecia a quienes realizan el bien”. (2:190 a 195)

El Islam considera al combate como una situación de defensa contra una agresión, una herramienta para establecer la justicia. Para el Corán, no hay imposición en cuanto a religión. La religión no se establece por la espada.

La Sabiduría del Profeta Muhammad (con él sean la Bendición y la Paz)

Ha dicho el Profeta (con él sean la Bendición y la Paz):

1.- “La búsqueda de la Ciencia es una obligación para todo musulmán y musulmana."

2.- "La búsqueda de la Ciencia es una obligación para todo musulmán, pues sepan que Dios ama al buscador del Conocimiento."

3.- “La gente de mucho valor son quienes poseen mucho conocimiento, y la gente de poco valor son quienes tienen poco conocimiento."

4.- “La cima del intelecto, después de la fe, es la amistad con la gente.”

5.- "El mejor regalo es dar un consejo.”

6.- "El más grande entre la gente en jerarquía es quien abandona lo que no le concierten."

7.- "Quien se conoce a sí mismo, a su Señor conoce."

8.- “La mejor riqueza es la riqueza del alma.”

9.- “La preferencia del sabio sobre el devoto es como la preferencia de la luna sobre el resto de las estrellas en la noche de plenilunio.”

10.- "Cuando tengo un día en el cual no obtengo un conocimiento que me acerque más a Dios, Exaltado sea, entonces no he sido bendecido en el momento de la salida del sol en ese día."

11.- “Quien complace a un sultán opresor ante la Ira de Dios, sale de la religión de Dios.”

12.- “La ciencia es más apreciable ante Dios, Poderoso y Majestuoso, que la devoción”

13.- "Una hora de reflexión es mejor que un año de devoción."

14.- "No cree en mí quien duerme satisfecho mientras su vecino está hambriento. Ni cree en mí quien duerme vestido mientras su vecino está desnudo."

15.- "La peor ceguera es la ceguera del corazón."

16.- “El fundamento del ser humano es su intelecto. Quien no posee intelecto, no posee religión.”

17.- “¡Medicaos! Ciertamente Dios, Poderoso y Majestuoso, no envía una enfermedad sin mandar junto a ella la curación.”

18.- "Lo mejor de los asuntos está en su punto medio."

19.- “No hay bien en la palabra si no va acompañada de la práctica.”

20.- “Aquello que resulta escaso pero suficiente es mejor que lo que abunda y está en vano.”

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lunes, 17 de septiembre de 2012

REVOLUCIÓN LIBERTADORA, LA CUARTA INVASIÓN INGLESA

La contrarrevolución de 1955 no fue gestada en 1954.

REVOLUCIÓN LIBERTADORA, LA CUARTA INVASIÓN INGLESA

Escrito por Fermín Chavez


Fermín:-La revolución peronista hirió sensiblemente a la oligárquia y la burguesía del país y perjudicó los intereses británicos.

Gentileza de Julio Rodríguez

REVOLUCIÓN LIBERTADORA, LA CUARTA INVASIÓN INGLESA

Por Fermín Chávez

La contrarrevolución de 1955 no fue gestada en 1954.

No nació con el negocio petrolero iniciado con la Standard Oil, ni en el conflicto con la Iglesia argentina.

La confabulación venía tomando cuerpo desde la segunda mitad de 1950 y principios de 1951, a través de los trabajos que realizaban en el ejército Pedro Eugenio Aramburu, Luis Leguizamón Martínez, Benjamín Menéndez, Eduardo Lonardi y José F. Suárez

Si el movimiento peronista y su gobierno tuvieron fuertes enemigos internos, no es menos cierto que los hubo mayores en el exterior.

El principal, entre éstos, era un imperio en decadencia, pero un imperio alfin.

 

Inglaterra, puesto que de ella hablamos, iba a jugar sus cartas con maestría y sin esos movimientos bruscos que delatan a los carteristas novicios.

En este sentido, la Argentina de 1955 fue la carpeta de juego en que los legos debieron enfrentar, con desventaja, a los fulleros.

La revolución peronista hirió sensiblemente a las minorías oligárquicas y a la burguesía del país, pero también perjudicó ostensiblemente a los intereses británicos, que a la postre se unirían con quienes les ofrecieran la más segura posibilidad de revancha.

Si es verdad que sancionó a los Bemberg, es cierto también que lesionó duramente la esfera de influencia de los británicos.

En un olvidado artículo periodístico, de 1957, Juan Perón señaló que la

llamada “revolución libertadora” trajo la cuarta invasión inglesa.

“Ante la incredulidad de propios y extraños –escribía-, nacionalizamos,

comprando y pagándoles, los transportes, puertos, teléfonos, silos y

elevadores, frigoríficos, servicios de gas y energía, el Banco Central,

creamos la Flota Mercante, que llegó a ser la cuarta del mundo, y dimos

al país transportes aéreos.

Industrializamos la Nación facilitando la instalación de industrias pesadas.

Asimismo, fabricamos gran cantidad de maquinarias y automotores.

Así logramos la independencia económica, arrojando por tercera vez al invasor británico”.

En otro párrafo del texto que estamos rememorando decía Perón: “Nuestra economía justicialista les resultó desastrosa.

Sirva un ejemplo: en textiles y afines importábamos de Inglaterra por un valor de 100 millones de dólares anuales.

En 1954, esa cifra se redujo a medio millón anuales.

Como último bastión, le quedaba nuestro mercado comprador de petróleo.

Inglaterra nos vende combustible por valor de 350 millones de dólares

por año.

Nuestro gobierno había firmado ad referéndum del Congreso de la

Nación, un “contrato de locación de servicios” con la Standard Oil de

California.

Por éste, la compañía norteamericana se comprometía a explorar parte de nuestro subsuelo y extraer el petróleo que hubiera, el que debía ser entregado en su totalidad a YPF para su comercialización”.

Es posible que los ingleses hayan hecho el cálculo de la pérdida que el

cambio de política petrolera significaba para ellos, y que decidieran

intervenir, contando como contaban con fuertes aliados en la marina de

guerra argentina.

Los hechos parecen dar entera razón a estos asertos.

El viaje de Milton Eisenhower a la Argentina, registrado en el invierno

de 1953, indicó el principio del cambio en cuanto a relaciones

internacionales.

En menos de dos años el cuadro varió visiblemente.

El 26 de mayo de 1955 el profesor Silenzi de Stagni dio su famosa clase

contra el proyecto de contrato petrolero, que tanto impresionó a los

jefes de las Fuerzas Armadas.

El 31 de agosto lo comentó el periódico Die Welt, de Hamburgo, sobre la base de una síntesis enviada por su corresponsal.

El grupo Bemberg, símbolo de toda una época de la Argentina librada al

apetito de los consorcios internaciones, se convirtió en el enemigo más

enconado e intrigante de Perón.

Los misteriosos “accionistas franceses” de la Cervecería Quilmes no se quedaron quietos y acrecentaron la propaganda antiargentina en el exterior.

Al grupo Bemberg se agregó en 1951 el grupo Gainza Paz, estrechamente ligado a la UP y a la SIP, cuando el movimiento expropió La Prensa y lastimó a la oligarquía en dos de sus mucosas más sensibles: el bolsillo y el orgullo de clase.

Finalmente en la consolidación “moral” del frente antiperonista interno

jugaron un papel importante las logias masónicas y otras agrupaciones

típicas de la burguesía antinacional.

FCH/

Autor: Fermín Chávez, Revista Primera Plana Nº 507, 13 de septiembre de

1973

 

domingo, 16 de septiembre de 2012

En un nuevo aniversario de la "Libertadora"

Felipe Pigna (Página Oficial) · A 112.787 les gusta esto

Hace 11 minutos ·  16/09/12

·         En un nuevo aniversario de la "Libertadora", aquí va esta nota

Vencedores y Vencidos
Por Felipe Pigna

Hace cincuenta y dos años el general-presidente, Eduardo Lonardi acompañado por el almirante-vicepresidente Isaac Rojas, anunciaba desde un balcón que había tenido dueño hasta hacía apenas una semana, que en el proceso político que se iniciaba, bautizado ampulosamente por sus autores civiles y militares como “Revolución Libertadora”, no iba a haber ni vencedores ni vencidos. Terminaba una época destinada a marcar definitivamente la historia argentina. Plena en méritos y deméritos, avances inéditos en el terreno social y la mayor redistribución del ingreso de la historia argentina en sentido progresivo equiparando por primera y casi única vez en la historia la distribución de la renta entre los que la producían y los que la disfrutaban. También una época sembrada de autoritarismo, de persecución de la oposición a la que se le impidió expresarse en los medios masivos de comunicación y a cuyos dirigentes y militantes se los encarceló y en no pocos casos se los torturó. Los “libertadores”, según decían, venían a terminar con aquellas prácticas antidemocráticas. No parecía un buen antecedente democrático el criminal ataque aéreo a la Plaza de Mayo producido el 16 de junio de 1955 que provocó más de 350 muertos y casi 1.100 heridos.

El plan de Lonardi y el de su sector era rescatar la estructura política peronista y su base social fundando un “peronismo sin Perón”. La actitud conciliatoria del presidente fue rápidamente atacada por los sectores liberales, encabezados por el vicepresidente Isaac Rojas. El general Lonardi fue desplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu, representante del sector liberal del Ejército, el 13 de noviembre de 1955. El almirante Isaac Rojas conservó su cargo de vicepresidente.
La segunda etapa de la Revolución Libertadora, encabezada por el binomio Aramburu-Rojas, se caracterizó en el terreno político por su decidida acción contra el peronismo depuesto. La CGT fue intervenida fue asaltado su edificio donde fue vejado y secuestrado y “desaparecido” el cadáver de Eva Perón. Se lanzó una persistente persecución de militantes o simples simpatizantes peronistas que incluyó el encarcelamiento de más de 4.000 personas, la tortura sistemática y el fusilamiento de 33 civiles y militares en junio de 1956.
El gobierno de la llamada “Revolución Libertadora” decidió en febrero de 1956 el ingreso de la Argentina al Fondo Monetario Internacional y aplicó el “plan Prebisch”, el primer programa de “ajuste” del Fondo aplicado en nuestro país. El plan atacó la regulación económica, desmanteló el IAPI y las instituciones destinadas en bienestar social de la población, promovió algunas privatizaciones de empresas del Estado, estimuló las inversiones externas y congeló, o sea rebajó, los salarios.
La nueva política perjudicó a la clase obrera. Su masiva afiliación peronista la convertía en objeto de persecuciones encubiertas o abiertas en los barrios como en los centros laborales.
La comisión investigadora de las cuentas de la Fundación Eva Perón no pudo encontrar irregularidades. Halló intactos los depósitos bancarios de la Fundación que sumaban 3.500 millones de pesos, unos 250 millones de dólares al cambio de octubre de 1955 que no fueron depositados en las Cajas de Jubilación como se había previsto. En su dictamen la comisión “libertadora” se quejaba por los “excesos” de la Fundación Evita: “Desde el punto de vista material la atención de los menores era múltiple y casi suntuosa. Puede decirse, incluso, que era excesiva, y nada ajustada a las normas de la sobriedad republicana que convenía, precisamente, para la formación austera de los niños. Aves y pescado se incluían en los variados menús diarios. Y en cuanto al vestuario, los equipos mudables, renovados cada seis meses, se destruían”.
Señala Alicia Dujovne Ortíz: “Una dama católica, doña Adela Caprile, que formó parte de la comisión liquidadora de la Fundación instaurada tras la caída del peronismo, nos ha confesado haber sentido una impresión similar: “Nunca hubiera creído que se pudiera reunir semejante cantidad de raquetas de tenis. Era un despilfarro y un delirio, pero no era un robo. No se ha podido acusar a Evita de haberse quedado con un peso. Me gustaría poder decir lo mismo de los que colaboraron conmigo en la liquidación del organismo”.
Se dio rienda suelta a un revanchismo con un fuerte acento de odio de clase. Se formaron inmensas fogatas en los hogares y policlínicos de la Fundación Eva Perón donde se quemaron miles de libros, frazadas, sabanas, cubrecamas, platos, y cubiertos porque llevaban el sello de la institución. Decenas de pulmotores fueron destruidos por la misma sin-razón. Pocos meses después, una gravísima epidemia de polio se abatió sobre el país. Muchos chicos argentinos murieron por falta de aquellos aparatos y, ante la tragedia consumada, los “libertadores” tuvieron que importar veintiún pulmotores desde los Estados Unidos.
La Ciudad Infantil, conocida y admirada en el mundo como un ejemplo de contención y educación de la infancia desvalida, fue asaltada por las tropas. Sus pequeñas casitas que reproducían los edificios clásicos de una ciudad y un enorme comedor que alimentaba a centenares de niños por día, fueron aplastadas por los tanques y sus piscinas fueron cegadas con cemento.
El decreto 4161 del 5 de marzo de 1956 pretendió prohibir por decreto al peronismo en todas sus formas y expresiones. El decreto decía en uno de sus artículos: “Se considerará especialmente violatoria de esta disposición, la utilización de la fotografía retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto el de sus parientes las expresiones ‘peronismo’, ‘peronista’, ‘justicialismo’, ‘Justicialista’, ‘tercera posición’, la abreviatura PP, las fechas exaltadas por el régimen depuesto las composiciones musicales ‘Marcha de los Muchachos Peronistas’ y ‘Evita Capitana’ o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa o fragmentos de los mismos. El resultado de tan absurdo decreto, como suele ocurrir en estos casos, fue el incremento del orgullo por su identidad peronista de los militantes de la resistencia.
El último sueño de Eva Perón fue la construcción del Hospital de Niños mejor equipado y más grande de Sudamérica que comenzó a construirse en un predio de 94.000 hectáreas en el barrio de La Paternal sobre la calle Warnes. Los “libertadores” evaluaron que aquella obra iba a ser un monumento a la obra de Evita y decidieron desistir de la construcción del nosocomio infantil, prefiriendo salvaguardar sus miserias políticas a la atención de salud infantil. El lugar fue abandonado en avanzado estado de construcción y lentamente fue siendo ocupado por familias que lo fueron bautizando como el “albergue Warnes”. Casi como alegoría, un presidente de origen peronista pero que había “evolucionado” hacia el autodenominado “neo-liberalismo”, el mismo que fue a visitar a su lecho de enfermo al almirante Rojas y se despidió con un recordado beso, fue el encargado de demoler, entre otras cosas, lo que quedaba del esqueleto del Hospital Pediátrico María Eva Duarte de Perón.

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sábado, 15 de septiembre de 2012

Kissinger y el Plan Cóndor

................Kissinger y el Plan Cóndor.........................

Recientemente, el Departamento de Estado de EEUU ha desclasificado documentos que implican directamente al antiguo secretario de Estado Henry Kissinger y otros altos respo

nsables norteamericanos en los crímenes cometidos por la dictadura argentina, que puso en marcha una campaña de asesinatos, torturas y "desapariciones" tras asumir el poder en marzo de 1976.

 

Los 4.677 documentos desclasificados muestran la estrecha colaboración y el apoyo otorgado desde los más altos niveles del poder en Washington a los militares argentinos, responsables de la muerte de al menos 30.000 argentinos, una gran parte de ellos jóvenes estudiantes.

 

Una gran parte de esta documentación está compuesta por los telegramas, memorándums y cables que fueron intercambiados entre la Embajada de EEUU en Buenos Aires y el Departamento de Estado en Washington. Estos escritos ponen en evidencia que tres Administraciones estadounidenses consecutivas -las de Ford, Carter y Reagan- colaboraron con la junta militar, pese a ser plenamente conscientes de los crímenes y atrocidades que se estaban cometiendo en Argentina en el nombre de la "lucha contra el terrorismo". Los gobiernos norteamericanos estaban bien informados de lo que sucedía gracias a la estrecha relación de los funcionarios de la Embajada con los militares que dirigían los "escuadrones de la muerte" y los centros de tortura.

 

Sin embargo, Washington veía estas acciones criminales como algo necesario para salvaguardar los intereses de EEUU y los de la élite gobernante argentina.

 

Los documentos fueron desclasificados en base a una petición de varias organizaciones argentinas de defensa de los derechos humanos, incluyendo la de las Madres de Plaza de Mayo, formulada a la entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright, durante una visita de ésta a Buenos Aires en el año 2000. Sin embargo, los documentos hechos públicos pertenecen sólo al Departamento de Estado. Los de la CIA y el Pentágono, que podrían aportar informaciones incluso más relevantes, en especial acerca de los responsables militares y de inteligencia de EEUU involucrados más directamente en los crímenes de la dictadura argentina, continúan clasificados.

 

El lenguaje diplomático utilizado en los documentos del Departamento de Estado oculta en buena medida el papel jugado por EEUU en la represión de Argentina. El nivel real de la implicación norteamericana queda reflejado en algunos documentos en los que se detallan fricciones entre los diplomáticos de carrera estadounidenses destinados en Argentina, que sermoneaban en diversas ocasiones a los militares argentinos por sus violaciones de los derechos humanos, y algunos responsables políticos y militares de Washington que pedían a aquéllos que continuaran con su represión.

 

Entre los documentos más relevantes puede citarse un cable enviado por el embajador norteamericano, Richard Hill, al Departamento de Estado en octubre de 1976. En él se describe la reacción "eufórica" del ministro de Exteriores de Argentina, Almirante César Guzzetti, tras una visita a Washington donde mantuvo conversaciones con el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger; el vicepresidente, Nelson Rockefeller, y otros altos responsables.

 

Según el cable, en sus conversaciones con Guzzetti, Kissinger y Rockefeller manifestaron que "comprendían" que la dictadura argentina "se viera obligada" a emplear métodos represivos y pidieron únicamente a la junta militar que "acabara con el problema del terrorismo tan rápidamente como fuera posible". Otros responsables norteamericanos aconsejaron amistosamente a Guzzetti que evitara tomar medidas represivas contra los clérigos de la Iglesia Católica y controlara a una facción radical del Ejército que utilizaba esvásticas nazis y otros símbolos fascistas en las prisiones y las cámaras de tortura.

 

"Guzzetti fue a EEUU temiendo que recibiría allí reproches o advertencias por parte de las autoridades norteamericanas por las atrocidades cometidas por la junta militar". Sin embargo, escribe el embajador Hill, "él volvió a Argentina en un estado de euforia, convencido de que el gobierno de EEUU no pondría ningún reparo al proceder de las autoridades argentinas en este tema (de la represión contra la oposición)".

En la víspera de la visita de Guzzetti, el embajador Hill envió otro mensaje al Departamento de Estado en el que manifestaba que había advertido al almirante argentino que "el asesinato de sacerdotes y el arrojar 47 cuerpos en la calle en un solo día no va a ser considerado por la opinión pública como una medida apropiada para una victoria rápida frente a los terroristas; por el contrario, estas acciones serán con toda probabilidad contraproducentes".

 

Durante las conversaciones celebradas en Washington, Kissinger repitió el mismo mensaje que había transmitido a Guzzetti en un encuentro de la Organización de Estados Americanos, celebrado en Santiago de Chile cuatro meses antes. En aquella cumbre, según desvela un cable anteriormente desclasificado, Guzzetti se entrevistó con Kissinger y sacó a relucir el tema de la guerra sucia en Argentina con el propósito de tantear la opinión del secretario de Estado. Hay que recordar que, en aquella época, gran número de estudiantes, intelectuales, trabajadores, profesionales y otras personas a las que la dictadura tildaba de "subversivas" eran arrestadas y conducidas por comandos del Ejército a campos de concentración. Allí, dichas personas eran sometidas a atroces torturas y, posteriormente, asesinadas.

 

Según el cable, Kissinger preguntó a Guzzetti cuánto tiempo más duraría el reinado del terror en Argentina. Cuando Guzzetti prometió que "el problema terrorista" sería eliminado en seis meses, Kissinger dio su aprobación expresa al almirante para que la junta siguiera adelante con su política.

 

Así pues, los documentos desclasificados muestran que Kissinger y otros altos responsables norteamericanos dieron luz verde a los jefes de la junta militar para que llevaran a cabo sus crímenes y estuvieron en todo momento bien informados acerca de ellos.

 

Muchos de los documentos desclasificados incluyen descripciones detalladas de los métodos de tortura empleados por los militares contra los opositores detenidos. Un memorándum de la Embajada de EEUU de 1979 da los siguientes detalles: ".... quemaduras de cigarrillos, violaciones, abusos sexuales, extracción de los dientes, uñas y ojos, derramamiento de agua, aceite hirviendo o ácido sobre los cuerpos de los detenidos, o incluso la castración".

 

Entre los papeles se encuentra también una declaración de la Embajada de 1977, en la que se relata cómo las mujeres detenidas eran torturadas por medio de corrientes eléctricas, introducción de sus cabezas en cubos de agua hasta casi ahogarse, violación física por parte de sus torturadores o por medios mecánicos, introducción de ratas y arañas en sus vaginas, mordeduras de perros, torturas de sus parientes o compañeros delante de ellas, golpes en sus vientres para que abortaran, etc.".

 

Otros informes hablan de mujeres golpeadas con las culatas de los rifles hasta perder el conocimiento, madres obligadas a ver cómo sus hijos eran torturados y bebés separados de sus madres, que luego eran ejecutadas. Todo esto es lo que Kissinger y otros miembros de la clase dirigente norteamericana aprobaron, con tal de que todo transcurriera "de la forma más rápida posible".

 

Los responsables norteamericanos escribieron también memorándums que dejan claro que, bajo la cobertura de la "guerra contra la subversión", la junta pretendía en realidad destruir todos los movimientos sociales de oposición. Un documento elaborado por Harry Shlaudeman -un alto responsable para América Latina del Departamento de Estado- para la atención de Kissinger en agosto de 1976 comparaba los objetivos del plan de "desarrollo nacional" de la junta militar argentina con los del régimen nazi.

 

"La ideología del desarrollo nacional tiene obvios paralelismos con el nacionalsocialismo. Los opositores al régimen militar llaman a éste fascista. Aunque este término se emplea normalmente con una finalidad peyorativa, hay que decir que él puede ser en este caso adecuado técnicamente.... Para que su plan económico funcione, ellos tienen que destruir el poder de las estructuras tradicionales y, especialmente, el movimiento sindical".

 

Así, mientras que los responsables norteamericanos se molestaron en advertir a los militares argentinos en contra de la tortura de sacerdotes, no tuvieron palabra alguna que decir acerca de la represión dirigida contra el movimiento sindical o asociativo. Un mes después de que fuera elaborado el memorándum de Shlaudeman, los militares intervinieron con brutalidad para eliminar una huelga en el sector automovilístico que afectaba a varias fábricas, incluyendo una de la multinacional Ford -situada en General Pacheco, cerca de Buenos Aires- que más tarde se convertiría en uno de los centros de tortura del régimen militar. Pese a haber dictado largas condenas de prisión para los líderes de la huelga, las autoridades hicieron poco uso del sistema legal. En su lugar, la Junta emprendió una campaña de terror, con secuestros, torturas y ejecuciones sumarias, con el fin de acabar con el conflicto.

 

En marzo de 1978, un informe de la Embajada estadounidense en Buenos Aires estimó que el número de desaparecidos alcanzaba entonces una cifra situada entre los 12.000 y los 17.000. Según el informe, una parte importante de los desaparecidos eran trabajadores y activistas sindicales acusados de promover huelgas. En muchos casos, los familiares de los trabajadores eran también secuestrados. En total, el documento menciona la cifra de unos 3.000 familiares desaparecidos.

 

El memorándum elaborado por Shlaudeman también detalla el lanzamiento de la así llamada Operación Cóndor, una red de cooperación organizada entre las policías secretas de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia que permitía la captura y ejecución de opositores políticos por parte de la policía de cualquiera de tales estados más allá de sus fronteras nacionales. Los regímenes militares que gobernaban todos estos países alcanzaron el poder tras derrocar a gobiernos elegidos democráticamente, para lo cual contaron con la colaboración de la CIA y el Departamento de Estado de EEUU. La Operación Cóndor permitió secuestrar y hacer "desaparecer" a los opositores políticos mediante operaciones transnacionales, que incluyeron la utilización de "escuadrones de la muerte" para asesinar a aquéllos en cualquier lugar del mundo. El crimen más infame a este respecto tuvo lugar en las calles de Washington, donde un coche bomba mató al antiguo ministro de Exteriores de Chile, Orlando Letelier, en septiembre de 1976.

 

Los documentos muestran que la Administración Carter (1977-80) expresó su impaciencia hacia las políticas de la Junta Militar argentina, por sus abiertas violaciones de los derechos humanos. Sin embargo, como dejan claro dos informes de1978, lo que realmente temía el gobierno de EEUU es que una represión indiscriminada acabara provocando revueltas y la desestabilización de Argentina.

 

Uno de estos documentos, fechado el 1 de marzo de 1978, reconoce que varios cuerpos desnudos, decapitados y con las manos esposadas habían aparecido en las playas de Río de la Plata. Un memorándum enviado dos semanas más tarde por la Embajada a Washington contiene una advertencia del embajador norteamericano en el sentido de que la represión continuada podía producir la radicalización de diversos sectores de la sociedad argentina, que estaban demandando ya que se diera a conocer una lista con los nombres de los desaparecidos. Sin embargo, el embajador recomendaba que EEUU continuara prestando su apoyo a la dictadura argentina basándose en la ridícula afirmación de que la actuación de la Junta Militar en el terreno de los derechos humanos "estaba mejorando".

 

Como otros documentos señalan, el descenso en el número de desaparecidos en 1978 se limitaba a reflejar la extrema dureza de la represión durante los dos primeros años de la dictadura (1976-77). Un informe de febrero de 1979 que trata acerca de los acontecimientos que tuvieron lugar en el año anterior refleja que el número de desapariciones en 1978 disminuyó a causa de "la escasez de objetivos tras dos años de una represión a gran escala".

 

En el verano de 1977, el Senado de EEUU aprobó una legislación que prohibía la ayuda militar a Argentina si en un plazo de dos años el régimen no mejoraba su actuación en el terreno de los derechos humanos. Uno de los documentos desclasificados -una carta del senador Edward Kennedy al secretario de Estado Cyrus Vance- sugiere que la Administración Carter intentaba burlar la legislación al apresurar los envíos de material militar a Argentina antes de que concluyera el plazo límite marcado por el Senado

Otro memorándum de la Embajada de EEUU, fechado en julio de 1977 y dirigido al secretario de Estado adjunto Terence Todman, en la víspera de su visita a Argentina, muestra a las claras la actitud de la Administración Carter. El memorándum aconsejaba a Todman que manifestara a los dictadores argentinos que EEUU "celebraba la declaración oficial argentina de que la guerra contra el terrorismo estaba a punto de ganarse".

 

El documento aconsejaba, sin embargo, a Todman que transmitiera a la Junta que "lo que más inquieta a muchos de los amigos de Argentina son las dramáticas desapariciones", citando el caso concreto del secuestro de un antiguo embajador. No obstante, el documento no refleja ninguna inquietud por la suerte de los miles de estudiantes o trabajadores desaparecidos. Finalmente, contenía un elogio a la política económica de la Junta: "Deseamos mostrar nuestra satisfacción por el proceso de estabilización que está teniendo lugar en Argentina. Estamos complacidos por el hecho de que los inversores extranjeros estén hallando ahora un clima mucho más favorable en el país".

 

Con la llegada al poder de la Administración Reagan en 1981, EEUU estrechó sus relaciones con la Junta Militar argentina sin preocuparse ya de ninguna consideración acerca de la situación de los derechos humanos. El régimen argentino proporcionó entrenamiento y ayudas a los mercenarios de la contra de Nicaragua en su campaña en contra del gobierno sandinista en los años ochenta y participó también, de diversas formas, en las operaciones contrainsurgencia conjuntas que tuvieron lugar en El Salvador y otros países de América Central. Un cable del Departamento de Estado, fechado el 24 de marzo de 1981, informa de las negociaciones iniciales que condujeron a la participación argentina en tales operaciones. Aunque la Embajada norteamericana continuó enviando informes acerca de desapariciones y violaciones de los derechos humanos, Washington sencillamente las ignoró.

La creciente oposición a la dictadura acabó cristalizando en masivas manifestaciones de protesta en los últimos días de marzo de 1982 y en diversos disturbios en las calles de Buenos Aires. Los documentos enviados por la Embajada de EEUU en aquella época muestran una creciente preocupación por la estabilidad del régimen.

 

 

En abril de 1982, en un intento de ganar apoyo popular y neutralizar a la oposición mediante la elevación del sentimiento nacionalista, el jefe de la Junta, general Leopoldo Galtieri, lanzó una invasión mal planificada contra las Islas Malvinas, una posesión colonial británica. La Junta Militar argentina creyó ingenuamente que los servicios prestados a EEUU en América Central harían que Washington presionara a Londres para que aceptara el hecho consumado y abandonara las islas en manos argentinas. Sin embargo, la Administración Reagan respaldó al Reino Unido y le ayudó a montar una ofensiva aeronaval que terminó con la recuperación británica de las islas y una masacre de reclutas argentinos, que se hallaban en ellas en una situación deplorable. La derrota humillante supuso la sentencia de muerte para el régimen militar.

 

Entre los documentos de esa época figuran varios informes de oficiales de la inteligencia norteamericana que podrían ser utilizados en el previsto juicio a Galtieri por su implicación en el secuestro y ejecución de varios exiliados argentinos capturados en Brasil en los años 1979-80. El antiguo general se haya actualmente en una situación de arresto domiciliario.

 

Aunque muchos de los documentos desclasificados tienen una antigüedad de al menos 25 años, sus repetidas justificaciones de los asesinatos y torturas llevadas a cabo por los militares, no sólo en Argentina sino en toda América Latina, en el nombre de la "guerra contra el terrorismo" suenan demasiado familiares en la actualidad.

 

Esto no es una mera coincidencia histórica. Henry Kissinger continúa siendo una figura muy influyente en los sectores que dirigen la política exterior norteamericana. Además, muchos de los que dirigen hoy en Washington la política que combina el asalto contra los derechos democráticos dentro de EEUU y la ola de militarismo desenfrenado en el extranjero, son los mismos que en su día jugaron un papel clave a la hora de consolidar el apoyo norteamericano a la Junta Militar argentina en los años setenta.

 

En el momento en que tuvo lugar el golpe de estado de 1976 en Argentina, el actual vicepresidente Dick Cheney era el jefe de personal de la Casa Blanca. Él había servido anteriormente en el seno de la Administración Nixon y, más tarde, en el equipo de transición que dispuso la transferencia de poderes a la Administración Ford tras el estallido del escándalo Watergate y la dimisión de Nixon. Por su parte, el actual secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ocupaba entonces la misma posición que en la actualidad. Desde ésta posición, Rumsfeld supervisó la coordinación de la ayuda militar a la junta militar argentina y a otros regímenes dictatoriales que estaban utilizando sus ejércitos para reprimir y masacrar a sus propios pueblos. Así pues, junto con Kissinger, Cheney y Rumsfeld formaban parte del equipo que dirigió la política exterior de EEUU en aquel período.

 

Henry Kissinger está siendo hoy reclamado por diversos tribunales en España, Argentina, Chile, Francia y otros países para que conteste a las preguntas acerca de su implicación en el diseño de los golpes de estado que derribaron a varios gobiernos latinoamericanos democráticamente elegidos y en la concesión de la ayuda militar a regímenes que llevaron a cabo innumerables y masivos crímenes. En la actualidad, Kissinger ya no viaja al extranjero sin recibir antes garantías de que no será detenido.

 

La realidad es que existen sólidos fundamentos para enjuiciar por el cargo de crímenes contra la humanidad no sólo a Henry Kissinger, sino a varios de los principales dirigentes norteamericanos de la actualidad. Algunos de estos dirigentes, como Cheney y Rumsfeld, que están en la actualidad presionando a Bush para que lance una guerra de agresión contra Iraq, tienen también muchas preguntas que responder acerca de su papel en los crímenes cometidos hace ahora un cuarto de siglo en Argentina bajo el mismo eslogan de la "lucha contra el terrorismo" que se utiliza hoy. Ellos proporcionaron el apoyo indispensable que diversos regímenes dictatoriales, como el de Argentina y otros, necesitaban para matar y torturar a decenas de miles de personas y encarcelar a varios cientos de miles más.

 

Tomado de www.pacificar.com, Fuente: Agencia IPS, 13/08/2003

 

 

 

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LA LÓGICA DE LA RECONQUISTA

La lógica de la Reconquista



 

LA LÓGICA DE LA RECONQUISTA.

 

 

 

Se denominó Reconquista a la larga lucha por la “liberación” del territorio “español” que se encontraba desde el s. VIII en manos de gobernantes musulmanes. Esta “recuperación” fue llevada a cabo por parte de los Reinos cristianos que, a la llegada de los musulmanes se habían replegado hacia el norte. Este período abarca desde los s. XI/XII, hasta el siglo XV, momento en el que los españoles toman Granada y terminan de controlar toda la región.

 

Este proceso que en España recibe el nombre de Reconquista se legitima simbólicamente en la idea de un combate justo contra el Otro. Esta figura se presenta bajo diferentes formas: un Otro político, cultural y/o religioso.

 

La siguiente exposición tiene como finalidad observar algunas de las formas que adquiere la relación con ese Otro, específicamente en el plano religioso. En este caso nos centraremos en la forma en que la España Católica se comportó con la población musulmana una vez terminado el proceso de Reconquista, para luego establecer una línea de continuidad que, según nuestra opinión, se perpetúa en América en el primer período de contacto con los pueblos originarios.

 

 

A finales del s. XV, con los Reyes Católicos en el poder y la derrota islámica, se da un proceso de inversión de valores en detrimento de la tolerancia. A las leyes no escritas de hospitalidad, libre circulación de las personas, el respeto al otro y la convivencia, les suceden el cierre de las fronteras, de los espíritus, el rechazo de la diferencia.Ya no es posible encuentro alguno: la España de las tres religiones ha caído bajo el imperio de la Inquisición, creada en 1478/79. Confirmando esta actitud contraria al diálogo, el Concilio de Trento institucionaliza, a mediados del s. XVI, la ruptura incluso entre los cristianos. Esto inmoviliza a la Iglesia Católica y con ella a toda España, adoptando una posición de repliegue sobre sí misma. A partir de este momento la represión garantizará cada vez más el estricto mantenimiento de la ortodoxia[1].

 

Después de la Reconquista de Granada, la política practicada respecto de la población musulmana evolucionó en un proceso que fue de la tolerancia, a intentos de asimilación a través de la eliminación de las diferencias culturales, terminando con la expulsión.

 

La primera etapa (la de la tolerancia) se expresó en las Capitulaciones de Granada, dónde los soberanos aceptaron que los musulmanes fueran considerados como súbditos libres de la Corona y ejercieran libremente su culto.

 

Sin embargo, rápidamente se llevó a cabo de una política de evangelización casi brutal que acarreo conversiones forzosas y violentas sublevaciones de los moros, como se los llamaba y que significa, en una de sus acepciones, “adulto que no ha sido bautizado”[2].

 

 

Estas sublevaciones van a servir de excusa para que, en 1502, se los obligue a optar por la conversión al cristianismo o el exilio. La tolerancia cedió su lugar a la etapa de la asimilación a través de la eliminación de las diferencias culturales. A partir de ese momento, quienes aun permanecen en España, los musulmanes conversos llamados “moriscos”, son acantonados en especies de “ghetos” y obligados a llevar un signo distintivo. Esto demuestra que la tolerancia había llegado rápidamente a su fin. Los moriscos, musulmanes en su corazón, continuaron observando en secreto el Islam y sus ritos, viviendo al margen de la sociedad.

 

 

Antes de llegar a mediados del siglo XVI, se los obliga a abandonar, además de la religión, sus hábitos ancestrales vinculados indefectiblemente con el Islam, en los siguientes terrenos[3]:

 

- el baño (la ablución ritual previa a la oración obligatoria cinco veces al día)

- la forma de sacrificio de los animales para consumo alimenticio.

- las costumbres relativas al nacimiento (circuncisión), casamiento y entierro.

- la lengua (se les da un período de 10 años para aprender bien el castellano)

- la música

- la vestimenta

 

Este proceso tiene su punto cúlmine en 1525 cuando el Rey ordenó finalmente bautizar a todos los musulmanes.

 

 

Sin embargo estos hábitos, así como también la observancia de los cinco pilares de la fe (shahada, salat, sakat, hajj y ramadán), fueron mantenidos, en la medida de lo posible, a través de la práctica del disimulo (“taqiyya” en árabe).

 

Debe mencionarse que el problema religioso era también un problema político-económico que generaba contradicciones. Los señores feudales y buena parte de la Iglesia no querían el cambio de religión porque implicaba que la fuente económica que sostenía a la Inquisición se secara. Esto tiene que ver con que la primera medida que se tomaba contra el “hereje” era la confiscación de sus bienes. Además suponía también un cambio en su estatuto de dependencia servil, que era garantizado por su condición de musulmán encubierto, lo que privaba al mismo de sus derechos como súbdito de la Corona y servía para que fueran utilizados como mano de obra[4].

 

Un siglo después de la Reconquista se considera ya la asimilación como definitivamente irrealizable, y el cuerpo extraño (el Otro religioso) será eliminado a partir de 1609 con la expulsión masiva de los moríscos (etapa de expulsión).

 

 

 

La caída de Granada se produce apenas unos meses antes de la llegada de los conquistadores españoles a América. Claudio Sánchez Albornoz se refiere a “las tres guerras divinales que los hispanos, desde entonces, mantuvieron: contra los indios idólatras, contra los africanos y turcos islamitas y contra los europeos herejes[5].” Habiendo mencionado ya algunas de las medidas adoptadas por la Corona contra los musulmanes, nos interesa trabajar el peso que esta intolerancia para con el Otro tuvo en América; y cómo sus consecuencias se siguen manifestando en la actualidad.

 

Los primeros españoles llegados al continente emplearon una serie de conceptos y estrategias ya utilizados en su lucha contra los musulmanes. Así, los cronistas llamarán mezquitas a los templos indígenas, ovejas a las llamas y Rey al Inca[6]. Recordemos la conocida expresión “el paraíso de Mahoma” empleada por los historiadores de la época para graficar la situación de Asunción, dónde un español podía tener a su servicio, grandes cantidades de mujeres. Incluso la figura del Adelantado y los antecedentes jurídico-religiosos de la Esclavitud, la Mita y la Encomienda tienen sus orígenes en los privilegios y mercedes que los Reyes de España acordaron en los enfrentamientos contra el Islam[7].

 

Tal como expusimos anteriormente, el ataque religioso contra el moro se tradujo en la prohibición del lavado ritual que el musulmán realiza antes de cada oración. En América, esta aversión de la Corona por el “exceso de agua” se manifestó rápidamente en una Disposición real a través de la cuál Isabel ordenaba a los indios “no deberán bañarse con tanta frecuencia como hasta aquí lo han hecho porque, según nuestros informes, les causa mucho daño”. El proceso de degradación iniciado permitirá más tarde al invasor calificar de “sucio” al indígena[8].

 

La represión se desató, también en nuestro continente, contra los hábitos alimenticios de los pueblos originarios, en especial sobre aquellos productos que encerraban un profundo sentido espiritual. Recordemos que ya en 1567 el Segundo Concilio de Lima[9] se expedía sobre el uso de la hoja de coca con la cual, aseguraban los sacerdotes, se celebraban sacrificios a los demonios. El ataque contra la coca, y todo lo que ésta representa en el imaginario espiritual andino, lejos de haberse detenido, perdura bajo nuevas formas. En lo teórico se la califica como “nefasta costumbre”[10] por algunos académicos, mientras que en lo práctico la erradicación de la misma es una exigencia estadounidense a los países andinos.

Tal como sucediera en España, la Corona emprendió rápidamente una embestida feroz sobre otras expresiones culturales indígenas como la música. Tan perdurables son sus consecuencias que, como el Director del Instituto de Cultura Indígena Sixto Vázquez Zuleta sostiene, aún hoy el indígena no puede expresarse con total libertad en este campo. “Puede cantar al amor perdido, a la pastora, a la amante infiel, pero no a sus batallas, a sus glorias pasadas o a sus héroes[11]”.

 

Y es que para encontrar más huellas de la lógica de la Cruzada española en América no necesitamos retrotraernos cientos de años; todavía en nuestros días al niño muerto sin bautizar, en algunas regiones de Bolivia, se lo llama “morito” en contraposición con el “angelito” (difunto pequeño que recibió el bautismo).

A continuación nos centraremos en una figura que, a nuestro entender, simboliza el espíritu de la Reconquista desembarcando en nuestro continente: nos referimos a Santiago Matamoros. Santiago aparece en las leyendas como el hermano menor o hasta como el doble de Jesús, quién habría predicado en el extremo noroeste de la península. Los supuestos restos del apóstol fueron hallados en Compostela alrededor del 800. Rápidamente se hizo de éste un santo guerrero, armado y montado a caballo. Bajo la protección del mismo, cargado ya con nuevos atributos, las tropas cristianas avanzaron paulatinamente sobre territorios hasta entonces musulmanes. El Santiago que se mostró como simbólicamente efectivo fue el asesino de moros, Matamoros.

 

Con el control del territorio peninsular los españoles traerán consigo la imagen de Santiago Matamoros, y bajo su protección conquistarán las tierras americanas. Esto no resulta extraño si recordamos que la lucha contra el “indio idólatra” era una “guerra divinal” tan legítima como la emprendida contra el Islam.

 

Los españoles vencieron a los pueblos originarios al grito de “¡Santiago! ¡Santiago! ¡Por Santiago y por el Rey!”. Estas exclamaciones, acompañadas por el ensordecedor ruido de cañones y arcabuces permitió a los pueblos andinos identificar al santo con el antiguo Señor del Rayo: Appu Illapu.

 

La presencia de Santiago Matamoros en América es fácilmente perceptible; desde México hasta Bolivia encontramos ciudades a las que ha legado su nombre y su atributo. Incluso la imagen del santo ecuestre, portando armas de fuego, se encuentra multiplicada en las iglesias del interior de Bolivia. Como nos informa J. Monast[12] el Santiago aún presente en estas tierras es un guerrero “que predica la venganza, el odio a los enemigos y el desprecio a los no creyentes; es pues, un vestigio de la Inquisición”.

 

 

“El fin del poderío islámico sobre el suelo hispánico se produciría finalmente, el mismo año del descubrimiento de América (1492). Rendido el Emirato de Granada, España es una y cristiana. Santiago es libre para cabalgar por los recién descubiertos campos de América. El discípulo más amado de Cristo, por su dulzura, se convirtió así, en el campeón de la unificación española, primero, y del avasallamiento imperial de América, después. Y así Santiago continúa su periplo repitiendo su secular enfrentamiento con moros e indios: Occidente contra Oriente, Occidente contra los Andes[13]”.

 

 

 

María Eugenia Gantus y Ángel Horacio Molina.

 

 

 

 

[1] LEBLON, Bernand Los gitanos de España. El precio y el valor de la diferencia. Ed. Gedisa. Barcelona. España. 1993. Págs. 22-31

 

[2] Diccionario Hispano Universal W. M. Jackson Inc. Editores. México 1967. 12ª Edición.

 

[3] DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio y BERNARD, Vincent. “Historia de los Moriscos”. En Revista de Occidente. Madrid, España. 1978.

 

[4] PASTOR, Reyna 1975 “La España Musulmana: estructura y crisis” Del Islam al Cristianismo. En las fronteras de dos formaciones económico-sociales. Ed. Península. Barcelona. 1975.

 

[5] MANRIQUE, Nelson “Santiago cabalga”. En Revista Virtual Webislam Nº 221. 19/08/03. www.webislam.com

 

[6] ROMÁN, Rubén “Aborígenes americanos precolombinos”. En América, construcción, conflicto y desafío. Editorial Sudamérica. Santa Fe. Argentina. 1993

 

[7] VEDOTA, Juan La expoliación de América. Editorial La Bastilla. Bs. As. Argentina. 1973

 

[8] COLUMBRES, Adolfo. La colonización cultural de la América indígena. Ediciones del Sol. Quito. Ecuador. 1976

 

[9] ROMANO, Ruggiero “Historia, Coca y Cocaína”. En Revista Todo es Historia. Nº 176. Enero 1982. Bs. As. Argentina.

 

[10] PALMA, Néstor. La medicina popular en el noroeste argentino. Editorial Huemul. Bs. As. Argentina. 1978

 

[11] VÁZQUEZ ZULETA, Sixto. Indiomanual. Editorial I.C.I. Humahuaca. Argentina. 1995

 

[12] MONAST, J. E. Los indios aimaraes. Ediciones Carlos Lohlé. Bs. As. Argentina. 1972.

 

[13] MANRIQUE, Nelson “Santiago cabalga”. En Revista Virtual Webislam Nº 221. 19/08/03. www.webislam.com

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