viernes, 15 de junio de 2007

¿Llegaron los árabes a América por África?

 

¿Llegaron los árabes a América por África?
Fuente: Abdallah Hakim Quick y Audrey Shabbas| diariolibre.com


 

Al Idrisi

Los musulmanes fueron grandes comerciantes marinos, mercaderes y exploradores. Tan grande era su conocimiento y su reputación que cuando en el siglo XI el rey Roger de Sicilia quería saber sobre el mundo, sabía que tenía que preguntarle a un musulmán.

El estudioso musulmán al que se le confió la tarea de crear un atlas para el rey Roger, fue Abu Abdullah Muhammad Ibn Muhammad Abdallah Ibn Idris Al-Hammudi AI-Hasani, o simplemente AI-Idrisi (1100 -1166), que nació en Marruecos, hijo de una familia noble que afirmaba ser descendiente directo del profeta Muhammad. Educado en Córdoba, era poeta, estudiante de medicina y un viajero ávido. Viajó ampliamente, visitando las islas Canarias, la "España" musulmana, África del Norte, y la región que es Turquía actualmente.

En aquellos días Sicilia era en particular una tierra de reunión de musulmanes y las civilizaciones cristianas. La isla había estado bajo el dominio musulmán hasta finales del siglo XI. En Sicilia los árabes construyeron diques, sistemas de irrigación, depósitos y torres de agua, se introdujeron nuevas cosechas -naranjas y limones, algodón, palmeras datileras, arroz- e hizo buen uso de las minas de la isla y los terrenos de pesca.

Al principio del siglo XI, una banda de aventureros normandos había cabalgado hacia el sur de Italia para arrebatársela a los griegos bizantinos y a sus aliados, los musulmanes, y en 1101, el conde normando Roger mejoró su carrera conquistando Sicilia. Cuatro años después pasó el territorio a su hijo, coronado rey Roger II. Éste, educado por griegos y tutores árabes, era un intelectual con un gran aprecio por las cuestiones científicas y saboreó la compañía de eruditos musulmanes de quienes Al-Idrisi era uno de los más celebrados.

La geografía de Al-Idrisi

Al-Idrisi, previa invitación de Roger, finalmente se estableció en Sicilia donde fue contratado por el rey para escribir una geografía del mundo. El resultado fue Kitab Ar-Rujari (el libro de Roger) que muestra el mundo dividido en siete regiones, da las distancias entre las ciudades mayores y describe las costumbres, las personas, productos y clima del mundo conocido.

También recoge el viaje de un marinero marroquí que navegó por el océano Atlántico durante 30 días y volvió para contar sobre una tierra habitada y rica. ¿Podría ésta haber sido las Américas?

Al-Idrisi grabó, esculpió, su información del mundo conocido sobre un globo esférico así como en un mapa en forma de disco de plata. El gran disco, de casi 80 pulgadas de diámetro y que pesaba más de 300 libras, se fabricó de plata, escogida por su maleabilidad y durabilidad. Al-Idrisi explicó que el disco meramente simbolizaba la forma del mundo: "La tierra es redonda como una esfera, y las aguas se adhieren a él y se mantienen en él a través de un equilibrio natural que no sufre ninguna variación... Todas las criaturas son estables en la superficie de la Tierra, el aire atrae lo que es ligero, la tierra lo que es pesado, como un imán que atrae hierro". Usando estos mapas, Al-Idrisi mostró que la Tierra era redonda más de tres siglos antes que Colón.

En 1160, los barones sicilianos se rebelaron contra el hijo del rey Roger, y durante los desórdenes el palacio fue saqueado. En un gran fuego en el patio se quemaron archivos, libros y documentos -incluida una nueva edición latina del Libro de Roger que Al-Idrisi había preparado. Al mismo tiempo, el mapa de plata y la esfera celestial desaparecieron, al parecer traceado y fundido. Ya que los barones habían atacado a los musulmanes de Sicilia con particular ferocidad, Al-Idrisi huyó a África del Norte donde seis años después murió. Sin embargo, su gran trabajo se mantuvo vivo, ganando extensa fama y sirviendo como modelo para los geógrafos musulmanes e historiadores durante siglos.

Los cálculos de Colón

Aunque el texto árabe del Libro de Roger se publicó en Roma por la prensa de Médici en 1592, no estuvo disponible a los europeos en latín hasta el siglo 17. En los años 1400, por consiguiente, Cristóbal Colón tenía que confiar en otras fuentes de información.

Usando un globo preparado por un cartógrafo alemán llamado Martin Behaim -basado en cálculos erróneos de Ptolomeo- Colón también agregó las distancias estimadas igualmente erróneas de Marco Polo y concluyó, incorrectamente, que navegando hacia el Oeste desde España podría localizar Japón o India después de un viaje de no más de 4,000 millas. Es un dato curioso que si Colón hubiera sido consciente de la verdadera distancia -de las estimaciones de Al-Idrisi- podría haber dudado de emprender su viaje.

Evidencias de musulmanes en el Nuevo Mundo antes que Colón

AI-Masudi, en su Muruj adh-Dhahab (938), cuenta sobre Khashkhash Ibn Saeed Ibn Aswad que cruzó el océano Atlántico y volvió en el año 889: "Él era un hombre joven de Córdoba que reunió a un grupo de jóvenes y realizaron un viaje en este océano. Después de un tiempo largo volvió con un botín fabuloso. Cada español (entiéndase: musulmán andaluz) sabe su historia".

Al-Idrisi, en su extensa Geografía, en el siglo XII, informó del viaje de marineros norafricanos que localizaron las Américas. Al-Idrisi escribió: "Un grupo de marineros navegó por el mar de la Oscuridad y la Niebla (el Océano Atlántico) desde Lisboa, para descubrir lo que había en él y la extensión de su límite. Fueron un grupo de 8 y ellos tomaron un barco que fue cargado con suministros que durasen meses... Finalmente llegaron a una isla que tenía personas y cultivos pero fueron capturados y encadenados durante tres días. ¡En el cuarto día, un traductor vino hablando el idioma árabe!. Él tradujo para el rey y les preguntó por su misión. Ellos le informaron sobre ellos y luego volvieron a su encierro. Cuando el viento del Oeste empezó a soplar, fueron introducidos en una canoa, vendados los ojos y traídos a tierra después de tres días de navegación, abandonados en la orilla con las manos atadas en sus espaldas. Al siguiente día, otra tribu apareció, liberándoles e informándoles que entre sus tierras había un viaje de dos meses".

Este informe asombroso no solo describe el contacto claramente entre marineros musulmanes y los indígenas de las islas caribeñas, sino que confirma el hecho de que el contacto entre los dos mundos había estado tan involucrado que las personas nativas tenían árabe-parlantes entre ellos.

Un viaje fantástico

Al-Umari, en su Masalik al Absarfi Mama lik al Amsar informa de Mansa Musa, que describe a los estudiosos de El Cairo en su peregrinación famosa a Makkah en 1324. "No creía que era imposible descubrir los límites del mar vecino (océano Atlántico). Él quería averiguarlo y persistió en su plan. Tenía doscientas naves equipadas y las llenó de hombres y otras naves en el mismo número se llenaron de oro, agua y suministros en cantidad suficiente para durar años. Él dijo a aquellos que los dirigían: 'Sólo volved cuando hayáis alcanzado la extremidad del océano, o cuando hayáis agotado vuestra comida y agua".

Ellos se marcharon; su ausencia fue larga... Nosotros le preguntamos al capitán por sus aventuras. "Príncipe" -él contestó-, "nosotros navegamos durante mucho tiempo, hasta el momento en que nos encontramos en el medio-océano algo como un río con una corriente violenta. Mi nave era la última, las otras siguieron navegando y gradualmente al entrar cada una en este lugar, desaparecieron y no regresaron. Nosotros no supimos lo que les había pasado. En cuanto a mí, volví a dónde estaba y no entré en la corriente". Pero el emperador no quiso creerlo. Los Manding tomaron contacto con la masa de tierra más cercana a la costa africana occidental, Brasil. Parece que lo usaban como base para la exploración de las Américas, viajando a lo largo de los ríos en las selvas densas de América del Sur y por tierra hasta que llegaron a América del Norte.

Los musulmanes africanos de Honduras se llamaban a sí mismos los "Almamys" antes de la llegada de los españoles. En el idioma de Manding, "Almamy" era usado por Al-Imamu, en árabe, como "líder de la oración".

(revistaarabe.com.ar)