domingo, 11 de mayo de 2008

El gobierno de una masa idiotizada

El gobierno de una masa idiotizada

Por Ricardo Vicente López (*)

Rebanadas de Realidad - Bahia Blanca, 05/05/08.- Una película de dudosa calidad artística, pero que aborda un tema preocupante me ha llevado a pensar seriamente sobre el tema del futuro. La película se estrenó con el título Idiocrazy, dentro del género de la ciencia ficción se propone ironizar sobre un futuro posible para la democracia del país del norte, proyectando un diagnóstico implícito de la situación actual. Si bien este diagnóstico no aparece se puede deducir del argumento. Muy sintéticamente, una experiencia del Pentágono sobre la posibilidad de congelar seres humanos vivos para recuperarlos en un futuro lejano hace que sea necesario conseguir dos personas que puedan desaparecer sin que sean reclamadas. Se las encuentra: uno es un empleado gris que trabaja en un rincón de un cuartel y no tiene familia, la otra es una prostituta con delitos pendientes a la que le canjean la condena por prestarse al experimento.

Comenzada la investigación, cuestiones ajenas a ella llevan a la destrucción del lugar secreto donde se está llevando a cabo, el cual es reducido a escombros. Quinientos años después, por razones técnicas, estas dos personas recuperan su estado natural y se reintegran a un EEUU sumido en el caos. Éste futuro es el resultado del gobierno de los idiotas a que hace referencia el título. Se parece, de algún modo, al Mundo feliz de Aldous Huxley, en el cual todos podían ser felices consumiendo masivamente drogas. Se constituye así, como lo describiera el autor "una dictadura sin lágrimas en la que la gente ama sus cadenas". El mundo que imagina este autor es más parecido a un letargo feliz en el que todos logran vivir alegremente, siempre y cuando no se pregunte nada.

El futuro que imagina la película es más sombrío, aquí la idiotez se ha adueñado de los humanos y en su embrutecimiento viven sumidos por la droga, el alcohol y el sexo. El gris personaje central, descubre que en ese futuro, su chatura luce como un genio, dada la media imperante. Debemos entender: si hoy estamos asustados por la educación de los jóvenes éstos van a estar mucho peor, pero no se van a dar cuenta y lo aceptarán sumisamente. Sin dudas, es una mirada muy pesimista del futuro que uno tendería, casi sin ninguna reflexión, a descartar. Pero es al mismo tiempo una advertencia de los caminos posibles que pueden estar esperándonos a la vuelta de una esquina de la historia.

Ante este tipo de reflexiones me he tentado pensando con la posibilidad de que algo de esto pueda ser la consecuencia de algunos planes que se conciben dentro del sueño imperial de un gobierno global, que someta a todos los pueblos del mundo. Hace más de treinta años, en el proyecto de la Comisión Trilateral, un joven intelectual, Samuel Huntington, autor mucho tiempo después, del muy citado libro El choque de las civilizaciones, sostuvo que la democracia no era el mejor régimen político para el proyecto de crear un Nuevo Orden Mundial. Este sistema permitía una creciente demanda de derechos que una sociedad global no estaba en condiciones de otorgar. Otro intelectual emigrado a los EEUU, Zbigniew Brzezinski, asesor del presidente Carter, en un libro suyo, La era tecnotrónica, sostuvo la necesidad de diseñar algún modo de control de la opinión de las masas. Los medios de comunicación fueron el instrumento pensado como el más idóneo para tal objetivo.

(*) Profesor de la Universidad Nacional del Sur. Web / Correo

No hay comentarios.: