El alcohol, una de las drogas más pesadas si no la más, es de las "legales". Las otras, no. Al primero se aficionan desde corta edad aquellos seres humanos cuyos padres y mayores, por esa imbecilidad contumaz, hacen brindar "con un poquito nada más, mojate los labios" en ágapes familiares, Navidades y otras fanfarrias establecidas. A las segundas se accede por contacto, amistades, la prueba y por sobre todo, la trasgresión. Esa vocación por pasar el límite de lo permitido, cruzar la barrera de lo prohibido, como actitud de protesta, en algunos casos, o por la molicie intelectual de una sociedad que para los jóvenes sólo presenta un panorama repleto de palabras sin sentido y promesas absolutamente falsas. Pero si a los consumidores/adictos/drogadependientes no se los debería perseguir como delincuentes sino más bien, tratar como enfermos, a los que sí se debería perseguir es a los distribuidores y a las mulas y a los importadores. Pero esto también es como un imposible total: mucho dinero corre por debajo de escritorios y en sobres de papel madera como para que alguien, alguna vez, inicie una campaña seria y consistente de perseguir a aquellos que la traen y circulan entre la juventud.
No es apologizar el consumo, pero que un adulto se drogue con lo que se le ocurra, quiera y pueda, es su cuestión, en la medida en que tal actitud privada no trascienda al campo público y afecte a terceros.
Sí, en cambio, habría de ponerse toda la vehemencia y logística disponible --y si falta, aportarla, crearla--, para destruir los circuitos de distribución de droga entre los jóvenes. Que a estas alturas del tercer milenio y en nuestras ciudades, es pavoroso.
Días atrás comentábamos lo escuchado en una charla de dos jovencitos donde uno le decía al otro que le había "hecho el aguante" a un tercero porque éste último estaba "pasado". ¿Qué significaba eso de "pasado"? Que se había drogado. ¿Con qué? ¡Con heroína! ¿Recuerdan dónde escuchamos esa charla de adolescentes? ¡En la placita de Rada Tilly!
Curiosamente, fuentes cercanas a la Policía nos dicen que "aquí (por Rada Tilly) la droga corre sin ningún problema". ¿Por qué no se hacen procedimientos para detectar a los traficantes? Ah... misterio. Alguien nos dice que "son pesos pesados" que viven en la Villa. Otros, que tienen relaciones de muy alto nivel... Y las excusas se suman. Y la situación de los jóvenes drogados, sigue, crece, aumenta.
Los padres, tal vez por el "qué dirán", pretenden ocultar esa realidad que sus hijos llevan a sus casas cuando, en algún momento, regresan a sus hogares. Es "quemarse". Cholulismo puro que termina cortando el hilo por lo más delgado: el adolescente.
Nadie asume que drogarse es un modo de suicidio. Encubierto, progresivo, casi insospechado.
Pero no hay operativos antidrogas. Es como que en esta zona de la República no pasa nada. Salvo algunos "soplos" que representan vendettas entre bandas antes que la conclusión de investigaciones serias y contundentes. Antes las hubo, no hace muchos años atrás. Pero... parece que esa gente que investiga sin fijarse en rangos, apellidos ni linajes, jode mucho. Entonces... enfriémoslos, desactivemos organismos de investigación, congelemos cargos y anulemos funciones. No sea cosa de que en cualquier momento algún alto personaje sea levantado de su cama a la madrugada en razón del allanamiento de su domicilio...
Recordamos aquella canción que terminaba con algo así como que "el último que apague la luz"... ¿Quién moverá la ficha?
(fUENTE. Prensa Albatros Comodoro 22/04/08)
El kirchnerismo arresta al presidente de la Asociación Antidrogas de Argentina
Por orden del Ministro Anibal Fernández al apersonarse con su clásico féretro en las puertas de Ministerio de Justicia y sentarse en el espacio destinado al estacionamiento destinado al vehículo de Aníbal...
El presidente de la Asociación Antidrogas de la Republica Argentina Claudio Izaguirre fue detenido ayer a las 17 horas, por orden del Ministro de Justicia Aníbal Fernández, tras una protesta pacífica que realizaba en las puertas de Ministerio de Justicia contra la despenalización de las drogas.
El activista antidrogas se había apersonado con su clásico féretro en las puestas de Ministerio de Justicia y se sentó en el espacio destinado al estacionamiento destinado al vehículo de Aníbal, repartiendo folletos a los transeúntes en clara oposición a la reunión despenalizadora que se realizaría minutos después y de la que participó Nelson Feldman, argentino residente en Suiza, especialista en drogas, que trabaja en el Servicio de Abuso de Sustancias de aquel país.
A las 17 horas en el preciso momento en que llegaba Aníbal Fernández a las puertas del Ministerio, dio la orden de detener a Claudio Izaguirre, quien fue abordado por alrededor de 25 efectivos de la Policía Federal y la secretaría de inteligencia del Estado y trasladado a la Comisaría 1ra donde permanece detenido.
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