lunes, 11 de diciembre de 2006

El Concepto de Oriente




El concepto de Oriente

M.E. Gantus y A.H. Molina

(Clase introductoria del C.E.O.R)

Oriente es una idea vinculada no a una determinada ubicación geográfica sino a la percepción de un otro (u otros) cultural radicalmente diferente a Occidente. En la medida en que Europa consigue pensarse a sí misma como una unidad puede definir como "oriental" a aquellos pueblos que manifiestan una cultura diferente. Autores como Muhammad Asad sostienen que la cristalización del proceso por el cual Europa logra pensarse como portadora de una identidad propia se produce en la Primera Cruzada (1096 D.C.). Fue, sostiene, este llamado a la Cristiandad para combatir a ese "otro" religioso lo que hermanó a la Europa cristiana en su conjunto. El peso de lo que Sheik Anta Diop llama el factor psicológico (en el cual se encuentra el elemento religioso) es decisivo en la constitución de la identidad occidental. [1]

Las fronteras de Oriente se van a modificar en forma constante, teniendo en cuenta la participación o no de determinadas zonas geográficas en la vida cultural de Europa. Así, en determinados momentos históricos (por ejemplo en tiempos del Imperio romano) las costas del norte de Africa y del Levante participaron activamente en el desarrollo del comercio y la cultura mediterránea por lo que, incluso cuando se estudia hoy esos periodos o las escuelas de pensamiento que florecieron en estas regiones se los incluye en la "civilización occidental". Este es el criterio que emplea, por ejemplo, Mc Nall Burns cuando en su libro "Civilizaciones de Occidente" explica que, entre tales considera a las que se desarrollaron (en determinados periodos) en el norte de Africa y Medio Oriente.

El criterio es tan absolutamente cultural que lo "oriental" ha incluido, en momentos, a la misma Grecia. Recordemos que la llamada "Cuestión Oriental" fue un concepto que se utilizó en Europa (s. XVIII-XIX) para referirse a la debilidad del Imperio Otomano en su dominio sobre ciertas regiones; Grecia y la isla de Malta (por citar dos espacios reconocidos hoy como occidentales) al formar parte del Imperio Otomano eran considerados como zonas de "Oriente".

Con respecto a Africa las denominaciones que se emplearon también se modificaron teniendo en cuenta la presencia mayoritaria o no de poblaciones árabes-islámicas. Con la llegada y expansión del Islam en el norte de Africa se extendió el concepto de "oriente" a estas regiones que, ante los ojos de Europa, comenzaron a formar parte de una unidad cultural diferente que llegaba hasta el Asia central. Esta visión se encuentra presente todavía hoy en los estudios de ciertos africanistas que al momento de referirse al hombre africano "autentico" aclaran que se trata de aquel que vive en el Africa subsahariana, dejando fuera del análisis a todos los países del norte africano.

Esta es la idea que se esconde en el concepto norteamericano de "Medio Oriente" ya que Egipto, Israel, Jordania, Líbano y Siria se encuentran en el centro de un oriente que empezaría en las costas atlánticas. En tanto que los conceptos de "Oriente Próximo o Cercano" y "Lejano Oriente" son esencialmente europeos y establecen la proximidad o no de estas tierras con respecto de Europa. Estas nociones se encuentran tan íntimamente relacionadas con ciertos prejuicios para con "lo otro" cultural que a nadie se le ocurriría hablar de Estados Unidos como del "Lejano Occidente", pues se reconoce una cierta unidad con la tradición cultural europea.

La imaginación europea va a llenar a "Oriente" de diferentes contenidos; primero será la tierra de salvajes y sanguinarios pueblos, en la que se pierden los viajeros en busca de aventuras que habrán de confirmarles la superioridad occidental. A partir del siglo XVIII se convertirá en lugar de excesos y placeres, donde algunos europeos encontrarán una inagotable fuente de imágenes exóticas que se plasmarán en la producción artística de la época. Muchos de los prejuicios de estos dos momentos todavía se mantienen a la hora de intentar una aproximación a lo "oriental".

Este proceso clasificación del mundo oriental en la modernidad, alcanza su más acabada expresión con las invasiones napoleónicas de 1798 a Egipto. A partir de este momento surge un especial interés por conocer y clasificar las diferentes culturas que formaban parte de ese "Oriente". Así es que nace la Egiptología, como antecedente inmediato del Orientalismo. Éste es la institucionalización a nivel académico de la visión occidental como verdad científica en relación a los "otros" culturales. Los resultados que arrojaron siempre las investigaciones de los orientalistas, pretendían demostrar la superioridad técnica, cultural, cognoscitiva y espiritual de Europa.

El Orientalismo va a ser la justificación ideológica que sostendrá la política colonial europea en Asia y en África. Había que llevar a Oriente la educación, los avances tecnológicos, en definitiva, todo el saber.

El Oriente Místico.

En la filosofía y la mística desarrollada especialmente en Asia Central, el símbolo de Oriente como lugar de nacimiento del Sol (y por lo tanto de la Luz) será constantemente utilizado. Aunque ya encontramos antecedentes en los escritos herméticos y sobre todo en la religión mazdea (Persia 500 A.C.). Los últimos trabajos de Ibn Sina, conocido en Occidente como Avicena (980-1037), sentarán las primeras bases de lo que luego se conocerá como Filosofía Oriental. El Oriente al que hacía referencia, nada tenía que ver con un punto geográfico determinado, sino que designaba la necesidad de dirigir el Espíritu y la Razón hacia la Luz (Luz Divina).

"En esta Filosofía Oriental, el papel de la intuición y la iluminación intelectual es de capital importancia; la Filosofía pasa del intento de describir un sistema racional a explicar la estructura de la realidad con el objeto de ofrecer un esquema del Cosmos con cuya ayuda el hombre pueda escapar de este mundo, considerado como una cripta cósmica (...) La función principal de esta Filosofía consistió en proporcionar la posibilidad de una visión del Universo Espiritual" (Husain Nasr Vida y pensamiento en el Islam)

Este "Oriente de Luz" es el mundo espiritual que trasciende el mundo de las formas materiales, es la morada de Luz que nos ilumina y a través de la cual recibimos el verdadero conocimiento. Orientarse significa en este contexto volverse hacia ese Centro y Origen del que las cosas surgen realmente; Oriente es la dimensión interior y espiritual de las cosas.

Este concepto será desarrollado y llevado al extremo por los místicos iranios, al punto de definir al paso por esta vida como el tránsito por Occidente. El buscador espiritual, cuando se reconoce como tal se descubre extranjero en el mundo de los hombres; él es un "oriental" perdido en Occidente. En este punto la posibilidad de ubicar geográficamente lo "occidental" o lo "oriental" es nula. Esta distinción, que en el plano de lo geográfico aparece como horizontal se transforma en vertical; Oriente es el polo místico hacia el cual se debe ascender y Occidente es la tierra en su totalidad (tierra de sombras y confusión)

"Todas las civilizaciones han decaído, pero los modos difieren: la decadencia de Oriente es pasiva, y la de Occidente es activa. La falta del oriente decadente es que ya no piensa; la del Occidente decadente es que piensa demasiado y mal. Oriente duerme sobre verdades; Occidente vive en errores." (Schuon, F. Perspectivas espirituales y hechos humanos)

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

- ASAD, Muhammad. El Islam en la encrucijada. Ed. C.C.S. Málaga. 1995

- CORBIN, Henry. Avicena y el relato visionario. Ed. Paidós. Barcelona. 1995

- CORBIN, Henry. Cuerpo espiritual y tierra celeste. Ediciones Siruela. Madrid. 1996

- CORBIN, Henry. El hombre de luz en el sufismo iranio. Ediciones Siruela. Madrid 2000

- DIOP, Sheik Anta. "Los tres pilares de la identidad cultural". En Revista El correo de la UNESCO S/N Agosto 1982.

- DJAIT, Hichem. Europa y el Islam". Ed. Libertarias. Madrid 1990.

- Mc NALL BURNS, Edward. Civilizaciones de Occidente. Ed. Peuser. Bs. As. 1947

- NASR, Husain. Vida y pensamiento en el Islam. Ed. Herder. Barcelona. 1985

- SAID, Edward "Después del Orientalismo". En Revista Debats Nº 45. Septiembre 1993.

- SAID, Edward. Orientalismo. Ed. Libertarias. Madrid. 1990



[1] Sheik Anta Diop es un antropólogo y físico senegalés que establece tres factores principales que contribuyen a construir una identidad cultural propia: el histórico, el lingüístico y el psicológico (dentro del cual se encuentra el elemento religioso). El peso de cada uno de ellos varia según la especificidad del proceso.