viernes, 8 de diciembre de 2006

Ex combatientes de Malvinas repudian a la hija Thatcher/Una niña de Ayohuma

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EL FARO DEL FIN DEL MUNDO
 
 
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ACCION `POPULAR  NACIONALISTA
San Martín - Rosas - Perón
 
Martes 5 de diciembre, 1:59 PM
Ex Combatientes de Malvinas de Buenos Aires repudian visita de Carol Thatcher a Argentina
 
BUENOS AIRES, dic 5 (DyN) - El Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Buenos Aires anunció hoy que se movilizará para repudiar la visita a la Argentina de Carol Thatcher, hija de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher.
La agrupación consideró "inconcebible" que la mujer "pueda pasearse tranquilamente por la República Argentina - incluyendo Malvinas, por supuesto-, sin que la Cancillería argentina atine a repudiar dicha presencia".
Thatcher, periodista de 53 años, llegará hoy a Puerto Argentino y visitará Buenos Aires a mediados de mes, en el marco del documental que produce para un canal televisivo británico, titulado "La Guerra de Mami".
"Los veteranos de guerra repudian la presencia de la hija de Margaret Thatcher y solicitarán al gobierno nacional la denuncia de los acuerdos con Gran Bretaña", consignaron en un comunicado de prensa firmado por su presidente, Adrián Campana, y otros integrantes.
Agregaron que "la hija de la criminal de guerra se encuentra filmando un documental que reivindica los crímenes de su madre, aún impunes, así como la reocupación de las islas que nos pertenecen, enviando la más grande flota occidental movilizada después de la 2° Guerra Mundial".
"La presencia de Carol Thatcher viene a constituir una nueva provocación a la paciencia de los argentinos, sin que ello rompa el silencio de nuestros representantes", indicaron.
Por último, advirtieron que "cualquier argentino, sea veterano de guerra, familiar de caído, funcionario público o simple ciudadano, que se preste a colaborar con el proyecto de la hija de la 'Dama de Hierro', será considerado un traidor y colaboracionista con el enemigo".
 
 
ACCION  POPULAR  NACIONALISTA
San Martín - Rosas - Perón
 
Gentileza de Agrupación Nacionalista AYOHUMA
(Prov. de Tucumán)
 
 
 UNA NIÑA DE AYOHUMA MENDIGANDO EN BUENOS AIRES   
Las mujeres más nombradas y menos conocidas fueron las que la historia denominó genéricamente "las niñas de Ayohúma". Pero, ¿quiénes fueron? ¿Tenían nombre? ¿Qué hicieron? 
Según la tradición fueron las niñas de Ayohúma quienes asistieron a los soldados heridos durante el combate librado en ésas pampas. Eran soldados del ejército patrio al mando del General Manuel Belgrano, que venía de ser derrotado en Vilcapugio y ahora lo era en Ayohúma (actual territorio boliviano). 
En la Revista Crónica Histórica Argentina Nº 18 del año 1968, bajo el título "Anciana y Mendiga" se lee el siguiente artículo: 
Deambulando por la Plaza de la Victoria, o en los atrios de San Francisco, San Ignacio o Santo Domingo, podía verse en 1827 a una anciana mendiga, de tez morena; al pasar a su lado, se la oía pedir limosna con voz cascada y débil. Se alimentaba con los restos de comida y el pan que le daban en los conventos.
 Llamábase esta mendiga María Remedios del Valle. 
Cierto día acertó a pasar a su lado el general Juan José Viamonte. Este, después de mirarla detenidamente, le preguntó su nombre. Al oírlo se volvió a sus acompañantes: "Esta es 'La Capitana', dijo, 'La Madre de la Patria', la misma que nos acompañó al Alto Perú. Se trata de una verdadera heroína". Y cuántas veces la anciana había golpeado a la puerta de la casa del general pidiendo verlo, para ser sistemáticamente despedida por los criados!
 Viamonte no la olvidó. Cuando fue elegido diputado a la Sala de Representantes presentó ante ésta, el 25 de setiembre de 1827, una solicitud de pensión por los servicios prestados en la guerra de la Independencia". La Comisión de Peticiones recomendó a la Sala se aprobara el siguiente proyecto de decreto: "Por ahora y desde esta fecha la suplicante gozará del sueldo de Capitán de Infantería, y devuélvase el expediente para que ocurriendo al P. E. tenga esta resolución su debido cumplimiento". Pero la presidencia de la sala pospuso la consideración del proyecto a la de otros asuntos que parecían más urgentes.
 El 18 de febrero de 18128, Viamonte consiguió que se llevara el proyecto a la consideración de la Legislatura. Leída que fue la solicitud, algunos diputados pidieron mayores informes y, además, alegaron que la Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires no tenía facultad para otorgar recompensas por servicios prestados a la Nación.  
Entonces se levantó el general Viamonte y expresó: "Yo no hubiera tomado la palabra porque me cuesta mucho trabajo hablar, si no hubiese visto que se echan de menos documentos y datos. Yo conocí a esta mujer en el Alto Perú y la reconozco ahora aquí, cuando vive pidiendo limosna… Esta mujer es realmente una benemérita. Ha seguido al ejército de la Patria desde el año 1810, y no hay acción en el Perú en la que no se haya encontrado. Es bien digna de ser atendida porque presenta su cuerpo lleno de heridas de bala, y lleno también de las cicatrices por los azotes recibidos de los enemigos, y no se debe permitir que deba mendigar como lo hace".
 La Sala se conmovió ante la declaración de Viamonte, y otro diputado se alzó exclamando: "¡Esa infeliz mujer es una heroína! Y si no fuera por su condición de humilde se habría hecho célebre en todo el mundo". Por su parte, el representante García Valdéz refutó la objeción sobre las atribuciones afirmando que la Provincia pasaría por cruel e insensible si esperaba a que la Nación se organizase para premiar esos servicios. 
Entonces tomó la palabra el doctor Tomás de Anchorena, quien había sido secretario del general Belgrano en la campaña del Alto Perú. "Esta mujer –expresó- participaba en todas las acciones con tal valentía que era la admiración del general, de los oficiales y de toda la tropa. Era la única persona de su sexo a quien el riguroso Belgrano permitía seguir la campaña del ejército, cuando eran tantas las que lo intentaban. Ella era el paño de lágrimas, sin el menor interés, de jefes y oficiales. Todos la elogiaban por su caridad, por los cuidados que prodigaba a los heridos y mutilados, y por su voluntad esforzada de atender a todos los que sufrían. Su misma humildad es lo que más la recomienda".
La Sala resolvió reconocerle el sueldo correspondiente al grado de Capitán de Infantería, a abonársele desde la fecha en que inició su solicitud ante el Gobierno. Asimismo, dispuso nombrar una comisión que redactase y publicase una biografía de "La Capitana" y diseñase los planos y estableciese el presupuesto de un monumento que habría de erigírsele.
 Pero María nunca cobró un centavo, ni tuvo biografía ni monumento. El expediente que contiene el decreto aprobado por unaminidad quedó sepultado en alguna pila de papeles y nunca fue despachado. La heroína siguió mendigando y murió en la miseria.
Al menos una Niña de Ayohúma tiene nombre: María Remedios del Valle y un rango figurativo: La Capitana. Pero, cruel destino, fue una mendiga más en el Buenos Aires que ajeno a su entrega, le dio la espalda. Sea este recuerdo una flor para su memoria.  
 

 
 

 
 
 
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"La nuestra es un arma chica, como los cuchillos que los gauchos ataban a la punta de las tacuaras con tientos del país. Con esa poca cosa se hizo la Patria y en cambio con otras mejores se apuntaló a los que la vendieron. Con esta arma, chica, empezamos nosotros. Pero al salir, saldrá cortando y haremos Patria".
Arturo Jauretche