miércoles, 25 de junio de 2014

El secreto de los últimos musulmanes en España

El secreto de los últimos musulmanes en España

Adriana Cortés Koloffon
entrevista con Luce López-Baralt

Toda una vida dedicada al estudio de la literatura árabe. La investigadora puertorriqueña Luce López-Baralt interroga lo mismo a los textos escritos por los últimos musulmanes en España que a los de Juan Goytisolo, de innegable raigambre árabe. Autora de libros pioneros en el tema de la literatura aljamiada (producto del mestizaje árabe y español), como San Juan de la Cruz y el islam Huellas del islam en la literatura española, recientemente publicó La literatura secreta de los últimos musulmanes de España (Trotta, 2009).

– ¿Aún hay prejuicios sobre el tema de la literatura árabe?

– Me entristece decir que aún hay prejuicio en torno al tema, y de ello he sido víctima directa en algunas ocasiones. Con todo, la fuerza misma de los estudios sobre el campo, tan pertinente en la actualidad, es tal, que ello mismo va demoliendo antiguas fobias y malquerencias. Pienso que hay que comprenderlas sin asombro y con generosidad: la España del Siglo de Oro aún era parcialmente oriental, híbrida y mestiza, y esta verdad histórica no es fácil de asumir después de cinco siglos de silencio oficial. Aspiro con mi reciente libro a deshacer prejuicios y a abrir nuevas sendas de investigación. También aspiro a algo muy conmovedor para mí: a haber devuelto a la vida a toda una comunidad silenciada, que al fin puede hablar directamente a la posteridad. Su antiguo secreto es ahora de todos.

– ¿Por qué su interés en la literatura árabe?

– Para mí es un gran misterio el porqué de mi inclinación al mundo y a la cultura árabe. Sólo puedo recordar que los Reyes Magos me trajeron una noche la versión infantil de Las mil y una noches, con mi nombre “Lucecita” escrito en la portada. Para mí aquello resultó mágico: una mano ultramundana sabía mi nombre y lo escribía sobre un texto lleno de magia y misterio. Los pocos objetos orientales que había entonces en mi casa me imantaban de manera especial: un incensario, una daga toledana. Curioso: no tengo familia árabe y no había escuchado nunca el idioma cuando lo comencé a aprender a los dieciséis años, sola, con la única ayuda de un libro prestado por un amigo de origen libanés. Estudié literatura española en Puerto Rico, Madrid y New York, y ya en Harvard me dediqué al poeta más raro de las letras españolas: San Juan de la Cruz. Lo amaba por misterioso, pero sus enigmas no me ofendían, como a Menéndez Pelayo, sino que me enamoraban. Raimundo Lida, mi director de tesis doctoral, quedó tan impresionado con la contrapartida islámica de San Juan, que el Departamento me becó y me mandó a Beirut a estudiar la lengua árabe y el misticismo islámico.

– ¿Qué reto implicó para usted la lectura de los textos de los últimos musulmanes en España?


Mezquita de Córdoba, España

– La literatura secreta de los últimos musulmanes de España se conserva en manuscritos de los siglos XVI y XVII, inéditos en su mayoría. Estas crónicas clandestinas, redactadas en un castellano entreverado de aragonesismos y arabismos, están transliteradas con caracteres árabes. De ahí que el descifrar estos textos secretos constituya un reto, tanto para el hispanista como para el arabista, pues hay que saber los dos códigos –el español y el árabe– para poderlos leer. La primera noticia que nos dan estos códices es acerca del estado de hibridez cultural de los moriscos, que ya no podían expresarse en el árabe clásico de sus antepasados, sino en el idioma de sus opresores, el castellano. De otra parte, los textos que rescatamos hoy del olvido también nos permiten hacernos un cuadro más adecuado de la literatura española del Siglo de Oro: hoy sabemos que, junto a los autores que hoy consideramos clásicos, como Garcilaso, Lope, Cervantes y Quevedo, había una literatura subterránea y contestataria que los moriscos escribían desde la más estricta clandestinidad.

– ¿Por qué son incómodos estos textos para el lector occidental?

– Porque nos presentan un mundo cultural y religioso que pasó a ser prohibido y, por lo tanto, desconocido, sorprendente e incluso incómodo para nuestros ojos occidentales. Los textos, leídos en su conjunto, parecerían pensar a España al revés: celebran al profeta Mahoma–incluso en sonetos endecasílabos–, lloran la caída de Granada, denuncian a la Inquisición, reescriben leyendas pías y rituales religiosos islámicos, dan noticia de cómo huir clandestinamente de la España inquisitorial y cómo regresar a ella en secreto, tal como hizo el morisco Ricote. Por más, entre los tratados moriscos espigamos uno particularmente inaudito, que publiqué hace años como libro independiente y que ahora resumo y actualizo: El Kama Sutra español. Se trata de un opúsculo sobre la casuística matrimonial dentro del contexto islámico, en la que el autor, muy en la línea de sufíes devotos como Ahmad Zarruq, describe el acto sexual en todos sus pormenores y enseña a los esposos a orar mientras hacen el amor, ya que concibe el sexo como un acto sagrado que nos lleva a la contemplación misma de Dios. Además, como se trata de un morisco musulmán que es, a la vez, español, no tiene reparos en entreverar las oraciones nupciales que recomienda con sonetos de Lope de Vega. El Fénix, sin duda, se hubiera asombrado de verse incluido en el texto, tan asombroso desde el punto de vista cultural, de este morisco anónimo que fue su contemporáneo.

– ¿Puede considerarse fronteriza a la literatura aljamiada?

– Definitivamente, los códices moriscos son textos fronterizos y a caballo entre dos culturas, la occidental y la islámica. Lo híbrido, como se sabe, siempre es difícil de clasificar y de interpretar. Creo que algunos postulados de Homi Bhabha sobre la literatura postcolonial se podrían aplicar con fortuna a la literatura aljamiado-morisca: el espacio textual híbrido, cambiante, fluido y abierto crea un “tercer espacio” literario. En este tipo de literatura mestiza, los conceptos monolíticos raciales o nacionales se disuelven en espacios entrecruzados, en intersticios, en fisuras, en fronteras inciertas: estamos ante el nuevo producto de la fusión entre dos culturas, que siempre es un proceso indeterminado. Este “tercer espacio” ya no corresponde a ninguna de las dos culturas que litigan entre sí en el texto. La literatura aljamiada es las dos cosas a la vez: literatura española y literatura islámica, y aún más: es el tercer espacio del encuentro –y del choque– entre ambas. O, acaso, también el tercer espacio del intento de armonizarlas a las dos. Se nos hace difícil pensar, de otra parte, que a la altura del Renacimiento todavía España era tan semítica como para producir esta literatura apasionante que fue, de otra parte, contemporánea con la colonización de Indias. Muchos moriscos –igual que muchos judíos conversos– pasaron por cierto a Indias, y en el capítulo final de mi libro doy fe del caso del primer alcalde y médico de San Juan de Puerto Rico, a quien Ponce de León ii acusó de ser un morisco encubierto. Así que tengo un morisco compatriota puertorriqueño.

– ¿Qué puede decir sobre el Mancebo de Arévalo, uno de los criptomusulmanes más estudiados por los arabistas hoy en día?

– Es el autor morisco más misterioso de todo el corpus aljamiado. Tanto l. p. Harvey, su primer estudioso, como la editora de La Tafsira, su obra maestra, María Teresa Narváez, puertorriqueña por cierto como yo, exploran la obra del Mancebo, que ni siquiera legó su verdadero nombre a la posteridad. Este autor, cuyo lenguaje y estilo resultan sumamente extraños aun en el contexto de las letras moriscas, tiene, a mi entender, los pasajes testimoniales más apasionantes de todo el corpus secreto. Como si fuera un periodista avant la lettre, el Mancebo entrevista a los sobrevivientes de la caída de Granada, que le dicen, angustiados, cómo fue la tragedia de perder su ciudad y cómo los Reyes Católicos no tardaron en contravenir sus generosas capitulaciones de 1492.

– ¡Es sorprendente que el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, confesor de Isabel la Católica, haya contratado los servicios de una curandera musulmana!

– Los moriscos fueron herederos de una ilustrísima tradición médica islámica, heredera a su vez de la griega. Por ello, aun a la altura del Renacimiento eran respetados –y aun temidos– por los cristianos, quienes, en casos graves, solían recurrir a ellos. Muchas veces lo hacían en secreto. Ese fue el caso del cardenal Cisneros, que enferma en Granada en 1501. Ningún médico cristiano acierta a curarlo, por lo que hace venir a una mora sanadora que lo logra sanar con ungüentos y yerbas. El encuentro médico fue clandestino y ni siquiera sabemos el nombre de la benefactora del cardenal. Irónicamente, el mismo Cisneros había prohibido en 1498 que la comunidad cristiana se sirviera de “parteras moras”, y él mismo, en crisis, acude a la medicina morisca. Es obvio que ya las relaciones entre cristianos y musulmanes eran tan tirantes como peligrosas pero, aun así, la medicina morisca era vista con respeto.

– ¿Qué sorpresas nos depara la literatura aljamiada?

–Son muchas. En primer lugar, escuchamos por vez primera los las voces de los vencidos: los moriscos se quejan de la caída de Granada, de la venta en pública subasta de las damas moras granadinas, de la pérdida de los libros sagrados de su fe, de la desgracia de desaparecer como pueblo constituido. Desprecian la lengua española que se ven precisados a utilizar tan a su pesar, suspiran por el regreso de los alminares de las mezquitas, claman, ya desde el exilio en Berbería, contra la Inquisición que les pisaba los talones cuando aún estaban en la península. Con todo, también se comportan como el nostálgico morisco Ricote: entre líneas dejan ver su nostalgia por la tierra que los echó de sí y por su extraordinaria literatura, que tan bien se sabían: el romancero, Garcilaso, Quevedo, Lope. Incluso se apropian –tal es el caso del Mancebo de Arévalo– del dolido prólogo de la Celestina, de Fernando de Rojas, inspirado en el De remediis utriusque fortuna, de Petrarca, y lo interpretan como texto disidente de protesta política y religiosa. Así, por cierto, lo habría de interpretar cuatro siglos más tarde Stephen Gilman, leyendo entre líneas el angustiado agnosticismo del autor converso de la tragicomedia. Algunos autores moriscos, sobre todo los del exilio, llegan a tal extremo de indentificación con los valores de la España oficial que escriben novelas a la italiana, con pasajes no resultan no sólo maurófilos, sino incluso defensores de la sangre goda tan en boga en el ideario delestablishment cristiano.

– ¿Dónde se encuentran los textos que sobrevivieron a la Inquisición ?

– Todo el corpus aljamiado que conservamos en las bibliotecas de España, París, Aix-en-Provence y otras bibliotecas europeas y orientales sobrevivió las pesquisas de la Inquisición. Contamos con más de doscientos códices, casi todos ellos descubiertos en pisos falsos y pilares huecos de casas de la región de Aragón que se demolieron en el siglo XIX. El hallazgo más célebre de todos es el de Almonacid de la Sierra , en el que se lograron salvar la mayoría de los manuscritos de la biblioteca secreta de un morisco del siglo xvi . Los manuscritos de otro hallazgo antiguo alimentaron el hogar y calentaron los pucheros de una casa por espacio de los meses crudos del invierno aragonés. Vincent Barletta calcula que allí se perderían hacia 270 libros, más del caudal total de códices aljamiados que tenemos en las bibliotecas de España. Con todo, los hallazgos continúan: ha habido otros en Ocaña, Tombuctú e incluso en Argelia. He gastado décadas en visitar las bibliotecas de Europa y Oriente a la zaga de muchos de estos manuscritos. Al principio de mis pesquisas, los códices de muchas bibliotecas aún estaban sin catalogar, por lo que el trabajo archivístico no resultaba nada fácil. De otra parte, como el tema de las letras aljamiadas aún resulta incómodo en ciertos círculos académicos, después de mis publicaciones se me dificultó por muchos años la entrada a alguna de estas bibliotecas. Todo ello se ha reparado al presente.

Principio del formulario

 

 

(Fuente: La Jornada 16/8/2009)Final del formulario

 

viernes, 20 de junio de 2014

Medicamentos made in Argentina

Medicamentos made in Argentina

Publicado el 18 junio, 2014

Milagros Pérez Blanco

En los últimos años, se ha vuelto a hablar de industria nacional y de políticas de Estado. Del “achicar el Estado para agrandar la Nación” se dio paso a una mayor presencia del Estado en el manejo de la económica, como promotor y ejecutor de políticas sociales y, también, en materia de reparación simbólica. Para poder hablar de producción pública de medicamentos fue necesario comenzar a desandar un camino, comprender que el Estado ha sabido ser un eficiente empresario, pese a las campañas mediáticas que nos aseguraron, y aseguran, lo contrario.

Es preciso aclarar ¿qué es la producción pública de medicamentos? Y porqué amerita esta compresión más integral de la cuestión. La producción pública de medicamentos es el Estado garantizando la universalidad y accesibilidad de los medicamentos al conjunto de la problación. Si partimos de considerar a la salud como un derecho humano básico, el medicamento ya no puede ser mercancía, no puede estar sometido a las leyes del mercado, sino que debe necesariamente ser un bien social. Esto implica que su precio no puede determinarse mediante el libre juego de la oferta y la demanda, porque las personas están sujetas de manera forzosa a adquirirlos. Los medicamentos resultan productos imprescindibles para la vida de millones de personas.

En la Argentina, existe una ley nacional, la 26.688, que fue sancionada en junio de 2011, que declara de interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, vacunas y productos médicos, reconociendo a éstos como bienes sociales. Sin embargo, esta ley todavía no ha sido reglamentada lo cual implica que, por ejemplo, no se pueda disponer de las partidas prespuestarias (es decir, del dinero para su implementación) que establece la ley en su artículo 12. ¿Por qué no se ha reglamentado aún? Podemos especular que la industria farmaceútica está ejerciendo presión, una vez, contra esta ley claramente contraria a sus intereses.


Recordemos un poco

Bajo el primer gobierno peronista, el Dr. Ramón Carrillo, creó Especialidades Medicinales del Estado (EMESTA), empresa de producción pública de medicamentos dedicada a abastecer a los hospitales públicos. Los productos EMESTA eran entre un 50% a 75% más baratos que los de producción privada. EMESTA fue cerrada por la dictadura militar que derrocó a Perón en 1955.

En 1964, el Dr. Arturo Oñativia, ministro de salud de Illia, sanciona dos leyes conocidas como “la Ley Oñativia”, por la cual se establecía una política de precios y control de los medicamentos, fijando límites para los gastos en publicidad de las empresas. La ley declaraba “de utilidad pública y sujetos a expropiación” las drogas, productos químicos, reactivos, formas farmacéuticas, y medicamentos. Otra vez aparecerá la mano dictatorial: una de las primeras medidas de Onganía fue derogarla.

En 2007, la legislatura porteña había aprobado la creación del laboratorio estatal de producción de medicamentos. Pero en este caso no hizo falta la intervención de ningún golpe de estado. Macri vetó la ley a pesar de que en el artículo 21 inciso 10 de la constitución de la CABA, se destaca la necesidad de desarrollar “una política de medicamentos que garantiza eficacia, seguridad y acceso a toda la población” y promover “el suministro gratuito de medicamentos básicos”.[1]

 

Industria Nacional

Según un informe de 2013 del programa Remediar[2], del total de principios activos que se necesitan para la elaboración de los medicamentos, el 90% es importado. “El tema de los medicamentos debe inscribirse en una política de Estado porque es un tema central para recuperar soberanía en salud”, afirma el Dr. Rachid, quien fue director de Laboratorios Puntanosde San Luis y actualmente trabaja en el Ministerio de Defensa al frente del laboratorio conjunto de las fuerzas armadas.

Es preciso considerar cuando hablamos de industria nacional qué sucedería en caso de un conflicto bélico. Aquí se plantea el tema de la dependencia y los medicamentos no escapan a esto. No podemos depender de países centrales, que en caso de quererlo, pueden suspendernos el envío de materias primas. Lo paradójico es que hace 40 años las fabricábamos en el país. Debemos recuperar eso que supimos conseguir. La Asamblea Permanente de Derechos Humanos declaró que “nuestro país está en condiciones de cubrir sustancialmente la producción requerida por el mercado nacional en este rubro, con los consiguientes ahorro de divisas en su balanza comercial y generación de puestos de trabajo en la áreas públicas que se encuentran habilitadas ya para tal fabricación”[3].

“El gasto del medicamento en el gasto total de salud es el más alto del mundo, en nuestro país”, asegura el Dr. Rachid y agrega que son más caros en nuestro país que en Inglaterra y en España. Incluso son más caros que en Chile, pese a que los producimos acá y los exportamos a Chile. Hoy se habla mucho sobre el tema de los precios y la inflación pero, paradójicamente, poco se discute sobre la formación de precios y la estructura de costos de los productos. ¿Cómo se fijan los precios? ¿de acuerdo a la estructura de costos o de acuerdo a lo que las personas pueden pagar por esos productos? Este es un tema que los medios masivos de comunicación ni siquiera mencionan. La industria farmaceútica es la única donde “la cadena de valor arranca del 900%”, afirma el Dr. Rachid. Y sostiene que “la producción pública de medicamentos no sólo debe ser la que produzca para el sector hospitalario, garantizando la accesibilidad a los medicamentos, sino que debe ser una empresa testigo de precios para que el país fije una política de precios sobre la industria”.

El Dr. Rachid ha participado en la presentación a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) de un proyecto para que la UNASUR, como región, produzca dentro de 5 años medicamentos para 450 millones de latinoamericanos. La propuesta fue aprobada en 2012, en Lima, en el marco de la VII Reunión Ordinaria del Consejo de Defensa Suramericano, en la cual participaron los ministros de Defensa de los países miembros., con el lema: “El medicamento, eje de construcción de Soberanía”.

En 2007, se fundó la RELAP (Red de Laboratorios Públicos) donde se nuclearon todos los laboratorios públicos existentes para delinear una política de producción pública de medicamentos a nivel nacional. Algunos de los objetivos eran: realizar compras conjuntas de materia prima para abaratar los precios, capacitar personal entre los laboratorios en el know how, delinear una lógica de producción conjunta y abastece al primer nivel de atención sobretodo en el caso de patologías crónicas que impactan en el segundo nivel de atención.

La producción pública de medicamentos no es una ocurrencia disparatada, ni de ocasión. Desde la década del 40 viene desarrollándose y aún no ha logrado ser implementada en un 100% por la oposición de las corporaciones farmaceúticas e intereses sectoriales, pero tenemos una ley nacional que declara al medicamento como bien social. Es necesario difundir y comprender qué es la producción pública de medicamentos, cuál es su importancia social y estratégica y por qué es una cuestión, también, de soberanía nacional.

 

 

[1]  Disponible en: http://infoleg.mecon.gov.ar/?page_id=166

[2]  Remediar es un programa del Ministerio de Salud de la Nación, que abastece de medicamentos esenciales gratuitos a los pacientes de Centros Públicos de Atención Primaria de todo el país.

[3] En: http://www.apdh-argentina.org.ar/Sobre_la_Reglamentaci%C3%B3n_del_la_ley_26688 [Consulta: 15 de junio de 2014]

 

 

http://multiplicandoideas.com.ar/

martes, 17 de junio de 2014

Ing. Enrique Mosconi

De: Centro Cultural Alejandro Olmos [mailto:centroculturalalejandroolmos@gmail.com]

Ing. Enrique Mosconi

 

Los que forjaron la Gran Argentina



Enrique Carlos Alberto Mosconi, nació en Buenos Aires el 21 de febrero de 1877. Es el primer vástago varón de un hogar donde ya hay dos niñas. Su padre era un milanés, de profesión ingeniero, que viene a la Argentina contratado para construir ferrocarriles. Aquí contrae enlace con Juana María Canavery (antigua familia porteña) cuyos dos hermanos, uno sacerdote –Tomás Onésimo- recibe en los Campos de Curupaytí las charreteras de teniente coronel, y el otro –Angel- acompaña a Roca en la Campaña al Desierto, retirándose con idéntico grado.
Antes de cumplir los dos años, su padre se traslada a Italia con toda la familia. Allá inicia sus estudios, pero como consecuencia del fallecimiento de su madre, un amigo del padre lo trae a Buenos Aires, donde prosigue sus estudios en el Colegio San José. Luego de dos años de bachillerato ingresa al Colegio Militar de la Nación (26 de mayo de 1891), de donde egresa –a los diecisiete años- con el grado de subteniente, como número uno del arma de infantería y con diploma de honor.
Con el grado de teniente primero es destinado al Estado Mayor del Ejército, desempeñando comisiones topográficas en la zona cordillerana de Mendoza y de estudio y proyecto de líneas férreas de Neuquén a Pino Hachado y de Perico a Orán, entre otras.

ingenieros


Inicia cursos en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, obteniendo en 1903 el título de ingeniero civil, siendo reconocido como ingeniero militar en el año 1907, cuando alcanza el grado de mayor.

Se lo destina para viajar a Europa y allí se incorpora por dos años al Batallón de "Pioneros de Westphalia", participando en las famosas maniobras imperiales.
Realiza varias comisiones en Europa y obtiene el título de ingeniero militar en la Academia Técnica de Prusia. Como integrante de la Comisión de Compra de Armamentos en Europa, tuvo una actuación tan destacada que fue felicitado por su brillante desempeño y por las economías realizadas en beneficio de la Nación.
De regreso al país, en 1911 es designado segundo jefe del Batallón de Ingenieros 1, en Campo de Mayo.
Mosconi fue también precursor de la aeronáutica militar. En 1912 –ascendido a teniente coronel- ocupó la dirección técnica de la Escuela de Aviación Militar, obteniendo durante su desempeño el brevet Nº 1 de aviador militar.
Viaja nuevamente a Europa para la adquisición de material y en 1913 participa de los Grandes Ejercicios Tácticos en la región del Elba.
A su regreso es nombrado Subdirector General de Arsenales de Guerra y hacia 1916, Director del Arsenal Esteban de Luca, donde ascendió a coronel el 31 de diciembre de 1917.
Desde 1920 y hasta octubre de 1922 se desempeñó como Director del Servicio Aeronáutico del Ejército, en la Escuela de Aviación Militar, con asiento en Palomar.

Mosconi y el petróleo

La obra desarrollada por el general Enrique Mosconi en sus 63 años de vida fue tan amplia y diversa que resulta difícil exponerla en pocas palabras. De todas ellas hay una que sobresale con nitidez, por lo que significó para el futuro del país: la exploración, explotación, industrialización y nacionalización de nuestro petróleo. Los aspectos más significativos de esta gigantesca obra se inician a partir de su designación como Director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en 1922, cuando impulsó la exploración de las áreas potencialmente ricas, su extracción, industrialización, almacenamiento y distribución del usuario. De recibir una empresa incipiente, en 8 años la transformó en la más importante de Latinoamérica.

potencia

 

Ingenieros y operarios de Comodoro Rivadavia con sus ropas y rostros empapados de petróleo



Durante ese lapso rompió con la dependencia que imponían los "trust" internacionales, tales como la Standard Oil y la West Indian Oil Co., filial de la primera nombrada. A esta actividad, Mosconi la denominó "independencia integral" y lo impulsó a expresar: "Los grandes trust son organizaciones insaciables, difíciles de dominar una vez que han tomado de las tierras y se les ha acordado facultades y derechos".

Argentina

 

YPF adquiere su primer buque petrolero, marzo de 1925.



Afirmó también el general Mosconi: "dos organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan intereses antagónicos, destinados a vivir en una lucha de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatista. Para asegurar para nuestro país la riqueza petrolera debe encararse a fondo la cuestión, siendo ello imposible de lograr mientras el Estado no monopolice íntegramente la explotación de sus yacimientos".
De una empresa deficitaria en 1922 pasó a dar dividendos positivos para el país a partir de 1923. A tal punto que de una producción anual de 350.000 metros cúbicos logró un rendimiento de un millón.
En diciembre de1925 inaugura la destilería de La Plata, la más importante de Sudamérica, que inmediatamente entró a producir nafta, kerosene, fuel-oil y, a menos de cinco meses de su habilitación, comenzó la elaboración de nafta de aviación. En 1929 rebaja el precio de la nafta y en 1930, antes de su renuncia, unifica el precio de dicho combustible en todo el país.

industria

 

Destilería de La Plata



Como práctica empresaria y comercial definió que la explotación petrolera del país abarcara desde el estudio geológico previo a la explotación, la extracción, la refinación del producto en distintos derivados y su almacenamiento hasta la entrega al público consumidor.
Consecuente con su obra petrolera, creó polos de desarrollo en diferentes zonas del país, particularmente en nuestra Patagonia y en el noroeste argentino. Así fue como nacieron localidades que llevan su nombre a las cuales el propio Mosconi se encargó de darle el mayor bienestar posible, tales como escuelas (primarias y de artes y oficios), hospitales, cooperativas de vivienda, clubes deportivos, centros productores de alimentos de primera necesidad (panaderías, etc.), farmacias, servicios médicos y odontológicos, comedores; baños públicos, etc. En síntesis, una concepción y una obra destinada al bienestar del personal afectado a la explotación petrolera.

Los que forjaron la Gran Argentina



Lamentablemente la obra realizada por Mosconi, de norte a sur y de este a oeste del país, en la actualidad ha quedado desnaturalizada. Pueblos enteros fueron desapareciendo por la migración de sus habitantes y el avance de la selva los fue devorando.

Otras obras

Participó, en el marco de una comisión de estudio, en el trazado del Ferrocarril Central Norte, entre Ledesma y Orán y en el tendido de líneas de Perico a Ledesma.
Diseñó los cuarteles del actual Regimiento de Infantería Mecanizado 24 "Gral. Jerónimo Costa" (Río Gallegos) y otras instalaciones, como las que ocupa actualmente el Regimiento de Granaderos a Caballo.
Después de haber realizado estudios en Europa (Italia, Bélgica y Alemania) a partir del proyecto y adquisición posterior de una usina alimentada con "gas pobre", se logró su instalación en Campo de Mayo, que funcionó hasta 1960.
En 1931 el presidente Agustín P. Justo lo designa Director de Esgrima y Tiro del Ejército, que no era otra cosa que un demérito encubierto, mediante el cual quedaba relegado a un papel meramente protocolar.
En 1933 sufre un ataque de hemiplejía que soportó a lo largo de siete años. El 31 de diciembre de ese mismo año fue retirado del servicio activo del Ejército con el grado de general de división. Ya retirado de su vida profesional y pública y mientras libraba una dura batalla por su vida, testimonió su obra al servicio del país en su libro "El Petróleo Argentino – 1922-1930".

Condenado al ostracismo político, pobre e inválido Enrique Mosconi fallece el 4 de junio de 1940.
En su cuenta personal del banco de la Provincia de Buenos Aires, tenía un saldo de $ 9,90 y la casa, que compartía con sus dos hermanas en la calle Aráoz 2592, adquirida con un préstamo del Banco Hipotecario Nacional, se encontraba hipotecada por falta de pago de cuotas.
De todas las virtudes que adornaron la personalidad del general Mosconi hay una que no se puede dejar de ponderar, aún a costa de ser reiterativos: su gran honestidad, a punto tal de negarse a cobrar el sueldo que le correspondía por su gestión como Presidente de YPF. Su salario como militar lo consideraba suficiente.
Cuando dejó su cargo, al despedirse expresó: "Me hago un deber expresar en esta oportunidad que esta casa ha sido de cristal y que ellos (sus cristales) jamás han sido empañados durante mi presidencia". También agregó: "Es bueno vitorear a la patria pero mejor es ayudarla a vivir, contribuyendo a su engrandecimiento, progreso y bienestar".
Fue un varón ilustre, su vida rompe los moldes comunes para transformarse en un ejemplo. No admite fáciles elogios sino que exige penetrar en los rasgos que hicieron de él un destacado militar, un creador vigoroso y un acendrado patriota.

"No pretendamos olvidar que los argentinos fuimos capaces de construir una experiencia sin precedentes en la historia petrolífera mundial y que más allá de los altibajos y del sabotaje oficial, los logros de Yacimientos Petrolíferos Fiscales estuvieron signados por el éxito, un éxito notable y aleccionador que demostró que sí se puede y que la falacia de que el estado es intrínsicamente mal administrador, es el pretexto interesado de aquellos que defienden un provecho que no es el del país".

 

viernes, 13 de junio de 2014

Discurso sobre Imam Al Ghazzali

Discurso sobre Imam Al Ghazzali

La revolución de la intelectualidad musulmana

13/06/2014 - Autor: Prof. Yahia Said Al Andalusí - Fuente: Webislam

 

Sufismo, poesía y éxtasis místic. Miniatura medieval

Abu Hamid Muhammad Al Ghazzali fue un iconoclasta por excelencia, su esfuerzo en el combate contra el shirk, se centró en el problema de la idolatría de la razón.

Nació en 1058 en Ghazzel, cerca de Tus, Irán y murió en Tus en 1111

Vivió al borde de un cambio político enorme, durante la época de Malik sha, el último de los grandes turcos de la dinastíaseldjuki. Pero también vivió al borde de un cambio radical en la intelectualidad musulmana.

El primer cambio, el político, se produjo por el fin del Imperio Seldjuki, y el ascenso de la dinastía safávida en Persia, con lo cual Irán, que hasta entonces había sido un país sunita, experimentó un profundo cambio religioso y se volvió shiita.

En el segundo cambio, el intelectual, él tuvo un rol fundamental, y su obra en este campo lo convirtió en uno de los pensadores mas influyentes del mundo musulmán, y tuvo también gran influencia en los pensadores europeos medievales.

Como se puede ver estos dos cambios estuvieron íntimamente relacionados, y el Imam Al Ghazzali puede ser considerado un actor en ambos.

Su vida se dividió en dos etapas, en la primera, fue un sabio que impresionó al gran visir de Malik Sha, Nizar Al Mulk, al punto que este político influyente, se convirtió en su protector, y le dio puestos en las escuelas de teología que había fundado, las nizamiyyas, para mantener el tipo de Islam que propiciaban los sedjukis, el Islam sunita.

Al Ghazzali fue un conservador acérrimo en este sentido durante toda su vida.
Pero su pensamiento es muy profundo, y se aleja del Islam popular para ser propio de una elite intelectual sunita, esto se profundizó todavía mucho mas en la segunda parte de su vida, cuando decidió experimentar el camino de los sufies como puesta en práctica de sus saberes teóricos.

Dejó su puesto en la Nizzamiyya, su riqueza, su prestigio, su familia y anunció que iba a hacer la peregrinación a La Meca. Simplemente lo dejó todo y partió, confiando solo en Allah,  se encaminó a Siria, y se cree que estuvo en Damasco y Jerusalén, aunque durante el viaje, efectivamente sí realizó la peregrinación a La Meca.

Esta segunda etapa era para Al Ghazzali vivir lo que antes había teorizado, y nos ofrece una imagen clara de lo que se denomina sufismo, como aprendizaje vivencial, por experiencia, por depositar toda la confianza solamente en Allah.

Al Ghazzali consideraba que la razón no puede llegar a conclusiones verdaderas por sí sola, sino que necesariamente debe ser guiada por Dios.

En este orden de ideas, refutó la filosofía racionalista y discursiva y se centró en el concepto de intuición racional, es decir en que la razón solamente es válida si es guiada por la revelación. Una idea puramente propia del sufismo; y es que Al Ghazzali, sobre todo durante los diez años que duró su viaje, fue el prototipo del sufí que solamente busca la verdad por cercanía a La Divinidad, y subordina la razón y el análisis filosófico a la instrospección y la búsqueda de la verdad a la luz de la fe.

En este punto existe una controversia sobre el pensamiento de Al Ghazzali, ya que si en apariencia rechazaba la filosofía y la razón, en realidad, si se analiza mas profundamente su obra, no hace nada de esto, sino que explica claramente que la razón solamente puede actuar a la luz de la revelación.

En este sentido, Al ghazzali generó una elaboración filosófica original, y tal vez sea el único pensador que logro eliminar todas las contradicciones entre razón y fe, el subordinar la filosofía a la revelación, y la razón humana a la intuición racional.

El concepto de intuición racional, no es sencillo de comprender, pero ya nos estamos aproximando a su comprensión en la obra de Al Ghazzali. La verdad, el conocimiento de la verdad, no se alcanza por la especulación racional filosófica pura, sino por una combinación de un razonamiento condicionado a la revelación y una búsqueda empírica de la propia verdad, de alguna manera, se podría decir que el conocimiento de sí mismo produce el conocimiento del mundo y finalmente el retorno a la Divinidad o mas propiamente el conocimiento o reconocimiento de Dios, del que todo parte y al que todo retorna.

Asi vemos que es una interpretación errada afirmar que Al Ghazzali rechaza la filosofía y la razón, sino que es mas correcto interpretar su obra en el sentido de una afirmación de la fe contra la especulación.

En la actualidad el pensamiento de Al Ghazzali sigue siendo de importancia superlativa, ya que por un lado, es facilmente malinterpretado y por el otro, ningún pensador posterior, aunque tuvo muchos emuladores y seguidores muy renombrados, como Sohravardi o Abdel Qader Yilani, alcanzó las alturas del pensamiento de Muhammad Al Ghazzali.

Por añadidura, para el público en general Al Ghazzali es un pensador demasiado complejo, incluso muchos musulmanes letrados no pueden comprenderlo correctamente.

(Fuente: Webislam)

miércoles, 11 de junio de 2014

La profética visión ecológica de Perón

17.12.2011 | Contaminación

La profética visión ecológica de Perón

Con neta claridad, Perón sostenía que en el siglo precedente la humanidad había saqueado continentes enteros y le habían bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales.

Por: 
Miguel Grinberg Analista ecosocial.

Desde su exilio madrileño a comienzos de 1972, Juan Domingo Perón difundió un "Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo", con una serie de enérgicas puntualizaciones ecológicas que para nada figuraban en las agendas de los principales políticos de aquella época, salvo dos singulares primeros ministros, Olof Palme de Suecia e Indira Gandhi de India. Una copia fue dirigida al flamante Secretario General de Naciones Unidas, el austríaco Kurt Waldheim. 
Perón sabía que en el seno de la ONU se aceleraban los preparativos de la primera eco-cumbre mundial, llamada Conferencia sobre el Ambiente Humano, que se llevó a cabo en junio de ese año en la ciudad de Estocolmo. Decía el veterano líder argentino: "Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre estimación de la tecnología y la necesidad de revertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional."
No se trató de un cónclave global, pues participaron solamente 113 naciones: la Unión Soviética y sus satélites (excepto Rumania) repudiaron la conferencia pues los Estados Unidos habían vetado la participación de Alemania oriental, dado que -dentro de los parámetros de la Guerra Fría- solamente reconocía la existencia jurídica del occidente germano. Palme y Gandhi fueron los dos únicos jefes de Estado que se hicieron presentes en esa magna reunión.  
Por encima de tales vaivenes geopolíticos, Perón señalaba que "hace casi treinta años, cuando aún no se había iniciado el proceso de descolonización contemporáneo, anunciamos la Tercera Posición en defensa de la soberanía y autodeterminación de las pequeñas naciones, frente a los bloques en que se dividieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial... Abordo el tema como dirigente político, con la autoridad que me da el haber sido precursor de la posición actual del Tercer Mundo y con el aval que me dan las últimas investigaciones de los científicos en la materia."
Con neta claridad, Perón sostenía que en el siglo precedente la humanidad había saqueado continentes enteros y le habían bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso. Y agregaba que, si bien había inventado el automóvil para facilitar su traslado, ello había erigido una civilización del automóvil asentada sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, inmunidad y contaminación en las ciudades, agravando las consecuencias de la vida sedentaria.
La conferencia en Estocolmo fue particularmente promovida por Olof Palme, a partir de un serio problema que devastaba masivamente los bosques y los lagos europeos: la llamada "lluvia ácida", o sea, las precipitaciones recargadas con agentes químicos emitidos por la expansiva civilización industrial. El Consejo Nórdico, organismo creado en 1952 e integrado por representantes de los cinco países escandinavos (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca e Islandia), cuestionaba particularmente al Reino Unido, dado que sus gases industriales viajaban hacia el mar del Norte con sus óxidos de nitrógeno y  dióxido de azufre emitidos por centrales eléctricas, fábricas, maquinarias y autos impulsados por derivados del petróleo, que reaccionan al contactarse con la humedad del aire y se transforman en ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico. 
Perón se anticipaba a las luchas ecologistas de varias décadas después, y sostenía en su mensaje que las mal llamadas sociedades de consumo "son, en realidad sistemas sociales de despilfarro masivo, basados en el gasto, por el que el gasto produce lucro. Se despilfarra mediante la producción de bienes necesarios o superfluos y, entre estos, los que deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna cierta vida porque la renovación produce utilidades. Se gastan millones en inversiones para cambiar el aspecto de los artículos, pero no para remplazar los bienes dañinos para la salud humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para satisfacer la vanidad humana. Como ejemplo, bastan los autos actuales que debieran haber sido remplazados por otros con motores eléctricos, o el tóxico plomo que se agrega a las naftas simplemente para aumentar el pique de los mismos."
Naturalmente, tras asumir Perón por tercera vez la presidencia de la Argentina, el 12 de octubre de 1973, creó la primera Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Argentina, decisión que resultó fundacional en toda Latinoamérica. Puso a su frente a la tucumana Yolanda Ortiz, apasionada doctora en Ciencias Químicas. Ella recuerda que al aceptar el puesto, le dijo al presidente: "Voy a tratar de prevenir para que no tengamos que salir a apagar incendios." Y recibió como respuesta: "Usted habla mi mismo lenguaje, nos vamos a entender muy bien..." Y ella agrega: "Recuerdo que entre las primeras medidas decidimos poner el ojo en las industrias instaladas en torno a focos de contaminación y se había dispuesto que, para habilitar nuevas, estas deberían asumir un compromiso ambiental consistente en declarar qué manejo harían de sus desechos."
En su carta de 1972, Perón iba más allá del mundo material y enfatizaba tres puntos, con necesidad y urgencia: "una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado; y el surgimiento de una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza."
Y proféticamente concluía: "el llamado progreso debe tener un límite, e incluso habrá que renunciar a alguna de las comodidades que nos ha brindado la civilización."  <

 

 

/Fuente: Tiempo Argentino)