jueves, 24 de diciembre de 2015

Muere la científica que nos alertó del riesgo de las sustancias que enloquecen nuestras hormonas: Theo Colborn

Theo Colborn.
Theo Colborn.
Las generaciones venideras, una vez que la Humanidad se haya librado (esperemos) de la tóxica frivolidad que hoy la narcotiza, y que es la mayor peste que la azota, deberán tener muy en cuenta el nombre de Theo Colborn.
Esta científica norteamericana, que ha fallecido estos días a los 87 años de edad, pasará a los anales como una pionera que, de forma contundente, intentó abrir los ojos de unas masas humanas durmientes acerca de uno de los mayores retos ambientales y sanitarios a los que hoy nos enfrentamos. El de unas sustancias que todos tenemos ya en nuestros cuerpos y que pueden estar comprometiendo seriamente nuestra salud y la de la Naturaleza. Estas sustancias son los llamados disruptores endocrinos, sustancias capaces de alterar, con frecuencia a concentraciones bajísimas, nuestro sistema hormonal, induciendo o favoreciendo así las más variadas alteraciones, desde infertilidad a cánceres, pasando por diabetes, obesidad, malformaciones, reducción de la inteligencia....
Hoy, décadas después de aquella alerta pionera de Theo Colborn, decenas de miles de estudios científicos han desvelado más y más datos sobre esta preocupante amenaza que está muy lejos de ser una hipótesis sino que es una realidad sobradamente confirmada.
Uno de los mayores logros divulgativos de Theo Colborn, fue el libro Nuestro Futuro Robado
No en balde, en estos momentos, por ejemplo, se libra una monumental batalla en la Unión Europea, ya que se intenta que ese conocimiento científico sirva para establecer unas normas que reduzcan o eliminen nuestra exposición a los centenares de sustancias que hasta ahora se sabe que pueden tener capacidad de alterar nuestro equilibrio hormonal. Pero claro, la industria química (en especial la dedicada a fabricar pesticidas) se opone. Incluso, en estos momentos, hay abierta una consulta pública para que participen los ciudadanos de la UE y puedan así mostrar que este es un tema que les preocupa.
Lamentablemente, es probable que si fuese una encuesta sobre qué futbolista merece ganar el balón de oro más gente se hubiese enterado. Cuanto más frívolo es un asunto tanto más eco se hacen del él los medios y con más fruición lo acogen las masas.
Poca gente se ha enterado de la existencia de tal consulta, a pesar de que a lo mejor el tema tiene que ver con que cada vez haya más mujeres con cáncer de mama o que, entre otras cosas, cada vez los hombres tengan menos espermatozoides. Debe ser que es más importante el fútbol o la Pantoja que el que pueda llegar el caso de que un día aquí no haya apenas quien pueda tener hijos sin reproducción asistida (o ni incluso con ella ).
Aquí todo el mundo sabe quíen es Belén Esteban pero casi nadie Theo Colborn. Y en ese tipo de pecados está la penitencia que representan muchos de los males que sufrimos.
Casi nadie se ha enterado, decía, de esa encuesta europea, en la que veremos cuantos españolitos participan. Probablemente no sean tantos como los que participaron en la designación del Chiquilicuatre para participar en el festival de Eurovisión.
Aunque, todo hay que decirlo, las autoridades de la UE tampoco es que se hayan esforzado en divulgarlo demasiado y además han elaborado un tipo de encuesta enrevesada que casi era imposible de rellenar por un ciudadano de a pie. Por ello una serie de organizaciones han creado una plataforma más sencilla e inteligible, para que la voz de los ciudadanos se pueda hacer oir. Para que a Europa llegue la voz de la calle diciendo: "este es un tema que preocupa a los ciudadanos, así que escuchen lo que dice la Ciencia y no solo a unas cuantas grandes empresas".
Lamentablemente, Theo Colborn, que estaba muy al tanto de todas estas cosas, no podrá ya saber qué se decidirá en Europa y si, como ella quería, se hará caso o no de la voz de la ciencia, anteponiendo la defensa de la salud al dinero (o si será al contrario).
Al menos, sí que vio, por ejemplo, como la Organización Mundial de la Salud se sumó al clamor científico sobre los riesgos de estas sustancias con unos importantes informes que presentó hace menos de dos años, instando a los gobiernos a actuar reduciendo la exposición humana a estos compuestos químicos.
Con independencia de lo que hagan finalmente los gobiernos, mucho de lo que hoy está pasando en este tema, que ha merecido una enorme atención por parte de la comunidad científica, forma parte del legado de científicos pioneros como esta zoóloga presidenta y fundadora de The Endocrine Disruption Exchange (TEDX), entidad que hace un seguimiento de estas cuestiones desde su base en Paonia, un pueblo de las Montañas Rocosas, no lejos del río Colorado.
Se han realizado millares de estudios sobre los efectos de los disruptores endocrinos
Uno de los mayores logros divulgativos de Theo Colborn, fue el libro Nuestro Futuro Robado que realizó en colaboración con otro científico, Pete Myers, y una periodista, Dianne Dumanosky. Un hito en la difusión de estos asuntos.
En Nuestro Futuro Robado, que pude leer hacia mediados de los años noventa, antes de que se publicara su edición en castellano, el lector hace un viaje alucinante al mundo de los horrores que la química sintética está produciendo en la Naturaleza. Se siente uno ante algo verdaderamente revelador e inquietante. Un poco como Neo, en la parte primera de Matrix, cuando elige la pastilla roja.
El libro nos cuenta con todo lujo de detalles como la comunidad científica comenzó a ver cosas que nunca antes habían sido vistas. Como si fuese una especie de novela policiaca, pero con todo el rigor científico, hace un repaso de muchos de los hallazgos que conmovieron a los investigadores, poniéndonos sobre la pista de los riesgos de la alteración hormonal que podían inducir las sustancias contaminantes. Una pista que, partiendo de las especies silvestres, acabaría llevándoles al descubrimiento de efectos similares en la especie humana. Porque las especies silvestres, no dejan de ser, al fin y al cabo, sino "centinelas" de la salud humana.
Nuestro Futuro Robado nos habla del asombro con el que los científicos comenzaron a ver aquellas extrañas alteraciones nunca antes vistas, en la Naturaleza. Como aquellos investigadores que vieron como las gaviotas de los contaminados Grandes Lagos, tenían pollos con graves malformaciones, nidos cuyos huevos nadie incubaba, parejas homosexuales... De modo parecido, en California, hallaron gaviotas macho que tenían oviducto, esto es, el canal por el que las hembras ponen los huevos. En Florida, los científicos que estudiaban los caimanes de un lago vieron que el 40% de ellos no eran ni hembras ni machos, sino mixtos. También, buena parte de las tortugas de orejas rojas de la misma masa de agua se habían convertido en hermafroditas. Incluso las panteras de Florida arrostraban problemas: machos feminizados, con abundantes criptorquidias, con  espermatozoides venidos a menos, con un sistema inmunológico trastocado... En los ríos británicos, por su parte, también se daban casos de hermafroditismo y un alto porcentaje de feminización en los machos. Y en el Río San Lorenzo (Canadá) las belugas, además de casos de hermafroditismo, tenían el sistema inmunológico devastado. Infecciones generalizadas, neumonía, úlceras intestinales, estomacales, esofágicas y bucales, se cebaban en ellas. Además sufrían una alta tasa de cánceres de mama y de trastornos endocrinos, como el hipertiroidismo. En el Ártico, los osos polares sufrían problemas reproductivos. Y tras estas y otras muchas cosas de las relatadas en Nuestro Futuro Robado, aparecían siempre una serie de sustancias contaminantes: los llamados disruptores endocrinos
Sustancias procedentes de pesticidas, transformadores eléctricos, detergentes, plásticos, tejidos... e infinidad de otros productos y artículos de nuestra vida cotidiana. Mayoritariamente, sustancias sintéticas, a las que estamos expuestos de continuo los seres humanos.
Muchos informes de Theo Colborn estaban inaugurando una línea de investigación que sería muy fértil
Fue a finales de los años 80 del pasado siglo cuando Theo Colborn, que trabajaba entonces para el World Wildlife Fund y The Conservation Foundation en Washington, DC, elaboró un informe sobre lo que estaba pasando con la fauna a causa de la polución química en los Grandes Lagos, alertando sobre los horribles efectos vistos en algunas especies, y sobre el hecho de que estos eran compatibles con efectos que se estaban viendo también en los humanos. Aquel informe y otros posteriores de Theo Colborn estaban inaugurando una línea de investigación que sería muy fértil y que hoy en día es fundamental a la hora de evaluar los efectos de las sustancias que pueden afectar a la salud humana. No mucho después, en 1991, esta científica convocaría el mítico encuentro científico de Wingspread, en Wisconsin, a partir del cual comenzó a usarse el término de disruptores endocrinos. De aquella reunión emanaría una famosa declaración científica que serviría para alertar a la comunidad internacional acerca de este problema.
La "Declaración de Consenso de Wingspread sobre las alteraciones químicamente inducidas en el desarrollo sexual y funcional: la conexión fauna salvaje/seres humanos", afirmaba que "muchas poblaciones de animales salvajes están ya afectadas por estos compuestos químicos. Los impactos incluyen disfunción tiroidea en aves y peces, pérdida de fertilidad en aves, peces, mariscos y mamíferos; descenso del éxito reproductor en aves, peces y tortugas; graves malformaciones congénitas en aves, peces y tortugas; anomalías metabólicas en aves, peces y mamíferos; alteraciones de la conducta en aves; desmasculinización y feminización en machos de peces, aves y mamíferos; defeminización y masculinización de hembras de peces y aves; y daños en los sistemas inmunológicos de aves y mamíferos"
Y consideraban que estaba claro que "algunos de los efectos adversos que se ven en humanos hoy son vistos en adultos que nacieron de padres expuestos a disruptores hormonales sintéticos (agonistas y antagonistas) liberados en el medio ambiente. Las concentraciones de una serie de agonistas y antagonistas sintéticos de la hormona sexual presentes en la población humana de los Estados Unidos hoy están en el rango y la dosis a la cual se dan efectos en la fauna salvaje. De hecho, se han visto efectos a los niveles más bajos de las actuales concentraciones ambientales de estas sustancias"
Y concluían que: "a menos que la carga ambiental de disruptores hormonales sintéticos sea disminuida y controlada, es posible que se produzca una disfunción de gran escala a nivel poblacional. El alcance y el riesgo potencial para la vida silvestre y los seres humanos son grandes debido a la probabilidad de la exposición repetida o constante a numerosos productos químicos sintéticos que son conocidos por ser disruptores endocrinos".
El crecimiento del conocimiento científico que siguió a esta declaración ha sido tremendo. Se han realizado millares de estudios sobre los efectos de los disruptores endocrinos. En parte, no cabe duda, es algo que hay que agradecer a esta mujer ya que jugó un papel muy importante en el origen de todo.
Alguien que, en mi opinión, habría merecido un premio Nobel mucho más que algunos de sus receptores, en algún caso, incluso, personas que contribuyeron a algunos de los problemas que Colborn denunció (como por ejemplo, el que descubrió el uso como insecticida del DDT).
Colborn hizo un notable esfuerzo por alertar acerca de los riesgos de los productos químicos empleados en el "fracking" 
Nacida en 1927 en una localidad de New Jersey Theo Colborn manifestó pronto un amor por las aves y la naturaleza salvaje que le acompañaría toda la vida. Durante unos años se dedicaría profesionalmente a la Farmacia, que es lo que había estudiado inicialmente, en New Jersey, hasta que en los años 60 se trasladó al oeste, a espacios más salvajes. Allí, acabaría introduciéndose cada vez más en el mundo de la ciencia y el activismo ambiental, especialmente a partir de mediados de los 70. Su espíritu me recuerda, en alguna medida, al de ésa otra gran científica norteamericana, Rachel Carson, la autora de Primavera silenciosa a la que, por cierto, Theo admiraba.
Colborn establecería contacto y colaboraría con entidades como la Estación Biológica de las Montañas Rocosas en el estudio de la contaminación de las aguas. Finalmente, a finales de esa década, tras muchas actividades realizadas, decidió volver a estudiar para convertirse en una experta en asuntos de contaminación de las aguas, obteniendo después además, entre otras cosas, un doctorado, a los 58 años de edad, en zoología. Estudiaría los más diversos aspectos de epidemiología, toxicología, química del agua... Como manifestaría posteriormente, necesitaba esos títulos para que se le prestase la debida atención. Trabajaría en la Oficina de Asistencia Tecnológica de Washington sobre asuntos de polución atmosférica y, posteriormente con World Wildlife Fund y The Conservation Foundation momento en el que estudiaría las consecuencias de la contaminación de los Grandes Lagos, realizando diversos informes para organismos oficiales. Esos y otros trabajos acabarían llevándola al desarrollo de una nueva visión acerca de los efectos de los contaminantes químicos sobre la salud humana y de los ecosistemas que abrirían la puerta a todo lo que hoy se sabe acerca de los disruptores endocrinos, esas sustancias que, en especial cuando nos exponemos a ellas cuando estamos en el seno materno pueden tener efectos tan sutiles como graves.
Es imposible sintetizar en un artículo breve como este todo lo que hizo y ha representado Theo Colborn que, en sus últimos años, aparte de seguir publicando en revistas científicas, hizo un notable esfuerzo por alertar, por ejemplo, acerca de los riesgos de los productos químicos empleados en el "fracking" o fractura hidráulica, polémico método de obtención de gas del subsuelo.
 El mayor honor que podría hacérsele es que alguna vez los ciudadanos y en especial los políticos estuviesen a la altura del reto que estos contaminantes, asociados por la comunidad científica a una parte del auge de importantes problemas sanitarios, se tomasen en serio lo que se sabe sobre ellos y se actuase, sin plegarse a las dudas artificialmente creadas por la industria para crear la coartada de que hay una falsa "controversia" científica que realmente no hay.
Los diseñadores químicos en su fiebre creadora al servicio de los negocios industriales, pensando solo en las aplicaciones utilitarias concretas, y desde una óptica reduccionista que no contemplaba debidamente los posibles efectos que podían causar estas sustancias en la trama viviente, han generado decenas de miles de sustancias sintéticas que se producen anualmente en órdenes de cientos de millones de toneladas.
Una parte de esta química sintética son disruptores endocrinos
La química de la Biosfera y la química de la "tecnosfera" como comento en mi libro "La Epidemia Química", que no es más que un intento periodístico de divulgar los hallazgos de científicos como Colborn, han entrado en colisión.
Si el hombre producía en 1930 un millón de toneladas de química sintética, en la actualidad pueden ser cerca de 800 millones de toneladas anuales. Una parte de esta química sintética son disruptores endocrinos. Sustancias que pueden actuar a bajísimas concentraciones, causando alteraciones en la trama de la vida, especialmente cuando el ser que se expone a ellas es una criatura en desarrollo, como un embrión o un feto dentro de su madre.
Theo Colborn dedicó su vida a abrirnos los ojos sobre este problema.
Hagamos caso de lo que nos dice la comunidad científica. Miremos a nuestro alrededor y veamos como de unas décadas a esta parte crecen una serie de desarreglos metabólicos, problemas en el desarrollo neuronal de los niños,  problemas reproductivos, cánceres hormono-dependientes (como los de mama, próstata o testículos)... y otros problemas. E intentemos saber un poco acerca de la relación que todo esto puede tener, en mayor o menor medida, con nuestra exposición cotidiana a una serie de sustancias. Si se llega un día a que una parte de la población sepa de esto solo la centésima parte de lo que sabe de ciertos personajillos de la prensa rosa, de los futbolistas y otras tantas intrascendencias, es probable que  todavía quepa una esperanza.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Un Boeing 767 israelí.
  • Un Boeing 767 israelí.

Un avión Boeing 767 del régimen israelí brinda apoyo militar al régimen saudí en su criminal agresión contra Yemen, según un informe.
La cadena iraní de noticias en lengua árabe, Alalam, ha informado este viernes, citando fuentes locales anónimas, de que un avión israelí de pasajeros modelo Boeing 767 ha trasladado armas y municiones a la base de Al-Anad, en la provincia de Lahij, en el suroeste de Yemen, que está bajo el control de las fuerzas saudíes y de tropas afiliadas al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.
La fuente consultada ha indicado además que el principal objetivo de tal cargamento es aumentar la capacidad de los agresores saudíes y sus aliados para hacer frente al avance del Ejército yemení y a los combatientes del movimiento popular Ansarolá.
El pasado mes de octubre, un avión Boeing 747 israelí suministró armas a las fuerzas saudíes en la región de Asir, en el sur del reino árabe.
Cabe señalar que desde el inicio de la agresión saudí a Yemen, el régimen deIsrael ha proporcionado servicios de espionaje a Arabia Saudí, además de que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ha expresado su apoyo a la ofensiva militar.
En septiembre, el portavoz del Ejército yemení, el coronel Sharaf Luqman, revelóque Riad había pagado cuatro mil millones de dólares al régimen israelí para que participase en la agresión saudí a Yemen.
 El portavoz del Ejército yemení, Sharaf Luqman.

Por su parte, la agencia local Saba News ha afirmado hoy viernes que el Ejército yemení, secundado por combatientes populares, ha lanzado una lluvia de cohetes contra posiciones militares saudíes en las regiones de Jizan y Nayran, ubicadas en el sur del reino árabe.
Los ataques yemeníes han provocado la muerte de varios soldados saudíes y han generado destrucción y daños materiales en los puestos castrenses saudíes.
Según un balance reciente de la Coalición Civil de Yemen, al menos 7495 personas han muerto y otras 16 058 han resultado heridas por las ofensivas de Arabia Saudí en Yemen.
mkh/mla/hnb

jueves, 19 de noviembre de 2015

Exgeneral de EE.UU.: "Creamos el Estado Islámico con financiación de nuestros aliados"

Publicado: 21 feb 2015 11:31 GMT
Un general estadounidense retirado ha reconocido que los aliados de Washington crearon el Estado Islámico para hacer frente al movimiento de resistencia libanés Hezbolá.
Wesley Clark, que fue el comandante supremo aliado en Europa de 1997 a 2000, realizó estas declaraciones este martes en una entrevista en la cadenaCNN.
"El Estado Islámico comenzó a través de la financiación de nuestros amigos y aliados", confesó.
"Si se requiere a alguien que luche a muerte contra Hezbolá, se busca afanáticos y fundamentalistas. Solo ellos pueden lidiar contra Hezbolá", destacó.
El general no precisó qué aliados se involucraron en la creación del Estado Islámico.
No son las primeras críticas de Wesley Clark contra Washington. Así, en su libro de 2003 escribía que Estados Unidos llevaba a cabo una campaña de guerra que había comenzado en Irak y que se extendería por Siria, el Líbano, Libia, Somalia, Sudán y, al final, Irán.

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La gran mentira: los 26 aspectos del Estado Islámico que EE.UU. no quiere que sepa

Publicado: 20 nov 2014 03:47 GMT | Última actualización: 20 nov 2014 08:11 GMT
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Un profesor emérito de la Universidad de Ottawa, Canadá, explica en 26 conceptos por qué el Estado Islámico es un gran aliado de EE.UU. y cómo "la guerra contra el terrorismo" en realidad es un apoyo al islamismo radical.
"La guerra de EE.UU. contra el Estado Islámico es una gran mentira". Así empieza su artículo Michel Cossudovsky, un economista canadiense, escritor y profesor emérito de la Universidad de Ottawa, Canadá, publicado en la página web del Centro de Investigación sobre la Globalización

Después de investigar centenares de documentos, el profesor saca una serie de conclusiones que a primera vista parecen una paradoja: toda la política de EE.UU. relacionada con la lucha contra el terrorismo en realidad sirve a los intereses yihadistas que, a su vez, están apoyados y financiados por el Gobierno estadounidense. En 26 conceptos Cossudovky explica cómo ha llegado a esta opinión.

Historia de Al Qaeda

1. Al Qaeda y sus organizaciones afiliadas recibieron todo el apoyo de EE.UU. hace casi 40 años, al iniciarse la guerra afgano-soviética (1979-1989).

2. En un período de diez años comprendido desde 1982 hasta 1992 unos 35.000 yihadistas procedentes de 43 países fueron reclutados para la yihad afgana en los campos de entrenamiento de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.) en Pakistán. Miles de anuncios pagados por EE.UU. aparecieron en los medios de comunicación de todo el mundo para motivar a los jóvenes a unirse a la yihad.
 
3. La Universidad de Nebraska, EE.UU., publicó libros yihadistas para difundirlos en las escuelas de Afganistán de aquel tiempo.
 
4. Osama bin Laden, el terrorista "número uno" para EE.UU., fue reclutado por la CIA en 1979 cuando inició la guerra yihadista patrocinada por EE.UU. contra la Unión Soviética en Afganistán. Tenía 22 años al terminar su entrenamiento en el campo de guerrillas de la CIA.

5. Ronald Reagan, cuadragésimo presidente de EE.UU., llamó a los terroristas de Al Qaeda "luchadores por la libertad". El Gobierno estadounidense suministró armas a las brigadas islámicas para su lucha contra la Unión Soviética. El cambio de régimen llevó a la desaparición del gobierno secular en Afganistán.
reagan.utexas.edu
 

El Estado Islámico (EI)

6. El Estado Islámico fue inicialmente una entidad afiliada a Al Qaeda creada por la inteligencia estadounidense con el apoyo del MI6 británico, el Mossad de Israel y las inteligencias de Pakistán y Arabia Saudita.

7. Las brigadas del EI participaron junto con EE.UU. y la OTAN en la guerra civil en Siria dirigida contra el Gobierno de Bashar al Assad.

8. La OTAN y los altos funcionarios turcos fueron los responsables del reclutamiento de los militantes del Estado Islámico y al-Nusra (grupo radical islámico sirio) desde el inicio del conflicto en Siria en el 2011.

9. En las filas del EI hay una representación del Ejército y la inteligencia de los estados occidentales. Así, el MI6 británico ha participado en el entrenamiento de los rebeldes yihadistas en Siria.

10. En una información de CNN de 9 de diciembre de 2012 un alto funcionario de EE.UU. y varios diplomáticos de alto rango admitieron  que "EE.UU. y algunos aliados europeos entrenan a través de especialistas militares a los rebeldes sirios para que se hagan con arsenales de armas químicas en Siria".

11. La práctica del EI de las decapitaciones formaba parte de los programas de entrenamiento de yihadistas implementadas en Arabia Saudita y Qatar.

12. Arabia Saudita, aliado de EE.UU., liberó de sus cárceles a miles de reos con condena a condición de que se unieran al EI para luchar contra Assad en Siria.

13. Israel ha apoyado a las brigadas del EI y al-Nusra en los Altos del Golán, un territorio disputado por Israel y Siria. En febrero de 2014 el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó un hospital en la frontera con Siria donde apretó la mano a un rebelde sirio herido.
MENAHEM KAHANA
 

Siria e Irak.

14. El EI actúa como avanzadilla militar de los intereses de EE.UU. y sus aliados ya que causa destrucción y caos político y económico en Siria e Irak.

15. El actual senador de EE.UU. John McCain se ha reunido con los líderes terroristas yihadistas, militantes del EI incluidos, en Siria.

16. El Estado Islámico, que supuestamente resiste los bombardeos de la coalición liderada por los EE.UU., continúa recibiendo ayuda militar secreta de los estadounidenses.

17. Los bombardeos de EE.UU. y sus aliados no van dirigidos al Estado Islámico sino a la infraestructura económica de Irak y Siria incluidas fábricas y refinerías de petróleo.

18. El proyecto del califato cabe perfectamente en la agenda de la política exterior de EE.UU. desde hace muchos años para repartir Irak y Siria en tres territorios separados: una república de Kurdistán, un califato islamista sunita y una república árabe chiíta.

"La guerra contra el terrorismo"

19. "La guerra contra el terrorismo", una campaña de EE.UU. iniciada en 2001 y apoyada por algunos miembros de la OTAN, se presenta como "un choque de civilizaciones" cuando en realidad persigue objetivos económicos y estratégicos.

20. EE.UU. apoyó de manera secreta  a diversas entidades afiliadas de Al Qaeda en Oriente Medio, África Subsahariana y Asia para crear conflictos internos y desestabilizar a los países independientes.

21. Entre tales grupos se puede nombrar a Boko Haram en Nigeria, el Grupo de Combate Islámico de Libia o Jemaah Islamiya en Indonesia.

22. Las organizaciones afiliadas a Al Qaeda en la región autónoma de Xinjiang Uigur, China, también reciben apoyo estadounidense. El objetivo declarado de estas entidades yihadistas es establecer un califato islámico en el oeste de China.

"Nuestros" terroristas.

23. La paradoja consiste en que mientras el EI ha crecido gracias al apoyo estadounidense, el objetivo "estratégico" de EE.UU. es la lucha contra el islamismo radical del grupo yihadista.

24. La amenaza terrorista es una creación puramente estadounidense que es promocionada por otros gobiernos occidentales y medios de comunicación. Bajo el supuesto objetivo de la protección de la vida de sus ciudadanos se violan las libertades civiles y la privacidad.

25. La campaña antiterrorista contra Al Qaeda y el Estado Islámico ha contribuido de manera drástica a la "demonización" de los musulmanes, a los que se asoacia con las crueldades de los yihadistas.

26. Cualquiera que cuestiona "la guerra contra el terrorismo" es declarado terrorista y sometido a las numerosas leyes antiterroristas aprobadas en la última década en EE.UU.

Rusia demuestra que EE.UU. no combate a los terroristas de Daesh

  
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Rusia demuestra con evidencias que EEUU no ha hecho nada desde hace más de un año para combatir a Daesh (Estado "Islámico") y sobre todo las fuentes de financiamiento de los terroristas.
Haciendo pública una serie de fotografías que muestran el volumen de petróleo que comercializa el Estado Islámico, Vladímir Putin demostró que Estados Unidos no toma en serio la lucha contra el terrorismo, opina el escritor y periodista Pepe Escobar.
En la cumbre del G-20 que tuvo lugar en Turquía, el presidente ruso Vladímir Putin hizo pública una serie de fotografías que demuestran el volumen de petróleo que comercializa el Estado Islámico.
"He mostrado a nuestros colegas imágenes espaciales y tomadas por aviones, en las cuales se ve claramente qué volumen tiene el comercio ilegal de petróleo y sus derivados. Columnas de vehículos petroleros extendiéndose por decenas de kilómetros, de manera que a partir de una altura de 4.000 o 5.000 metros desaparecen en el horizonte. Parece un sistema de tuberías de petróleo", comentó el mandatario ruso e hizo hincapié en la necesidad de prevenir la venta ilegal y que los terroristas reciban ingresos del petróleo y sus derivados.
Pepe Escobar afirma que con esta acción, Vladímir Putin "desmintió ―gráficamente― ante todos los participantes de la cumbre del G-20, el mito de que Washington está seriamente comprometido en la lucha contra el EI". Según el periodista, inmediatamente después de la revelación que hizo el presidente ruso, EE.UU. por primera vez bombardeó los camiones cisterna del Estado Islámico que traficaban petróleo. El único bombardeo de las columnas de vehículos petroleros que tuvo lugar antes de que lo realizara EE.UU. fue llevado a cabo por la fuerza aérea iraquí, indica Escobar.
Surgen preguntas obvias: ¿por qué el Pentágono que dirige operaciones en Siria desde hace un año no pudo detectar las rutas de los terroristas antes? ¿EE.UU. no tiene satélites?
"La razón principal por la cual la administración de Obama no había pensado en esto antes [bombardear vehículos petroleros] es Turquía", sostiene Pepe Escobar. El periodista señala que Washington necesita mantener una relación bilateral de aliados con Ankara, que se beneficia con el contrabando de petróleo, para poder usar la base aérea de Incirlik.
Gursel Tekin, uno de los miembros del partido socialista de Turquía, reveló que el petróleo que comercializa el EI se transporta a Turquía por BMZ, una compañía de transporte controlada nada menos que por Bilal Erdogan, el hijo del presidente Recep Tayyip Erdogan, aclara Escobar.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

La República Francesa como rehén

La guerra que se extiende a París resulta incomprensible para los franceses, que nada saben de todas las actividades secretas de su gobierno en el mundo árabe, de sus alianzas contra natura con las dictaduras del Golfo y de su activa participación en el terrorismo internacional. El Parlamento francés nunca ha abordado esas políticas y los grandes medios de prensa raramente se atreven a mencionarlas.
 | DAMASCO (SIRIA)  


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Hace 5 años que los franceses oyen hablar de guerras lejanas, sin entender de qué se trata. La prensa los informó ampliamente sobre la implicación de sus fuerzas armadas en Libia, pero nunca ha hablado de la presencia de soldados franceses en el Levante. Muchos leen mis artículos sobre ese tema pero los ven como extraños cuentos orientales. A pesar de mi historia personal, es de buen tono calificarme de «extremista» o de «conspiracionista» y resaltar que sitios web de todas las tendencias, incluyendo los auténticamente extremistas o complotistas, reproducen mis artículos. Pero nadie encuentra cómo responder a lo que escribo. Como tampoco nadie escucha mis alertas sobre las alianzas en las que Francia se ha implicado.
Y la verdad ignorada emerge bruscamente.
En la noche del viernes 13 de noviembre de 2015, Francia fue atacada por varios comandos que asesinaron al menos 130 personas en 5 lugares diferentes de París. Se ha decretado el estado de urgencia por 12 días en todo el territorio nacional y el Parlamento podría prolongarlo.

No existe vínculo directo con
el caso de Charlie Hebdo

La prensa francesa interpreta este acto de guerra vinculándolo al atentado perpetrado en las oficinas de Charlie Hebdo, a pesar de que los modus operandi son totalmente diferentes. En enero, el objetivo era matar a personas bien identificadas mientras que el viernes 13 se vio un ataque coordinado e indiscriminado contra un gran número de personas.
Hoy se sabe que el redactor jefe de Charlie Hebdo acababa de recibir una «donación» de 200 000 euros para que continuara su campaña antimusulmana [1]. También se sabe ahora que los asesinos de Charlie Hebdo estaban vinculados a los servicios de inteligencia franceses [2] y que el origen del armamento que utilizaron está clasificado como Secreto Militar [3]. Ya demostré en un trabajo anterior que este atentado no fue una operación islamista [4]. También demostré que fue objeto de una inmediata recuperación mediática [5] y que esa recuperación encontró eco en la población hostil a la República [6] –idea brillantemente desarrollada unos meses después por el demógrafo Emmanuel Todd [7].
Si volvemos a concentrarnos en la guerra que acaba de extenderse a París, veremos que es una novedad en Europa occidental. No es comparable a los atentados perpetrados en Madrid en 2004. En España nadie disparó sobre la gente, tampoco hubo kamikazes sino 10 bombas distribuidas en 4 lugares diferentes [8]. Lo que se vio el viernes en Francia es lo que viven cada día numerosas poblaciones del «Medio Oriente ampliado» desde 2001. Y también encontramos hechos comparables fuera de esa región, como los 3 días de ataques diferenciados en Bombay –en 2008 [9].
Aunque los atacantes de París fuesen realmente musulmanes e incluso a pesar de que algunos de ellos hayan gritado «¡Allah Akbar!» mientras disparaban sobre los transeúntes, no existe ningún vínculo entre esos ataques, el islam y una eventual «guerra de civilizaciones». O sea, esos comandos tenían órdenes de matar gente al azar, sin preocuparse por la religión de sus víctimas.
De la misma manera, es absurdo tomar al pie de la letra el móvil que el Emirato Islámico invoca contra Francia –aunque no quepa duda de la implicación de ese grupo en este ataque. Si el Emirato Islámico realmente quisiese «vengarse», sería en Moscú donde habría realizado esos ataques.

Francia es un Estado terrorista,
al menos desde 2011

La lectura de esos hechos se hace más complicada porque detrás de los grupos no estatales siempre se esconden Estados que los financian. Durante los años 1970, el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, más conocido como «Carlos», se había puesto, por convicción, al servicio de la causa palestina y de la Revolución, con discreto respaldo de la URSS. En los años 1980, el ejemplo de Carlos fue invocado por mercenarios que en realidad trabajaban para quién mejor pagara, como Sabri al-Banna, más conocido como «Abu Nidal», quien efectuó atentados por cuenta de Libia y Siria, pero también por encargo de Israel. Hoy en día existe una nebulosa del terrorismo y de la acción secreta en la que están implicados numerosos Estados.
Aunque los Estados siempre niegan su participación en grupos terroristas, el ministro francés de Exteriores Laurent Fabius declaró en diciembre de 2012, durante la conferencia de los «Amigos de Siria» en Marrakech, que al-Nusra –la rama de al-Qaeda en Siria– estaba haciendo «un buen trabajo» [10].
Teniendo en cuenta su condición de ministro francés, el señor Fabius sabía perfectamente que su respaldo a una organización que el Consejo de Seguridad clasifica como terrorista no le valdría acabar ante un tribunal. Pero sí asumía un grave riesgo para su país, hundiéndolo así en la caldera del terrorismo.
En realidad, Francia ya estaba implicada del lado de al-Qaeda –al menos desde inicios de 2011. En aquel momento, el Reino Unido y Francia se habían unido al proyecto estadounidense de «primavera árabe». El objetivo era derrocar a todos los regímenes árabes laicos y reemplazarlos por dictaduras de la Hermandad Musulmana. Londres y París descubrieron esa operación cuando ya estaba en marcha en Túnez y en Egipto, pero es muy probable que la participación de ambos gobiernos haya sido solicitada de antemano contra Libia y Siria [11].
En Libia, los gobiernos de Francia y del Reino Unido organizaron –con ayuda de las fuerzas especiales de Italia– las matanzas de Bengazi y, posteriormente –con ayuda de al-Qaeda– la toma de varios arsenales del ejército libio. Yo mismo soy testigo de ello ya que, en agosto de 2011, hallándome bajo la protección de Khamis el-Kadhafi, en momentos en que la OTAN tomaba por asalto la capital libia, el hotel Rixos –donde nos encontrábamos– fue asediado por la “Brigada de Trípoli”, una unidad de al-Qaeda bajo el mando de Mahdi al-Harati, cuyos hombres, al grito de «¡Allah Akbar!», estaban directamente dirigidos por oficiales franceses en misión. Posteriormente, el propio Mahdi al-Harati fue, junto con su jefe Abdelhakim Belhadj, fundador del Ejército Libre Sirio, en realidad un grupo de al-Qaeda que se identifica con la bandera de la colonización francesa.
En Siria, está ampliamente demostrada la presencia de oficiales franceses a la cabeza de los grupos armados en momentos en que perpetraban crímenes contra la humanidad.
Francia ha estado jugando, desde entonces, un juego extremadamente complejo y peligroso. En enero de 2013, un mes después de la declaración pública de Laurent Fabius en apoyo a al-Qaeda en Siria, Francia emprendía en Mali una operación contra ese mismo grupo terrorista, provocando así acciones de represalia contra sus agentes infiltrados en Siria.
De todo eso, los franceses nunca han oído hablar. Y nunca se les ha hablado de ello porque, aunque Francia dispone de organizaciones democráticas, la política actual del gobierno francés en el mundo árabe nunca se ha debatido públicamente. Lo único que se ha hecho –en violación del Artículo 35 de la Constitución de la República Francesa– ha sido entrar en guerra contra Libia y contra Siria después de unas pocas horas de debates parlamentarios, superficiales y sin voto final. Los parlamentarios franceses han renunciado a ejercer su mandato, que consiste en controlar las acciones del Ejecutivo en materia de política exterior, pensando que se trata de un sector reservado al presidente de la República, supuestamente sin consecuencias para la vida cotidiana de los franceses. Hoy todos pueden comprobar, por el contrario, que la paz y la seguridad –uno de los 4 «Derechos del Hombre y del Ciudadano» proclamados en 1789 (Artículo 2), dependen directamente de la política exterior. Lo peor está por llegar.
A inicios de 2014, cuando los halcones liberales estadounidenses daban los últimos toques a su plan de transformación del «Emirato Islámico en Irak y el Levante» (EIIL) en lo que sería Daesh [12], Francia y Turquía se encargaron de hacer llegar municiones a al-Qaeda para que combatiera el Emirato Islámico –esto está debidamente comprobado gracias a un documento presentado al Consejo de Seguridad de la ONU el 14 de julio de 2014 [13].
Sin embargo, Francia se unió después a la operación secreta de los halcones liberales de Washington y participó en la coalición internacional contra el Emirato Islámico, de la que hoy sabemos todos que, contrariamente a lo que anunciaba su nombre, no bombardeó al Emirato Islámico sino que le lanzó en paracaídas cargamentos de armas durante todo un año [14]. La situación siguió evolucionando aún después de la firma del Acuerdo 5+1 con Irán. En el terreno, Estados Unidos se volvió súbitamente contra el Emirato Islámico y lo empujó hacia Hassaké (en Siria) [15]. Pero no fue hasta mediados de octubre de 2015 –hace sólo un mes– que Francia reinició los ataques contra el Emirato Islámico. Pero no fue para detener las masacres de sus yihadistas sino para conquistar parte del territorio que estos ocupan en Siria y en Irak e instalar en ellos un nuevo Estado colonial que sería designado como «Kurdistán», a pesar de que los kurdos serán allí extremadamente minoritarios [16].
Con esa perspectiva, Francia envió su portaviones –que todavía no está en la zona– para apoyar a los marxista-leninistas kurdos del YPG –pero, ¿qué significa esta referencia política cuando el proyecto es la creación de un Estado colonial?– contra el Emirato Islámico… el ex aliado de París.
Ahora estamos viendo un segundo efecto de boomerang. Pero no de parte de al-Qaeda en Siria. Ahora el golpe viene del Emirato Islámico en Francia, que sigue instrucciones de los inconfesables aliados de la propia Francia.

¿Quién dirige el Emirato Islámico?

El Emirato Islámico, llamado Daesh en el mundo árabe, es una creación artificial. Es solamente el instrumento de la política de un grupo de Estados y multinacionales.
Sus principales recursos son el petróleo, las drogas afganas –los franceses siguen sin entender las consecuencias que tienen estas últimas en su propio suelo– y las antigüedades provenientes del Levante. Todo el mundo está de acuerdo en que el petróleo robado transita libremente a través de Turquía antes de ser vendido en Europa occidental. A la vista de los volúmenes de petróleo robado, trasladado y vendido no cabe duda del apoyo que el Estado turco aporta al Emirato Islámico [17].
Hace 3 semanas, el vocero del Ejército Árabe Sirio revelaba que 3 aviones –fletados uno por Turquía, otro por Arabia Saudita y el tercero por los Emiratos Árabes Unidos– acababan de sacar de Siria grupos de combatientes del Emirato Islámico, transportándolos a Yemen. En este caso, tampoco hay duda posible sobre los vínculos de esos 3 países con el Emirato Islámico, en violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde la primera conferencia de Ginebra, en junio de 2012, he venido explicando que en el seno del aparato estatal de Estados Unidos existía una facción que estaba haciendo su propia política, en contra de la política de la Casa Blanca. Al principio, quien encabezaba esa facción era el general David Petraeus, el entonces director de la CIA y cofundador del Emirato Islámico en 2007 («The Surge») [18], hasta que fue arrestado, al día siguiente de la reelección de Barack Obama. Vino después el turno de la secretaria de Estado Hillary Clinton, a quien un «accidente» le impidió mantenerse en el cargo durante la llamada «transición presidencial». Esa facción prosiguió entonces la lucha a través del embajador Jeffrey Feltman, secretario general adjunto de Naciones Unidas, desde sus oficinas en la sede de la ONU, y del general John Allen, a la cabeza de la coalición que supuestamente luchaba contra el Emirato Islámico.
Ese grupo, que forma parte del «Estado profundo» estadounidense, que sigue oponiéndose al Acuerdo 5+1 firmado con Irán y lucha contra la República Árabe Siria, sigue teniendo gente dentro de la administración Obama. Lo más importante es que puede contar con la ayuda de grandes transnacionales, que disponen de presupuestos más importantes que los de los Estados, lo cual les permite financiar sus operaciones secretas. En ese caso se hallan, por ejemplo, el gigante petrolero Exxon-Mobil (el verdadero dueño de Qatar), el fondo de inversiones KKR y el ejército privado Academi (antes conocido como Blackwater).
Actuando por cuenta de esos Estados y de esas transnacionales, Francia se ha convertido en un país mercenario.

El chantaje a Francia

El 11 de noviembre de 2015, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, aseguraba que Francia tenía un compromiso en contra del terrorismo [19].
El 12 de noviembre, el Observatorio Nacional sobre la Delincuencia y las Respuestas Penales –vinculado al ministerio francés del Interior– publicaba un informe que señala que el terrorismo se ha convertido en la segunda preocupación de los franceses, inmediatamente después del desempleo [20].
En la mañana del viernes 13 de noviembre, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, presentaba en la localidad parisina de Nanterre un plan de 20 medidas para luchar contra el tráfico de armas [21].
Es evidente que el gobierno esperaba lo peor, lo cual quiere decir que estaba negociando con quienes realizaron los ataques. Francia aceptó un compromiso que no cumplió y ahora es víctima de un chantaje de parte de los amos a quienes acaba de traicionar.
En la mañana del mismo viernes 13 de noviembre, día de los atentados, los servicios de urgencia de los hospitales habían realizado un ejercicio que simulaba varios atentados [22]. Esta coincidencia ya se había visto durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en Washington, al igual en los del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres.

Conclusión provisional

Los sucesivos gobiernos franceses han establecido alianzas con Estados cuyos valores son contrarios a los valores de la República Francesa. Los gobiernos franceses sucesivos han ido comprometiéndose progresivamente a librar guerras secretas por cuenta de esos Estados, antes de renunciar a esos compromisos. El presidente Hollande; su jefe de estado mayor particular, el general Benoit Puga; su ministro de Exteriores Laurent Fabius y su predecesor Alain Juppé, ministro bajo el mandato del ex presidente Sarkozy, son actualmente objeto de un chantaje del que sólo podrán liberarse revelando en qué implicaron indebidamente al país, aunque eso los ponga en peligro de tener que comparecer ante la Alta Corte de Justicia.
El 28 de septiembre, desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, dirigiéndose a Estados Unidos y a Francia, el presidente Putin exclamaba:
«Me gustaría preguntar a los responsables de esta situación:
“¿Están ustedes al menos conscientes de lo que ustedes mismos han hecho?”
Pero mucho me temo que esta pregunta quede sin respuesta, porque estos personajes no han renunciado a su política, basada en una exagerada confianza en sí mismos y en la convicción de su propia excepcionalidad y de su propia impunidad.» [23].
Y no lo han escuchado. No lo han escuchado los estadounidenses, ni tampoco los franceses. Ahora es demasiado tarde.
Elementos fundamentales:
- El gobierno francés ha ido alejándose progresivamente de la legalidad internacional. Está perpetrando asesinatos políticos y dirigiendo acciones terroristas al menos desde 2011.
- El gobierno francés ha establecido alianzas contra natura con las dictaduras petroleras del Golfo Pérsico. Está trabajando con un grupo de personalidades estadounidenses y de compañías transnacionales para sabotear la política de apaciguamiento que tratan de aplicar los presidentes Obama y Putin.
- El gobierno francés ha entrado en conflicto con esos aliados poco recomendables. Uno de ellos orquestó los atentados perpetrados en París.