Que el árbol no tape el bosque
El 8 de agosto de 1974 se realizó una reunión del Gabinete Presidencial
en la residencia oficial de Olivos. Dicha reunión, presidida por la
entonces presidenta María Estela Martínez y miembros de su gabinete,
decidieron sobre la vida de numerosos argentinos, entre ellas la de
Julio Tomás Troxler. Decidieron impartir "justicia" y en forma pronta
y muy didáctica se procedió a proyectar sobre una pantalla varias
diapositivas con las imágenes de quienes serían "ajusticiados" por
sus actividades "subversivas" o "antipatrióticas". Una vez terminada
la reunión presidencial, un ministro integrante del gabinete, y que
participó de dicha reunión y espantado ante semejante espectáculo,
decidió comunicarse con Julio Troxler para comunicarle y
advertirle sobre su suerte. Le aconsejó ausentarse del país para
salvar su vida, pero Julio no quiso. Argumentó que él no tenía
nada que ver con esas denuncias, que estaba en condiciones de probar
la inconsistencia de esos cargos infundados y que de su vida tanto
pública como privada nada tenía que ocultar. Semejante actitud heroica
le costó muy caro, pues pocos días después, el 20 de septiembre de
1974 cayó asesinado en el barrio de Barracas por la organización terrorista
Triple A, reivindicándose el hecho a través de comunicados enviados a los
medios de comunicación.
Esto y otros datos más forman parte de la denuncia que efectuara
uno de los hermanos de Julio, Federico Guillermo Troxler, el día 10 de
enero de 1978 desde su exilio en la ciudad de México. Ante la falta de
respuesta por parte de la justicia argentina, volvió a reiterar la denuncia,
esta vez con fecha 31 de julio de ese mismo año y otra más el 11 de
diciembre, como asimismo también elevara copias de la denuncia a los
medios gráficos "La Prensa", "Clarín" y "La Nación" con fecha 30 de
enero de 1978; y los diarios "El Patagónico" el 4 de abril y "Crónica" el
día 10 de abril del mismo 1978 de Comodoro Rivadavia, ciudad ésta
última lugar de residencia de Federico Troxler hasta antes de estos hechos.
En la denuncia relata los pasos en la investigación que realizara Federico
junto a otro hermano, Bernardo Ignacio Troxler. Ambos, en la necesidad
de sentar constancias y en la búsqueda hasta las últimas consecuencias de
los culpables del vil asesinato de su hermano Julio, y recurriendo a todas las
instancias posibles, deciden hacer primero la denuncia policial pero se
encuentran con la negativa a recibirlos en la sede policial cercana al hecho
negando inclusive lo sucedido. Por tal motivo es que luego se dirigen a
riesgo de sus vidas, a la cueva del lobo, es decir a la Policía Federal donde
fueron recibidos por el mismo Jefe de la repartición Federal Comisario
Alberto Villar. Durante la audiencia, Villar lo único que hacía era contestar
con evasivas y burlarse de los denunciantes. Llegó a jactarse que no habían
tenido tiempo de dedicarse al caso del asesinato de Julio y que posiblemente
había sido la CIA la autora del hecho. Llegado a este nivel en la charla es que
ambos hermanos le dicen a Villar que ellos sabían perfectamente que el
asesinato había sido dispuesto en una reunión del gabinete presidencial.
Dos días después de esta audiencia, varios sujetos se apersonaron con la
intención de detenerlos en la confitería "El Molino", frente al Congreso
Nacional donde los hermanos estaban realizando gestiones con legisladores
continuando con las investigaciones del asesinato. A esta altura de las
circunstancias, inmediatamente se dirigen a la Secretaría de Defensa, logrando
ingresar ya que uno de los hermanos, Bernardo, es ex suboficial del ejército,
dado de baja cuando el levantamiento militar del general Valle en 1956. Una
vez dentro de las fauces de la bestia, y luego de mucho insistir los reciben
finalmente nada más y nada menos, que los generales Jorge Rafael Videla
y Roberto Viola. En la audiencia expusieron y relataron los hechos solicitando
además garantías, por el hecho de que estaban siendo perseguidos. Los
generales, por supuesto, negaron todo aduciendo que "en el país había un
gobierno legalmente constituido". Prontamente y finalmente, los hermanos
dan su último recorrido, hasta llegar a la Embajada Mexicana a solicitar asilo
político, saliendo del país rumbo a México el día 4 de octubre de 1974.
Por último en la denuncia y para ir terminando, Federico solicita a la
Corte Suprema que ordene por donde corresponda a tomar declaración
a todas las personas mencionadas en la denuncia, es decir, a los ex
miembros del Gabinete Nacional, a la ex presidente María Estela Martínez,
a Jorge Rafael Videla y a Roberto Viola y que se adopten todas las
medidas sobre la investigación según surjan a través de las declaraciones
que se tomen a las personas mencionadas.
La causa finalmente quedó asentada en el Juzgado Criminal y Correccional
Federal Nro. 5 de Buenos Aires, con numero 2225.
Felicito que la causa por la Triple A se abra después de tantos años
para hacer justicia ante tantos asesinatos impunes. Felicito que estén detrás
de los matones mercenarios ejecutores y que se los encarcele. Pero los
felicitaré aún más cuando hagan justicia con los autores intelectuales de
esta organización siniestra y que aún están con vida y en sugestivo silencio
y que tuvo como objetivo la eliminación sistemática de los mejores hombres
y mujeres que dio el país. Fueron el camino de entrada para lo que luego
realizara la dictadura del 76. Fueron los cómplices para que se
llevara el plan sistemático de desaparición de personas y desnacionalización
económica y de mayor sometimiento nacional.
Quiero decir con esto que no nos quedemos solo con una parte de la causa
y con unos cuantos y nos perdamos de vista la profundidad de protagonistas
ideólogos y cómplices , los que idearon con sus mentes perversas semejante
accionar y de aquellos que sabiendo aún hoy callan teniendo mucho que contar.
Eva Troxler
Sobrina de Julio e
hija de Federico
9/01/07