En California se denunció que aumenta el número de pandilleros que se han infiltrado en las Fuerzas Armadas estadounidenses para recibir entrenamiento militar. Resulta increible que en las FF.AA. acepten y brinden formación a gente con prontuario diverso.
Los números hablan por sí solos: en 2003 apenas 16 incidentes habían sido relacionados con pandilleros en las Fuerzas Armadas estadounidenses, pero en 2006 la cifra llegó a 10.309, según el estudio titulado 'El incremento de la actividad criminal de las pandillas dentro del Ejército', revelado por la Oficina Federal de Investigación estadounidense (FBI) y en el que participaron 22 entidades oficiales, entre ellas el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
El estudio, clasificado como "sensible" y para uso de las corporaciones oficiales, fue difundido por el diario hispano de Los Angeles, La Opinión, y señala que integrantes de pandillas callejeras como la Mafia Mexicana (EME), la Mara Salvatrucha, Hell's Angels, The 18th Street Gang, Los Norteños, Los Sureños y otras agrupaciones han logrado infiltrarse en distintas bases militares estadounidenses.
Meses antes de que este informe fuese difundido, el Departamento de Policía de Ceres, norte de California, ya conocía sus fatales resultados.
Howard Stevenson, sargento de dicha dependencia, fue acribillado por Andrés Raya, un marine destacado en Camp Pendleton y miembro destacado de la pandilla Los Norteños.
De acuerdo con un informe del Departamento de Policía de Ceres, Raya, quien se encontraba de permiso, disparó a sangre fría contra el oficial hiriéndolo en 5 ocasiones, 2 de éstas, fueron tiros certeros a la cabeza. En el incidente resultaron heridos otros 3 oficiales y el pandillero perdió la vida.
Entonces, el jefe de la policía local, Art De Werk, convocó a sus oficiales a que tomaran la lucha antipandillas como un asunto de inteligencia militar.
"Los miembros de pandillas están utilizando las técnicas y habilidades aprendidas en el Ejército para cometer crímenes y de eso no hay duda. Lo preocupante es que ponen en riesgo no sólo a los oficiales sino a toda la sociedad", indicó Gregory Lee, ex supervisor de la Oficina Federal contra el Narcotráfico (DEA) y asesor privado en Los Ángeles.
En el sur de California las órdenes son, ahora, que cualquier indicio que revele el entrenamiento de un pandillero en las Fuerzas Armadas debe ser inmediatamente reportado.
"Tenemos órdenes precisas de buscar en cada cateo que hacemos a viviendas de pandilleros, fotos, uniformes del Army, cualquier cosa relacionada con el Ejército o que demuestre un entrenamiento militar de esa pandilla o pandillero", indicó un oficial.
Existe ya una base de datos especial recabada por la Unidad de Inteligencia Antipandillas.
"Para nosotros es vital saber si nos enfrentamos a un enemigo con entrenamiento militar", destacó George Zegurski, teniente titular de la unidad de inteligencia del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, quien se negó a revelar el número de pandilleros que a nivel local han sido entrenados por el Ejército.
"Son datos de uso exclusivo y oficial. No queremos discutir esto con la opinión pública", dijo el teniente Zegurski al periodista que lo interrogó.
Pese al hermetismo que existe sobre este tema, algunos expertos calculan que de cada 100 personas que ingresan al Ejército estadounidense hoy día, 2 tienen alguna relación con las pandillas.
"Es un secreto a voces que los cabecillas de las pandillas locales están alentando a sus miembros más jóvenes para que entren al Ejercito y reciban entrenamiento militar y luego éstos a su vez entrenan al resto de la banda ", expuso el ex asesor de la DEA.
La Agencia Nacional de Inteligencia Antipandillas, menciona que de 2003 a 2006 el Ejército estadounidense investigó más de 100 casos en los que se cometieron delitos que involucran a soldados relacionados con las pandillas más peligrosas de todo el país.
A su vez, el Comando de Investigación Criminal de las Fuerzas Armadas de USA, documentó la muerte de al menos 2 militares, asesinados, al parecer, por otros soldados relacionados con mafias rivales y mostró un aumento de incidentes violentos entre soldados pandilleros.
"Los oficiales no quieren que se hable de este tema porque pone al descubierto cómo el Ejército, en su afán de reclutar más soldados, ha tenido que reducir sus estándares de seguridad dejando ingresar voluntarios con antecedentes delictivos. Todos sabemos que un alto número de soldados ha muerto en el campo de batalla y otros han desertado. Hacen falta soldados y el Ejército tiene órdenes estrictas de incrementar el número de militares a nivel nacional reclutando incluso criminales", detalló Lee.
Bajo el llamado "permiso moral" (moral waiver) entre 2003 y 2006 las Fuerzas Armadas permitieron el ingreso al Ejército de 4.230 personas convictas por delitos criminales, 43.977 voluntarios con antecedentes de delitos menores y 58.561 adictos a las drogas. En 2007, otras 10.000 personas con antecedentes penales fueron reclutadas por el Pentágono, según una investigación del instituto Michael D. Palm Center con sede en Santa Bárbara, California.
"El problema no es que las Fuerzas Armadas estén reclutando convictos, al contrario, creemos que el US Army tiene programas de rehabilitación muy buenos, el problema es el aumento. El Ejército está más preocupado en llenar sus números de reclutamiento que en buscar los mejores candidatos", detalló Michael Bucai, titular de la investigación.
Sin embargo, detectar lazos entre las pandillas y los voluntarios interesados en ingresar al Ejército es cada vez más difícil.
Según expertos en pandillas, estas mafias están utilizando nuevas estrategias para infiltrar a sus miembros en las Fuerzas Armadas.
"Muchos pandilleros viejos están cuidando a sus nuevos miembros para que mantengan un récord criminal limpio y así puedan tener acceso al Ejército o armas sin que existan antecedentes penales. Hemos notado que incluso en delitos comunes los pandilleros están siendo obligados a dar el nombre de otro miembro de la banda que ya tiene antecedentes para que ése pague la sentencia y ayude a que los otros sigan limpios, aunque se trate de los verdaderos criminales", destacó un oficial antipandillas.
La filtración de pandilleros a las Fuerzas Armadas debe tomarse con seriedad, pues representa un riesgo importante para la seguridad local y nacional, dijo el ex oficial de la DEA.
(Fuente: Urgente 24 3/3/08)
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