martes, 27 de enero de 2015

AMIA-NISMAN. Santiago O’Donnell pone el dedo en la llaga

AMIA-NISMAN. Santiago O'Donnell pone el dedo en la llaga

No quiero hacer mayores comentarios sobre este artículo cuya lectura sin preconceptos recomiendo enfáticamenrte. Sólo manifestar que atravesé una larga travesía del desierto (no poder trabajar en diarios, ya que todos habían acordado respaldar la mentirosa Historia Oficial, quedar confinado a los márgenes del oficio, a luchar por la subsistencia) durante casi dos décadas en las que dejé mi juventud y jirones de mi vida, pero que tengo muchas esperanzas en que ahora haya quien quiera escuchar la otra campana. Por otro lado, como es público y notorio, suelo defender las grandes líneas, las líneas maestras del Gobierno, aunque muchas veces discrepe con su ejecución. En todo caso, tengo claro que el amor, en el kirchnerismo como en el viejo peronismo, en muchas ocasiones no es correspondido.

Por lo que yo sé -y en esto discrepo con O'Donnell- no hay absolutamente nada que se pueda llamar prueba o evidencia contra Irán. En el caso de la Embajada de Israel -no de la AMIA- había una "pista iraní" ya antes del bombazo que curiosamente nadie quiso investigar, y después del bombazo un escrito anónimo con una compleja historia que responsabilizaba a un iraní de la tenencia de la supuesta Ford F-100 que jamás explotó, anónimo que a mi juicio sólo pudieron pergeñar quienes demolieron la Embajada, y cuyo contenido se demostró absolutamente falso.

En la AMIA, ni siquiera eso. Nada de nada, como en su momento me reconoció Luis Dobniewsky, abogado de la mutual judía. Lo único que hay es lo que se muestra en el bochornoso documental de Roman Lejtman que pasan y repite América TV y América 24, hecho en base a material de una SIDE que refritaba los de los servicios de inteligencia de Israel: una historia absolutamente traída de los pelos… que fue el espinazo de la acusación levantada por Nisman… y por la República Argentina, en momentos en que Néstor Kirchner quería congraciarse con la colectividad judía de NY para que no entorpeciera la negociación de la deuda externa.

En fin, que desafío a cualquiera a un debate en el que defienda frente al público la infundada hipótesis de que hay evidencias contra Irán, haciendo yo de "abogado del diablo". Y a la inversa: desafío a cualquiera a que ataque ´los fundamentos de mi hipótesis acerca de los motivos de los bombazos. Sostengo que ambos atentados (¡hay que empezar por el de la Embajada, que es más fácil!) fueron resultado de "mexicaneadas" en el circuito de lavado del dinero proveniente del narcotráfico (y probablemente también del tráfico de armas). No tendré pruebas concluyentes, pero si me escuchan verán que todo, absolutamente todo cierra. JS

Publicado en santiagoodonnell.blogspot.com.ar

WikiStiusso

Por Santiago O'Donnell


A menos de una semana de la muerte de Nisman sería prematuro avanzar demasiado sobre cómo terminó la vida del magistrado. Pero alcanza para analizar algunos comportamientos mediáticos alrededor del fiscal y de la causa AMIA y algunas de las opacas zonas fronterizas entre la política, el espionaje y el periodismo.

La fiscalía especial para investigar el atentado a la AMIA fue creada en el 2005 por el entonces presidente Néstor Kirchner y dotada de significativos recursos humanos y económicos para relanzar una investigación moribunda que diez años más tarde seguía sin condenas y con el juez y los fiscales que habían llevado adelante del caso procesados por encubrimiento.

Desde entonces y hasta hace muy poco tiempo, la investigación de Nisman había estado bajo el amparo de una política de Estado que incluía al gobierno argentino, al juez, a los principales diarios y noticieros del país (tanto k como anti k), a los principales políticos del gobierno y de la oposición y a los dirigentes de las principales organizaciones de la comunidad judía. Entre todos ellos regía un acuerdo patriótico de no cuestionar la causa ni plantear objeciones al trabajo del fiscal. Como le explica un dirigente de la DAIA a diplomáticos estadounidenses en un cable filtrado por el sitio Wikileaks, aunque existìan dudas sobre la investigación, eran calladas porque la opinión pública no soportar{ia otro fracaso en un tema tan sensible.

Después del peor atentado terrorista en la historia argentina, 85 muertos, después del bochorno vergonzoso en el que había terminado la primera investigación, si la segunda investigación iba a ser como la otra, con los mismos acusados, con los mismos testigos entre misteriosos y truchos, básicamente las mismas pruebas endebles, pues entonces por lo menos que no se not​ara
.​ ​
Busquen los clips de los noticieros en YoutTube, ​r
elean las tapas de los diarios​, g
oogleen el declaracionismo. Repasen todas las decisiones de Canicoba Corral y verán que rara vez lo criticaron al fiscal estrella de la causa AMIA y que nunca le dijeron no.

Todos ellos, funcionarios, dirigentes comunitarios y periodistas que se ocupaban del tema. sabían que la fiscalía de Nisman se nutría básicamente de una fuente. Nisman nunca lo ocultó. Sabían que el peso de la investigación lo llevaba el director de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia, alias Jaime Stiusso, y a través de él, los servicios de inteligencia extranjeros, especialmente de Estados Unidos e Israel. ¿Y cómo es que Stiusso se había ganado la confianza de los americanos y los israelíes? Más allá de su cargo y permanencia, la verdad es que ni idea, no lo conozco, ni siquiera sé si habla ingles, aunque muchos que escribieron sobre él lo describen como una especie de genio de la tecnología especializado en pinchadura. Si conociera a los manejadores extranjeros de Stiusso me encantaría preguntarles. La cosa es que todos sabían: Néstor, Cristina, Canicoba, los presidentes de la AMIA y la DAIA, los tres periodistas de La Nación, Clarín y Página 12 que llevan el tema por lo menos desde el 2005, sus editores responsables y unas cuantas personas más. Yo me enteré en el 2011 cuando Nisman me citó para hablar de los cables de la embajada estadounidense que acababa de publicar en mi libro Argenleaks.

Habia descubierto que los cables decían que Nisman recibía ordenes directas de la embajada estadounidense de no investigar la pista siria y la conexión local y de dar por cierta la culpabilidad de los iraníes, aunque ningún juicio se había realizado. Que Nisman le anticipaba sus dictámenes y los fallos del juez Canicoba Corral a la embajada con varios días de anticipación. Que una vez Nisman llevó a la embajada un dictámen de dos carillas y que la embajada lo mando a corregirlo, entonces Nisman volvió unos días después con un dictamen de nueve carillas que sí fue aprobado por la embajada y recién entonces presentado en la causa. Y que otra vez Nisman pidió perdón tantas veces por no avisar que pediría la captura de Menem, que los diplomáticos tuvieron que escribir tres cables distintos para dar cuenta de sus sucesivas ampliaciones de sus pedidos de perdon y de sus promesas de que no volvería a suceder. Todo eso reflejaba una falta de independencia del fiscal nada menos que ante una potencia extranjera, por muy amiga que fuera, y enseguida me pareció que la información era de indudable interés general. Pero mi diario no quiso publicarla y a medida que los Wikileaks iban pasando de manos, me di cuenta que los demás medios tampoco publicaban ni ponían al aire nada. Así conocí la pata mediática de la política de Estado con respecto al atentado a la AMIA, una de las razones que me impulsó a escribir los capítulos "AMIA" en Argenleaks y "Nisman" en Politileaks, mis dos libros.

"¿Cómo? ¿No lo conocés a Jaime?" me preguntó Nisman entre extrañado y sorprendido en aquel encuentro del 2011. Acababa de decirme que en una causa tan compleja, en la que uno básicamente depende de lo que puedan averiguar los servicios de inteligencia extranjeros, su información provenía de Stiusso, ya que Stiusso era el que manejaba la relación con los servicios israelíes y estadounidenses. Me dijo que su tarea consistía en chequear la inteligencia en bruto que le mandaba el agente, y tratar de confirmar datos para que se puedan judicializar, ya que no todo lo que le mandaba servía. Fue la única vez que lo vi y me lo dijo sin conocerme. O sea, no era ningún secreto: Stiusso manejaba la investigación.

Y yo no conocía a Stiusso, pero por supuesto que sabía quién era. Un espía legendario de los tiempos de la dictadura, que había trabajado con Nisman en la bochornosa primera investigación de la AMIA, él como informante, Nisman como fiscal auxiliar. Un personaje oscuro al que por entonces se le atribuían todo tipo de "carpetazos" (operaciones de prensa) contra distintos personajes del gobierno y la oposición​,
desde Boudou y De Narvaez, hast​a​
Enrique Olivera y el jefe de la bonaerense. Y sabía, sabíamos quién era porque Stiusso se había hecho famoso, y​ lo
peor que le puede pasar a un espía es hacerse famoso. Fue en julio del 2004 cuando el entonces renunciante ministro de Justicia, Gustavo Béliz, mostró una foto del agente en el programa de Mariano Grondona y denunció que Stiusso había montado "un ministerio de seguridad paralelo", al que describió como "una especie de Gestapo."

La denuncia y la exhibición de la foto le costaron años de exilio y una batalla judicial a Béliz y su familia, pero a Nisman ni siquiera lo despeinó. La fiscalía siguió su trabajo como siempre.

Era como si existiera un Stius​s​
o bueno y un Stiusso malo. El Stiusso bueno avanzaba con la causa, sobre todo con los pedidos de captura contra los funcionarios y ex funcionarios iraníes acusados de haber planificado el atentado, con un dictamen que sería confirmado primero por el juez y luego por Interpol en el caso de cinco de los ocho requeridos, por votación unánime del directorio.
 (Esto, luego de un intenso trabajo de cabildeo conjunto secreto entre el Departamento de Estado estadounidense y la cancillería argentina, al filo de la presión política, con distintos paises miembro del directorio de Interpol, según consta en una serie de cables filtrados por Wikileaks, a los que se puede acceder en www.cablegatesearch.net,, ponchando el país "Argentina" y la palabra "Nisman".)

El Stiu​s​
so bueno tenía la cara del fiscal Nisman que seducía a los periodistas con su promesas de exclusivas de documentos secretos con revelaciones explosivas que nunca terminaban de estallar. Funcionaba así: cada vez que iba a hacer una presentación judicial avisaba a sus contactos mediá
ticos​ y
generaba expectativa. Después, el día de la presentación, entregaba un resumen de diez o quince páginas, como hizo con la denuncia contra la presidenta. Con eso, los diarios hacían sus tapas y echaban a rodar el ciclo informativo. El resto era material clasificado, sensible, que debía permanecer bajo estricto secreto de sumario, porque estaba en juego la vida de agentes secretos. Cuando se terminaba de filtrar el escrito completo resultaba ser una zaraza de los servicios que no terminaba de probar nada, pero el ciclo informativo ya había pasado hacía varios días y a nadie le interesaba demasiado si las pruebas era endebles o secretas porque el juez bancaba, el gobierno bancaba, la opo bancaba, la AMIA bancaba y había que meterle para adelante.

Pasó con el supuesto chofer del coche bomba que habría volado la sede mutual judía, Ibrahim Berro. Cuando Nisman anunció el 2005 que sus hermanos en Michigan habían confesado que Ibrahim era el atacante suicida, el resumen de diez páginas de una presentación judicial de cientos de páginas que Nisman había entregado a los medios, fue tapa de todos los diarios y cabeza de todos los noticieros. Pero cuando se conoció la transcripción de la entrevista a los hermanos de Berro semanas más tarde, se supo que los hermanos habían negado que I​b​
rahim tuviera algo que ver con el atentado.
 Entonces Nisman dijo que los hermanos mentían y a partir de ahí los grandes diarios y noticieros dieron por hecho en innumerables noticias que Ibrahim Berro era el atacante suicida.

Había excepciones, claro, sobre todo algunos familiares de las víctimas y periodistas rebeldes. Los autores de los tres libros de investigación más importantes que se hicieron sobre el atentado, Salinas, Levinas y Lanata-Goldman, rechazaron la hipótesis central de Nisman. Esto es, que fue un atentado con coche bomba y conductor suicida llevado adelante por una célula de Hezbolá, con apoyo logístico desde la Triple Frontera, por orden de la entonces cúpula del gobierno iraní. Los cuatro autores hoy aseguran que el coche bomba no existió, dato a partir del cual descreen de toda la historia.

Pero el apoyo para Nisman era tan sólido que hasta parecía abrumador. El juez confirmaba, la prensa avalaba, el gobierno financiaba, la opo otorgaba, las fuerzas vivas de la comunidad acompañaban. Algunas críticas aquí y allá cerca del aniversario como para no perder la costumbre, sí, pero con crédito abierto para el fiscal especial y para el Stiusso bueno.

El Stiusso malo no tenía cara y era un personaje oscuro y poderoso que metía mucho miedo. Aparece en un​ ​
cable del 9 de julio del 2008, en el que Julio y Fernán Saguier, dos de los dueños del diario La Nación, según describe el título del despacho, van a la embajada estadounidense a quejarse de las "presiones" del gobierno contra el diario, En el párrafo siete, el cable dice así:

La cobertura investigativa de La Nación en los días previos había implicado a Jaime Stiuso, Director General de Operaciones en la agencia de inteligencia del Gob. de Arg. (SIDE) en el caso Antonini Wilson.Los Saguier consideran a Stiuso una figura ponzoñosa ("noxious") que usa información, presumiblemente del Gob. de Arg., en contra de Argentinos con varios propósitos. Explicaron que La Nación publicó registros que mostraron que Stiuso había estado en contacto con el ex funcionario Argentino Claudio Uberti poco tiempo después del descubrimiento de U$S 800,000 en un aeropuerto de Buenos Aires en una valija que llevaba Antonini Wilson . El artículo rastrea muchas llamadas hechas por Uberti a la residencia presidencial en el suburbio de Olivos y otros inmediatamente después de la incautación de la valija con U$S 800,000 hecha por agentes de Migraciones en el aeropuerto. Stiuso habría hecho tres llamadas a Uberti tres días después del descubrimiento. Los Saguier le mostraron al embajador un artículo posterior que había salido en el diario pro-gobierno BAE sobre otro caso que involucraba a Stiuso, en el que el ex Ministro de Justicia Béliz está siendo juzgado por haber revelado la identidad de Stiuso por televisión. El artículo dice que La Nación es un apoyo posible para la defensa de Béliz. Los Saguier se lo tomaron como una advertencia sutil.

Y más abajo, en el párrafo nueve:
Julio dijo que estaba seguro que los teléfonos y las computadoras del diario habían sido pinchados y hackeados. El propio Fernán había sufrido un "secuestro virtual" la semana anterior. Mientras tomaba café con alguien su esposa recibió una llamada diciendo que había sido secuestrado.​ ​
Los que llamaban tenían detalles precisos sobre el el auto que estaba usando en ese momento. Su esposa no podía localizarlo porque su celular estaba apagado, Todo transcurrió en un par de horas. Cuando la policía le dijo que probablemente se trató de un hecho policial común, tuvo serias dudas, Otro crimen contra el staff del diario fue el robo en la casa de Obarrio (el periodista de La Nación acreditado en la casa Rosada), hace más o menos un año, el mismo día en que tenía una suma importante de efectivo para comprarse un departamento nuevo. Los ladrones tenían algún tipo de conocimiento previo, ellos creen, basado en evidencias de que su teléfono habían sido pinchados y que aparentemente habían entrado usando llaves. (Obarrio luego​ ​
le dijo al agregado de prensa que había presentado una querella criminal y que los abogados de La Nación estaban empujando a los fiscales para que investiguen.) También se habló del publicitado robo esa semana al popular periodista radial Chiche Gelblung. 

Aún así, el diario nunca dejo de apoyar las investigaciones de el tándem Nisman-Stiusso. Con honrosas excepciones, hasta el día de hoy sigue siendo uno de los más entusiastas seguidores de la última obra del dúo, la canción de despedida, la denuncia de un complot encabezado porla presidenta para garantizar la impunidad de los asesinos que bombardearon la AMIA.
Como ya es público y notorio a esta altura del partido, la política de Estado para proteger la investigación Nisman Stiusso se empezó a romper hace dos años cuando el gobierno argentino firmó un memorándum de entendimiento con el gobierno iraní para que una Comisión de la Verdad compuesta por juristas propuestos por ambos países determine la culpabilidad o no de los acusados iraníes, eje de un brusco giro geopolítico que emprendió el gobierno en la segunda parte de la presidencia de Cristina.Se rompió todavía más el mes pasado cuando el gobierno echó a Stiusso de la Secretaría de Inteligencia y se terminó de romper del todo hace diez días cuando Nisman denunció a la presidenta.

A partir del acuerdo con Irán el caso AMIA cayó en la grieta: para los medios anti k Nisman fue más que nunca un valiente fiscal de la patria​,
mientras que para los medios k pasó a ser una mezcla entre demonio, inepto y vende humo. El gobierno quedó de un lado, la oposición del otro, y las organizaciones judías en el medio, tironeadas desde los dos costados. Pimero apoyaron el acuerdo en una conferencia de prensa conjunta con el canciller Timerman. Después cambiaron de parecer y se pronunciaron en favor del rechazo antes de que el Congreso aprobara el acuerdo. Después jugaron más fuerte: fueron a la justicia y consiguieron que un tribunal lo declar​ase​

inconstitucional. Pero cuando el fiscal denunció a la presidenta, dudaron y terminaron retaceándole el apoyo ante la certeza de que Nisman se presentaría en el Congreso, digámoslo así, como de costumbre, con mucho entusiasmo y convicción, pero bastante flojo de papeles.

Para entender cómo las líneas editoriales de las dos grandes corporaciones mediáticas atraviesan la causa AMIA tanto como las operaciones de inteligencia y los intereses geopolíticos para generar una gran ensalada que termina obturando la búsqueda de la verdad, tal vez convenga detenerse en el cruce informativo que protagonizaron los dos periodistas más importantes de la Argentina.

Por un lado Jorge Lanata, el editor más creativo y el mejor formador de equipos periodísticos del país, legítimo heredero de Natalio Botana y Jacobo Timerman. Desde de que escribió su libro "​C
ortinas de humo" meses después del atentado y durante años Lanata se la pasó denunciando, muchas veces en soledad, que la causa AMIA era una truchada y que Nisman era un trucho.[youtube http://youtube.com/w/?v=oHEonuCn27A]. Desde entonces es uno de los fogoneros de la línea Clarín: a Nisman lo mataron o lo suicidaron para callarlo por la gravedad de lo que iba a denunciar.

Por el otro lado Horacio Verbitsky, el mejor periodista de investigación de la Argentina, legítimo heredero de Rodolfo Walsh. La semana pasada, después de la denuncia de Nisman contra la presidenta,Verbitsky escribió en el diario oficialista Página 12: "La gravísima denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la presidente CFK intenta apuntalar la versión sobre el atentado a la sede de la DAIA que acordaron hace más de veinte años los gobiernos de Israel y la Argentina, con el respaldo de Estados Unidos, cuando aún no había terminado la remoción de los escombros: acusar a Irán y no investigar la participación de Siria, pese a que las condiciones internacionales han cambiado. El problema es que en la causa no abundan elementos que lo sostengan, por lo cual ese relato descansa en recursos políticos y publicitarios. Mientras, nada se ha avanzado en el caudaloso expediente judicial." El artículo dice que el mismo Verbitsky ya les había advertido a sus lectores en el 2004, esto es, antes de que Néstor les creara a Stiusso y Nisman la fiscalía especial, que se trataba de una investigación trucha, digitada de antemano. También recuerda que en 2005 informó sobre la necesidad de reformar los servic​i​
os de inteligencia tras un acuerdo amistoso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entre el gobierno argentino y la entidad de familiares de víctimas Memoria Activa con representación legal del CELS el organismo derechos humanos que preside Verbitsky. La referencia al sus añejos escritos del 2004 2005 parecen reflejar que durante la década kirchnerista Verbitsky se fumó a dupla Nisman-Stiuso, priorizando en sus investigaciones periodísticas otros temas de indudable interés público y polìtico.

O sea, cuando Verbistsky empezó a atacar Nisman y Stiuso en sintonía con la nueva línea editorial del gobierno, Lanata, que siempre los había atacado, empezó a defenderlos en sintonía con la linea editorial de Clarìn, su nuevo empleador​.

Entramos en la era del posperioid​i​
smo. Los medios se han convertido en extremos de corporaciones y los periodistas giramos alrededor de ellas como satélites, algunos m​á
s cerca del eje, otros buscando más distancia, como intentando resisitir ese centro de gravedad que se representa en el metamensaje de la corporaci​ó
n.

Yo, como editor de Pagina 12 y director de la Maestría de Periodismo de la UBA, prestigioso cargo al que accedí durante este final de década kirchnerista, junto con el colega Verbitsky, parte de la corporación estatal. Lanata, parte de una corporación que no es ningún monopolio, pero que ejerce (o ejercía hasta la ley de medios) un posición dominante en prácticamente todos los mercados infocomunicacionales de país, superando en el análisis comparativo a gigantes como la red Globo de Brasil o Televisa de México, según documentó la investigación de Mastrini y Becerra Periodistas y Magnates (Prometeo).

Entramos en una era en que las corporaciones y los actores comunican directamente y sin intermediarios. O que comunican a través de voceros que venden y compran de los dos lados del mostrador, fingiendo que se trata una novedad para poder llamarla noticia.

Entonces, ¿qué hacemos con la causa Nisman y con la causa AMIA?

En la causa Nisman esperar y dejar que la fiscal y la jueza trabajen tranquilas. Yo sé que esto puede sonar kirchnerista y que no es lo que piensa la gran mayoría de los argentinos, porque las conspiraciones siempre son seductoras y porque estamos en un año electoral. Pero hasta ahora las evidencias que se conocen apuntan a un suicidio. Mejor dicho no apareció hasta ahora ni una prueba sólida que apunte a un asesinato. Que Nisman le dijo a su personal trainer no cuenta como prueba. Casi lo único que se sabe a ciencia cierta es que un colaborador de su máxima confianza le llevó un revolver, se fue, y a la mañana siguiente encontraron a Nisman con un balazo en la cabeza, tirado en el baño​ ​
de su custodiado departamento de edificio inteligente. Con respecto a que lo suicidaron, hay presiones y presiones y hay que investigarlas a todas. Pero si Nisman tenìa una custodia de diez personas, no una o dos​,​
hay que dar por bueno que ya lo hab​í
an amenazado de ​todas ​
las formas posibles y en todos los idiomas. Por eso conviene ser prudentes y esperar. Revisar todo y estar muy atentos, como pide Lanata, reformar la ley de inteligencia y transparentar el accionar los servicios como pide Verbitsky​.​

Con respecto a la causa AMIA, un volver a empezar puede sonar doloroso, pero qué más decir: el camino se hace al andar. Pero no empezaremos de cero, Que la pista iraní no se haya probado no quiere decir que haya que dejarla. Al contrario. Dato por dato, folio por folio, los iraníes siguen siendo los principales sospechosos. Aunque todo debe ser revisado con ojos frescos, insospechados y debidamente consensuados, los principales proponentes tanto la pista siria (Escudé) como pista la narco (Salinas), ni hablar de la pista del autoatentado (Petrosino) hoy por hoy lejos están de producir las pruebas que puedan convencer a una opinión pública comprometida y a una justicia independiente, como va a hacer falta para esclarecer el atentado.

Mientras tanto, por ahora, esto es lo que hay. Tenemos a Stiusso en nuestras pesadillas, tenemos a un país entero conmovido por la muerte de un fiscal. Tenemos medios cruzados y operetas de esp​í
ìas. Tenemos a los iranìes con pedido de captura como principales sospechosos aunque sin demasiadas pruebas de un crimen atroz que ya cumplió 20 años de impunidad.

http://pajarorojo.com.ar/

domingo, 18 de enero de 2015

Documentalista Oficial del Gobierno Norteamericano Perseguido por razones políticas

Kurt Sonnenfeld

Por Favor Difundir!

Documentalista Oficial del Gobierno Norteamericano Perseguido por razones políticas 
Sus dos hijas y esposa argentinas se encuentran en peligro

Kurt Sonnenfeld trabajó para el gobierno de los Estados Unidos en diferentes agencias y lugares considerados clasificados y de máxima seguridad, tales como el Departamento de Defensa, la Armada, la Fuerza Aérea, el Departamento de Energía, el FBI y Departamento de Homeland Security, entre otros. Era una persona en la cual su gobierno confiaba tanto, como para haberle asignado el entrenamiento del personal que debía responder en simulaciones y ejercicios en caso de catástrofes, accidentes e incidentes vinculados a ataques terroristas en instalaciones militares, gubernamentales y científicas. Todo esto sumado a sus actividades de carácter secreto y confidencial en la documentación fílmica de diferentes instalaciones científicas o militares relacionadas con el almacenamiento, desarrollo y transporte de armas nucleares, biológicas y químicas o sus componentes; siendo, en diversas ocasiones, el vocero del gobierno estadounidense en este tipo de cuestiones.

Dada su trayectoria y experiencia, Kurt Sonnenfeld fue convocado para documentar la investigación que se llevó a cabo en la Zona Cero del World Trade Center después del los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Sólo dos personas en el mundo fueron autorizadas a filmar dentro del perímetro de seguridad, pero Sonnenfeld fue el único con acceso total, incluyendo las áreas subterráneas, lo que fuera el centro comercial y las oficinas gubernamentales (de la CIA, FBI, Aduana, Servicio de Protección de Fronteras, etc.).

Dándole estrictos parámetros, se le ordenó a Kurt Sonnenfeld proveer algunas imágenes editadas a las cadenas de televisión de todo el mundo. Su principal trabajo era documentar y proveer de los videotapes para la investigación. Se le ordenó que estuviese disponible para grabar en las excavaciones en búsqueda de las cuatro “cajas negras” de los dos aviones que colisionaron contra las torres; las cuales nunca fueron encontradas (según la version official, se desintegraron). Todas las horas de filmación de Sonnenfeld deberían haber sido analizadas por el FBI a fin de obtener información para la investigación. Aunque en esta instancia ya eran muchos los elementos y los hechos que habían llamado la atención de Sonnenfeld en la Zona Cero. Cuando se conoció el reporte preliminar del NIST, de FEMA, agencia para la cual él trabajaba, así como el reporte de la Comisión 911, Sonnenfeld supo que muchos detalles habían sido mal representados y otros ignorados.

Nancy, la esposa de Sonnenfeld, tomó la trágica decisión de suicidarse en 2002. Luego de llamar él mismo a los servicios de emergencias, al haber hallado a su esposa muy mal herida a causa de un disparo auto-infligido en la sien, Kurt fue detenido preventivamente. Ante la abrumadora evidencia que probaba el suicidio de su mujer, fue posteriormente liberado. Nancy dejó una nota de suicidio escrita de puño y letra, tenía rastros de pólvora en sus manos, consistentes con haber empuñado y disparado un arma de fuego; sus huellas digitales estaban en el arma utilizada, la cual ella misma le había solicitado a una prima en días previos. Ella ya había intentado suicidarse un mes antes, anunciándolo a diferentes amigos. Nancy tenía una historia familiar marcada por los trastornos mentales y el suicidio, en la que muchos de sus amigos y familiares se habían suicidado – su abuela paterna se quitó la vida con un arma de fuego; su primer novio, un compañero con el cual vivió, se suicidó semanas antes que ella. La madre de Nancy intentó suicidarse varias veces.

Cuando Sonnenfeld fue detenido en Estados Unidos, recibió una duro trato y fue víctima de una larga lista de abusos y torturas. Fue brutalmente golpeado, estrangulado hasta perder la conciencia, forzado a inhalar un químico que le quemó las fosas nasales y la garganta, que luego se transformó en una grave infección. Cuando la policía de Denver cayó en la cuenta que Kurt era una persona respetada y conocida, que los medios querían hablar con él y entrevistarlo, lo colocaron en confinamiento solitario semidesnudo en pleno invierno. Varías veces al día, los guardias trababan desde afuera el botón que desagotaba lo que era a modo de inodoro un agujero en el piso, causando así que la celda se inundara con agua helada y putrefacta. Kurt fue mantenido en estas condiciones hasta que sus heridas fueron menos visibles.
Una vez liberado, Kurt realizó declaraciones públicas en contra de las autoridades; demandando al Denver Police Department, Chief of Police; Sheriff of Denver County; City Clerk, City of Denver, Colorado; Mayor, City of Denver, Colorado. Por: falso arresto; apremios ilegales y torturas; falso encarcelamiento; difamación; uso excesivo de la fuerza; daños económicos; violación de derechos civiles. Esta demanda quedó sin efecto, al haber sido procesado por segunda vez.

A partir de ese momento, las autoridades norteamericanas pasan a considerar que él esta fuera de su órbita de control y la persecución en contra de Sonnenfeld se volvió aún más violenta. Probablemente se sientan más amenazados desde que númerosas organizaciones creadas por familiares de víctimas del 11 de Septiembre piden constantemente al gobierno norteamericano que Kurt declare en relación al atentado terrorista, “por poseer información valiosa”.

Agentes de inteligencia norteamericana comenzaron el acecho contra Kurt Sonnenfeld tras su liberación y, al menos en dos ocasiones, violentaron su casa sin ningún tipo de orden que los avale, lo cual fue corroborado por los vecinos de Kurt. La persecución se tornó tan intensa que él debió abandonar su casa y su ciudad, para refugiarse con unos amigos en la ciudad distante de Vail, Colorado. Pero esta ultima propiedad también fue violentada. Entonces estos amigos, testigos directos del incesante acoso, le recomendaron venir a Argentina por un mes, ya que ellos tenían parientes que rentaban apartamentos en la ciudad costera de San Bernardo, y ya había pasado mas de un año del trágico suicidio de su primera esposa. Kurt realizó los arreglos necesarios para tomarse unas semanas que le permitirían replantearse como continuar su vida. Compró un ticket de ida a la Argentina con el regreso programado a Estados Unidos. Dejó el país como un hombre libre, con su pasaporte y utilizando sus tarjetas de crédito. No existía ningún cargo en su contra, ni prohibición legal para salir de Estados Unidos.

Fue aquí, en Buenos Aires, donde el destino le permitió conocer a Paula. Se enamoró de ella y se dio cuenta de que a su lado podría recuperarse y volver a vivir. Kurt le pidió que se casaran y ella aceptó. Ambos tenían expectativas de viajar juntos a Estados Unidos. Pero ante las dificultades que imponía la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires para otorgarle una visa de viaje a Paula, decidieron quedarse por un tiempo en Argentina.

Luego de casi dos años de casados, Kurt comenzó a reponerse lentamente de sus traumas, continuó aquí su actividad como productor de televisión. Pero al conocerse su trayectoria, comenzamos a ser contactados por importantes programas de televisión que tenían interés en que él narrase su experiencia como documentalista en el World Trade Center, además de proveerles de imágenes exclusivas del lugar de la tragedia. Luego de haber pactado una entrevista televisada, Sonnenfeld es detenido por INTERPOL en la puerta de su domicilio, unos días antes de que se llevara a cabo la entrevista en uno de los canales y programas más relevantes de Argentina. Había surgido un pedido de extradición proveniente de Estados Unidos. Es llamativo como en la orden de arresto enviada a las autoridades argentinas, se pide expresamente en dos ocasiones que todas las posesiones, vídeos y documentos de Sonnenfeld fueran secuestrados, confiscados y remitidos a Estados Unidos.

Las autoridades de Estados Unidos utilizaron el suicidio de Nancy como una herramienta que les permitiera tener a Kurt Sonnenfeld bajo control, a pesar de toda la evidencia que prueba su inocencia y luego de casi tres años desde que él fuera absuelto. Las autoridades norteamericanas dijeron tener testimonios de dos prisioneros que Kurt no conoce y a los cuales él les habría hecho una confesión. Este relato inconsistente contradice la evidencia del suicido que obra en poder de las mismas autoridades estadounidenses. Consta en las actuaciones judiciales, que estos dos hombres aceptaron una reducción de sus condenas a cambio de su “testimonio”.

Kurt permaneció detenido en la cárcel de Devoto. Durante este tiempo fue visitado sólo una vez por la embajada de Estados Unidos, con la sola idea de convencerlo de firmar un documento donde rechazaba su derecho a la privacidad. Cuando él se rehusó a firmar, la vicecónsul le dijo: "Muy pronto vas a rogarnos que te enviemos de regreso a Estados Unidos". A las pocas horas comenzó a circular el rumor en la prisión de que Kurt era un agente de la DEA, la agencia norteamericana de lucha contra el narcotráfico, que durante las visitas de Paula se pasaban información, ya que ella era la agente local del mismo organismo. Todo esto en un context en el que los compañeros de pabellón donde Kurt se encontraba en Devoto estaban allí por su vinculación con el narcotráfico. Esta falaz información la habían recibido los guardias del personal de la embajada y comentado a los prisioneros. Lo cual puso a Kurt y a Paula en enorme peligro. Cuando Kurt fue detenido, Paula esperaba el primer hijo de la pareja, embarazo que perdieron dado el stress al que ella fue sometida por las acciones de acoso de los servicios norteamericanos en Argentina.
Después de siete meses, Kurt fue liberado por el juez federal Daniel Rafecas. En aquel momento, Kurt y Paula vivían la continua persecución de los servicios norteamericanos, lo cual denunciaron y documentaron. Finalmente decidieron exponer parcialmente lo que les estaba sucediendo, en un único programa de televisión. Porque estando muy avanzado el nuevo embarazo de la pareja, a muy pocos metros de su casa, dos hombres interceptaron Paula, mientras la retenían le “advertían” de las consecuencias de sus acciones

Exponer su tremenda situación en los medios logró en aquel entonces, que se redujera la presencia de gente siguiéndolos, tomando fotografías, etc. Se desconocen las intenciones reales que tenían estos hombres, quizá aquella noche de no haber sido atacados por los perros de los Sonnenfeld y sorprenderlos tal vez, el hecho de que Paula se defendiese con tanta tenacidad a pesar de su embarazo; esperarían a que salga Kurt y “abducirlo” como ha sucedido antes, al no lograr Estados Unidos una extradición (la familia Sonnenfeld ha documentado y presentado muchísimos casos de secuestro de esta índole a los cuales el gobierno norteamericano califica como "rendición extraordinaria").

La familia Sonnenfeld teme y con sobrada razón, constantemente por su seguridad, ya que diversos y extraños hechos, como seguimientos, desconocidos fotografiando sin explicación alguna a sus hijas Scarlett y Natasha, están sucediendo nuevamente.

Han realizado diversas presentaciones y sumado Amicus Curiae a favor de la familia Sonnenfeld: Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo); Adolfo Pérez Esquivel (SERPAJ); Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora; Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH); Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas; Programa Nacional Anti-Impunidad; el Partido MILES y la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. A nivel internacional han realizado presentaciones REPRIEVE de Gran Bretaña, con la colaboración de NIZKOR de España y Bélgica. También han sido recibidos por La Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Honorable Cámara de Diputados de La Nación.

Cuentan además con el apoyo de gran cantidad de ciudadanos argentinos y del mundo que han iniciado una campaña de firmas masiva, cuyas copias fueron presentadas en numerosas ocasiones a las autoridades argentinas.

El Dr. Daniel Rafecas rechazó nuevamente y por segunda vez, con fecha 22 de febrero del 2008, el pedido de extradición formulado por Estados Unidos. Pero, la causa ingresó nuevamente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación ya que la embajada de Estados Unidos, a través de la Fiscalía Federal correspondiente, interpuso una vez más un recurso ordinario de apelación. 
La complejidad de la situación que vive la familia Sonnenfeld ha sido claramente expuesta en el libro autobiográfico de Kurt Sonnenfeld “El Perseguido”, de Editorial Planeta. Los medios de comunicación masivos más importantes de Argentina (Canal 13, TV Pública, Telefe, TN, C5N, Crónica, América TV; Radio Nacional, Mitre, Cadena 3, FM 100, Radio América; etc.) reconocieron y presentaron la gravedad de la situación de los Sonnenfeld y se han solidarizado con el pedido de refugio y asilo. Así lo han hecho también medios gráficos como Diario Clarín, Diario Perfil, Página 12, La Nación, GENTE, Noticias, Revista PRONTO, Crítica, Tiempo Argentina, Para Tí, etc. Se han sumado en años anteriores medios de todas las provincias y medios internacionales de envergadura.
Es importante destacar lo expuesto en el dictamen emanado del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, folio 537, Expte. M.I. Nro 299.074/05 “Sonnenfeld, Kurt Frederick”:

“... el Estado Argentino no debería acceder a la extradición del peticionario por aplicación del principio de no devolución, ya que tanto su derecho a no ser sometido a torturas (por las condiciones de detención y por el eventual sufrimiento en el corredor de muerte) como su derecho a la vida, se encuentran en grave riesgo de ser conculcados.

“En conclusión, aún en el caso que la Corte Suprema de Justicia afirme que los requisitos para hacer lugar a la extradición se encuentran cumplidos, el Poder Ejecutivo no debería entregar al solicitante al Estado requeriente, pues, de lo contrario, podría incurrir en responsabilidad internacional.

“En consecuencia, debería regularizarse la situación migratoria del solicitante en razón de tener cónyuge e hijas argentinas (art. 22 Ley 25871) y aplicarse el principio de ‘no devolución’ respecto de su país de origen.

“Por ello, la extradición del Sr. Sonnenfeld resultaría violatoria del principio de no devolución y de ser concedida comprometería seriamente al Estado Argentino en su conjunto.”

Dictamen firmado en conformidad por el Cdor. Aníbal D. Fernández como Ministro del Interior; compartiendo el mismo en todos sus términos el Dr. Eduardo Luis Duhalde, Secretario de Derechos Humanos y el Dr. Rodolfo Mattarollo, Subsecretario de Promoción y Protección de Derechos Humanos.

Pero nada fue suficiente para que el CEPARE, hoy Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE), le conceda el refugio definitivo a Kurt Sonnenfeld luego de dilatar el caso por años. Dejándose llevar tiempo atrás por un falso rumor de Radio 10 que decía que la Corte Suprema de Justicia de la Nación había concedido la extradición y consideraron acerca de la persecución que sufre la familia (se transcribe textualmente):

“Que en tal sentido, este Comité considera que el peticionante alega como un elemento de persecución, una acción judicial ordinaria.”

“Que, en principio, la persecución alegada se trataría de una persecución penal legítima del Estado y no una persecución en los términos de la Convención.”

En este equívoco contexto de ilegítimo proceder, rechazaron rápidamente el pedido de refugio. Pues hasta aquel momento de su apresurada resolución, la Corte Suprema aún no había fallado. ¿Debemos entender entonces, que el Comité valida las acciones amenazantes y persecutorias de los servicios de inteligencia norteamericanos, dentro del territorio argentino?

Al día de la fecha la Corte Suprema de Justicia de la Nación puso el peso de la decisión en el pedido de asilo político que depende de la firma de la presidenta Cristina Fernández para concederle a la familia Sonnenfeld la protección necesaria.

Como lo expresó de manera incuestionable el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, podría también regularizarse su situación migratoria en virtud de tener esposa e hijas argentinas y aplicarse el principio de ‘no devolución’ respecto de su país de origen.

La pena mínima que Kurt Sonnenfeld enfrentaría en Estados Unidos sería la de cadena perpetua sin derecho a salir nunca bajo palabra - de por vida - igualmente violatoria de lo dispuesto por la Constitución Nacional Argentina como la pena de muerte, maxima condena prevista para el cargo fabricado en su contra.

A sabiendas de que en este proceso viciado iniciado por Estados Unidos, Sonnenfeld jamás tendrá un juicio justo a pesar de su probada inocencia, al recibir cadena perpetua, su familia nunca volvería a verlo ni a escuchar su voz, pues en estos penales no están permitidos los llamados telefónicos internacionales. Este tipo de condena produce que, una vez fallecida la persona, sea enterrada en el cementerio de la prisión; por lo tanto el acceso estará vedado para su familia argentina. Lo mismo sucedería si en esta causa armada, se decidiese aplicarle a Kurt Sonnenfeld la inyección letal, de uso vigente en el Estado de Colorado.
En un caso o en el otro, si Kurt Sonnenfeld fuese enviado a Colorado, Scarlett y Natasha Sonnenfeld nunca podrán visitar si quiera la tumba de su padre ya que se les han negado las visas correspondientes. Tampoco Paula podría viajar a Estados Unidos para asistir a su esposo, al no poseer la visa. Vale destacar que, como sucedió en el emblemático caso de Ira Einhorn y tantos otros, Paula podría ser acusada en Estados Unidos de “asistir a un fugitivo”, pena que estipula 14 años de cárcel de cumplimiento efectivo.

 

sábado, 17 de enero de 2015

El hermano desconocido de San Martín que luchó y murió en Filipinas

El hermano desconocido de San Martín que luchó y murió en Filipinas

Por: Claudia Peiró

La visita del pontífice argentino al archipiélago asiático es una buena ocasión para recordar que un pariente de nuestro héroe nacional tiene su tumba en Manila. El homenaje de Perón y el orgullo filipino

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Busto de San Martín en Manila. Fotografía tomada por el embajador argentino en Filipinas Joaquín Otero

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Homenaje a San Martín en Manila

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Homenaje a San Martín en Manila

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Fuerte de Zamboanga, en Mindanao (Filipinas), la plaza que defendió Juan Fermín de San Martín, hermano del Libertador, en 1821. 

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Fuerte de Zamboanga, en Mindanao (Filipinas), la plaza que defendió Juan Fermín de San Martín, hermano del Libertador, en 1821. 

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Fuerte de Zamboanga, en Mindanao (Filipinas), la plaza que defendió Juan Fermín de San Martín, hermano del Libertador, en 1821. 

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Reunión de la IDC en Manila Filipinas. De pie, Ricardo Romano (PJ). Sentado en el centro, el lider democristiano filipino Raúl Manglapus

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El libro de Armando Puente sobre el exilio de San Martín

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El Capitán Juan de San Martín, padre del Libertador

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Busto de San Martín en Manila. Fotografía tomada por el embajador argentino en Filipinas Joaquín Otero

¿Un San Martín sepultado y honrado en los confines del mundo? Es una noticia que sorprende, tan poca ha sido la atención prestada por nuestros historiadores a muchos detalles de la vida del Libertador y, particularmente, de su familia. Existe una excepción, y es el libro Los hermanos de San Martín, publicado hace unos diez años. Su autor es Armando Rubén Puente, periodista, historiador y escritor argentino radicado en España desde hace muchos años.

Puente es tal vez el único historiador que se dedicó a estudiar la vida de los hermanos de San Martín. Volcó el resultado de sus investigaciones en el libro mencionado -ampliamente agotado-, que por fortuna se encuentra a la espera de una reedición. Allí describe la trayectoria de Juan Fermín Rafael, nacido en 1774, y por lo tanto cuatro años mayor que José Francisco. Este hermano de nuestro prócer fue destinado a Filipinas en 1805. Ya no regresaría a España. Murió en Manila el 17 julio de 1822, a los 48 años.

Recordemos que fueron cinco los hijos del matrimonio formado por el Capitán Juan de San Martín y Gregoria Matorras, ambos oriundos de la actual Castilla. Todos nacieron en tierra americana, en las antiguas misiones jesuíticas, donde el padre fue Teniente Gobernador y se desempeñó en la defensa de la frontera, permanentemente amenazada por las incursiones de los bandeirantes portugueses. María Elena (1771), la hija mayor y única mujer, y los dos primeros varones, Manuel Tadeo (1772) y Juan Fermín (1774), nacieron en Calera de Vacas, actual territorio uruguayo, mientras que los dos menores, Justo Rufino (1776) y José Francisco (1778), en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes. Toda la familia regresó a España en 1784. No se conocen retratos de todos los hermanos de San Martín; sólo de Justo, de María Elena. También éste, del padre, Juan.

Desde Madrid, Armando Puente sintetizó para Infobae los datos que pudo recabar para reconstruir la trayectoria de este hermano del Libertador que vivió y murió en Filipinas que, recordemos, era una colonia española desde 1521, cuando fue reclamada para la Corona de España por Fernando de Magallanes en su truncada vuelta al mundo.

Todos los varones de la familia San Martín ingresaron al ejército español desde muy jóvenes, a los 13, 14 ó 15 años. Juan Fermín lo hizo como cadete en el Regimiento de Infantería Soria el 23 de septiembre de 1788, en el cual revistó durante 14 años. Luego pasó tres años en el Batallón Veterano Príncipe Fernando. Tras combatir en el continente, pasó a la Real Armada y se embarcó en enero de 1797 y participó en la batalla de San Vicente contra la flota inglesa. Luego, permaneció en Brest hasta 1801, con la escuadra española coaligada a la francesa. De regreso a España fue destinado al Escuadrón Húsares de Luzón, la más grande de las islas Filipinas, y donde se encuentra la capital, Manila. Allá fue nombrado sargento del regimiento de húsares y años después coronel, es decir que alcanzó el mismo grado que sus hermanos. En 1815, llegó a ser Comandante de Húsares del Regimiento Luzón.

Aunque permaneció la mayor parte del tiempo en Manila, en 1821 fue destinado a Mindanao, la segunda en tamaño de las islas del archipiélago. Estuvo un año entero a cargo del fuerte de Sanboanga (o Zamboanga) –entonces apenas una aldea, pero hoy una gran ciudad de casi un millón de habitantes-, que en tiempos coloniales era una plaza estratégica, por ser una de las dos puertas del estrecho de Joló, un paso cuyo control los españoles no podían perder. Sanboanga había sido fundada en 1635 como fortaleza militar española contra los moros que acechaban desde Borneo e Indonesia. Durante su estancia allí, Juan Fermín de San Martín tuvo que defender la plaza de una insurrección de sectores musulmanes en conflicto con la población indígena y las autoridades europeas, cuenta Armando Puente. Para esa tarea, dice, tenía bajo su mando una compañía de artillería y 4 de infantería, una de ellas conformada por tropa indígena.

En Manila, en el año 1813, Juan Fermín se había casado con Josefa Manuela Español de Alburu, hija de un militar español y de una mujer indígena. Con ella tuvo tres hijos, siendo el único San Martín en haber engendrado descendencia masculina.

La curiosidad natural lleva a preguntarse si Juan Fermín, viviendo a 20.000 kilómetros del escenario americano, y considerando la lentitud de los viajes y comunicaciones entre diferentes dominios españoles, estaría al tanto de las peripecias y hazañas de su hermano menor. Y, más en general, cuánto contacto hubo entre ellos en esos años.

Seguramente sí lo había, aunque con el correspondiente delay. Una carta entre Manila y Buenos Aires bien podía demorar un año. Pero Armando Puente aportó en su charla con Infobae un detalle singular.

En el año 1819, Antonio José de Escalada, el suegro de San Martín, viajó a Filipinas para visitar a uno de sus hermanos, Bernabé Antonio Escalada, quien tenía un cargo importante en esa Capitanía General (el archipiélago no tenía categoría de virreinato). Bernabé Escalada, que era abogado, también se dedicaba al comercio y amasó una importante fortuna con esa actividad antes de regresar a Buenos Aires.

En su visita, el padre de Remedios se entrevistó con su pariente político, Juan Fermín. Podemos imaginar que el hermano de San Martín aprovechó la presencia de Escalada para ponerse al día respecto a la vida y obra del Libertador. Al menos, de lo que su suegro podía contarle. Lo comprobado es que Juan Fermín le entregó una carta para su ya célebre hermano, que en ese momento estaba tratando de organizar la campaña al Perú y a punto de entrar en conflicto con los unitarios porteños.

Según Armando Puente, el último descendiente directo de Juan Fermín murió en 1945, justo después del fin de la Segunda Guerra Mundial y cuando concluía la ocupación japonesa de Filipinas.

Ahora bien, en el año 2010, a raíz del Segundo Centenario de la Revolución de Mayo, el embajador argentino en Filipinas, Joaquín Otero, descubrió que había un busto de José de San Martín en una avenida de Manila. Cuando indagó sobre los motivos de este homenaje, supo que se trataba de un obsequio hecho por el general Juan Perón al enterarse de que un hermano del Libertador había muerto allí.

En declaraciones a TN, el 17 de agosto de 2012, el embajador Otero aseguró haber hablado con"la esposa del nieto de Juan Fermín". "Se llama Mildred San Martin", dijo. La mujer le dijo que su esposo había fallecido en 1998.

Armando Puente, quien ha incursionado en otros aspectos de la vida del Libertador, como sus años de exilio –es autor, entre otros, de Historia de una amistad: Alejandro Aguado y José de San Martín (Claridad, 2011)-, asegura que aún quedan cosas por investigar sobre los otros San Martín y, más concretamente, en Filipinas, sobre la trayectoria de Juan Fermín. Evidentemente, el tema de la línea sucesoria y la fecha exacta de la desaparición del linaje es una de ellas. El autor de Los hermanos de San Martín desconoce si alguien en Filipinas se ha abocado al tema.

El embajador Otero dijo en la nota citada: "Nosotros estamos contando quién era San Martín a los filipinos. Nos parece importante transmitir qué hizo San Martín para que se sepa más sobre Argentina, y que este conocimiento promueva el intercambio en varios niveles". En la foto, uno de los actos de homenaje al Libertador en el Bicentenario (2010).

Sin embargo, matizando lo que dice el diplomático, para la clase política filipina la presencia de un San Martín en su suelo no era algo desconocido.

En el año 1997, un histórico dirigente filipino, Raúl Sevilla Manglapus (1918-1999), que fue senador y secretario de Asuntos Exteriores, y que presidía la Internacional de Partidos de Centro (IDC, ex Internacional Demócrata Cristiana) llevó a los delegados argentinos a ese foro a visitar la tumba de Juan Fermín de San Martín y depositar allí una ofrenda floral. En la fotografía, Manglapus está sentado en el centro. De pie, Ricardo Romano, delegado del justicialismo en la IDC. Esto ocurría bajo la presidencia de Fidel Ramos (1992-1998), cuyo padre, como veremos más abajo, también está vinculado a esta historia.

El homenaje al hermano de San Martín en Manila tuvo lugar durante una reunión de ese importante foro plural de partidos de centro del cual el Partido Justicialista era miembro hasta que, inexplicablemente, el kirchnerismo lo retiró.

Por otra parte, el busto de San Martín en Manila demuestra que el dato era conocido también por el Estado argentino. En 1945, al concluir la segunda guerra y la ocupación japonesa, Narciso Ramos –padre de Fidel Ramos, quien, como se vio, llegó a la presidencia varias décadas después- fue el encargado de organizar el servicio exterior filipino y varias de sus embajadas, como la de EEUU y varios países latinoamericano, el nuestro entre ellos, fue la primera persona que indagó acerca de la presencia de Juan Fermín de San Martín en su país. Y en 1950, al cumplirse los 100 años de la muerte de José de San Martín, el entonces presidente Juan Domingo Perón decretó el "Año del Libertador General San Martín" y, entre otros muchos homenajes, envió un busto de San Martín a Manila.

El fallecido Raúl Manglapus, héroe de la resistencia anti-japonesa y uno de los líderes del partido Lakas-Unión Nacional de los Cristianos Demócratas, luego fusionado por iniciativa suya con una agrupación islámica, con el nombre de Lakas-Tao-Christian Muslim Democrats, conocía y honraba estos lazos de sangre entre Argentina y Filipinas.

 

(Infobae 15/1/15)