Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, 30/05/07.- La Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina, FeTERA, denuncia una vez mas, que los apagones producidos en la Ciudad de Buenos Aires, y en otras ciudades del país, acompañados de la escasez de gas y de otros combustibles, son consecuencia del modelo privatizador de empresas públicas iniciado por el gobierno de Carlos Menem y sostenido por todos los gobiernos posteriores hasta el día de hoy.
Hoy no faltan recursos energéticos en la Argentina, lo que falta es una política de recuperación del patrimonio nacional y una planificación para anticiparse a los crecimientos de consumo.
Desde Argentina se exporta gas, petróleo y naftas, estas exportaciones las realizan las empresas multinacionales que disponen de nuestros recursos, gracias a la libre disponibilidad de hidrocarburos que les otorga el Estado Argentino; violando la ley de Hidrocarburos. ¿Hasta cuándo la política de reservas, exportación y consumo va a seguir estando en manos de los intereses privados?
Por eso, no es cierto que no ha gas para las usinas, para el consumo doméstico o para los transportes; lo que hay es un privilegio hacia los intereses de las empresas multinacionales que prefieren vender en dólares en el exterior a vender en pesos en la Argentina.
Con respecto a las inversiones, no es cierto que no se hicieron, ya que el Estado Argentino autorizó la inversión de cientos de millones de dólares en gasoductos y poliductos para exportar a Chile, a Brasil y a Uruguay; lo que no se hizo, fue invertir en redes de distribución troncal para que los argentinos puedan tener gas; así el 40% de nuestra población depende del gas envasado, fundamentalmente la garrafa, que es cara y difícil de conseguir. Asimismo a los que tienen redes, también les falta gas.
Con respecto a las tarifas, sostenemos que entre el costo de extracción de gas y petróleo, y los precios de venta en el mercado interno, de los productos sin refinar, las empresas ganan mas del 600%, por lo que tampoco es cierto que haya que aumentar las tarifas y precios finales de combustibles y electricidad, para poder mejorar los servicios; al contrario hay que bajar los precios para no seguir pagando como si importáramos todo de Arabia Saudita
Como trabajadores de la energía sostenemos que la energía es un bien social, y como tal es un recurso que pertenece a los argentinos, forma parte de nuestro patrimonio, y es una riqueza que se está depredando. Nuestro planteo es que la energía debe volver a estar en manos del pueblo.
RENEGOCIADO PETROLERO Y LA FALTA DE COMBUSTIBLE
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No vale aquí reiterar que la actual situación que somete a la República a un estado de dependencia interna abrumador se originó en la infausta segunda década infame, comandada por la comadreja riojana - ©Escobar-. En una Argentina productora de alimentos -para 300 millones de personas- hay zonas de indigencia total y hambruna. Las empresas extranjeras se encargan de procesar lo que la tierra produce. Tierra que, de a poco, deja de ser de capitales nacionales. Con un país que se autoabastecía de combustible, pasamos a importar gas-oil venezolano, mientras el pequeño regordete firma acuerdos nulos de nulidad absoluta con la representante de la British Petroleum. Ahora, si se tienen las cosas claras, si tanto se blablea acerca del riojano apátrida, si se levanta la bandera de los Derechos Humanos y se pretende el cambio para la recuperación de la República ¿El Estado se encuentra inerme ante el bloqueo empresarial? ¿No es un caso de emergencia nacional? ¿No sería lícito terminar con la dependencia de un solo golpe e intervenir, con la ayuda de las fuerzas de seguridad, las destilerías, depósitos, empresas y acabar con esta agonía de formalidades que benefician a quienes nos han esquilmado gracias a un traidor a la Patria? ¿Qué espera el Ejecutivo Nacional para actuar a sangre y fuego? ¿O por mantener las formas hay que soportar que mueran ciudadanos por no tener techo y guarecerse inútilmente bajo cartones y chapas? Y que no salgan con lo de la seguridad jurídica porque no han sido inversiones sino sobornizaciones las que se verificaron en nuestro país, así como que cuando hay cuestiones legales a dirimir, se aceptaron los Tribunales de Nueva York. ¿De qué cambio se está hablando entonces?
Roberto Otero
(Albatros Prensa Comodoro 30/05/07)