sábado, 30 de marzo de 2013

La decisión política de recuperar YPF marca un camino que es ir por más"

  Dossier: Empresas de la Patria III

"La decisión política de recuperar YPF marca un camino que es ir por más"

Viernes 29 de Marzo de 2013 09:50

El “Chiru" López es un gremialista histórico de la actividad petrolera. Especialista en perforaciones, fue formado por YPF y trabajó en la petrolera estatal desde 1975 hasta 1991, cuando fue uno de los primeros despedidos por "motivos políticos". Militó activamente en contra de la privatización y en la actualidad es una referencia ineludible a la hora de abordar la actividad petrolera en Argentina.

Por Enrique de la Calle

APU: Entraste a trabajar en YPF en el año 75 ¿Es así?

Rodolfo “Chiru” López: Sí, soy originario de La Plata, ahí me recibí de ingeniero mecánico. En esa época había cursos de capacitación y preparación para distintas empresas estatales, ferrocarriles, YPF, Aerolíneas. Con muchos amigos decidimos entrar al curso de YPF que daba el Instituto Argentino de Petróleo, nos recibimos de ingenieros en petróleo y decidimos trabajar por todo el país. Algunos estudiaban para ponerse a trabajar en la refinería de La Plata, otros en Dock Sur. Muchos decidimos ir a trabajar a los yacimientos en los campos petroleros. Había distintas orientaciones, para trabajar en refinería, en talleres de reparaciones navales, en los yacimientos para producción, en perforación, etc. Yo elegí trabajar en el desierto, en los campos, y por eso decidí trabajar en perforación. Así decidí trabajar en lo que es el origen de YPF.  El origen de YPF es el Departamento de Minas e Hidrología del viejo Ministerio de Agricultura de la Nación, que hacía pozos por todo el país hasta que encontró petróleo en Comodoro Rivadavia, ahí arranca YPF.

APU: ¿Con el golpe militar del 76 ya se empezaron a vislumbrar cambios en la empresa?

RCL: Sí, a mi ese golpe me tocó en Plaza Huincul, era delegado de base, a algunos compañeros los metieron en cana, empezaron a perseguirnos. Recuerdo que hasta esa época todo se hacía por administración, no había nada contratado. En la época de la dictadura ya empezaron a aparecer compañías de servicio, compañías privadas internacionales que contrataban para operar en los equipos de perforación. Empezaron a aparecer distintas companías para vender productos primero y después para operar las especialidades. Así fueron desplazando la actividad de los especialistas de YPF.

APU: ¿Cuántos laburantes había en YPF cuando entraste vos?

RCL: No recuerdo exactamente pero se hablaba de 45 mil trabajadores en la época de Frondizi. Yo entré en la etapa de Cámpora y eran unos 35 mil, ya habían empezado a achicar. Y cuando en el ´91 despedazan a YPF, había 28 mil trabajadores. Se fue achicando bastante, sólo en la época de Frondizi fue tan alta la planta.

APU: En el 90, 92 empieza el desguace de YPF. ¿A vos te echan en el 91?

RCL: Sí, cuando estaba en Plaza Huincul, estaba enrolado en una corriente petrolera de la Juventud Trabajadora Peronista, la agrupación se llamaba Carlos Pierini Chávez, en homenaje a los compañeros asesinados en La Plata, Carlos Pierini y el Sargento Chávez. Fue un acuerdo que hicimos con los compañeros ponerle ese nombre porque era emblemático, Carlos Pierini era trabajador de YPF y fue asesinado en la misma etapa que el Sargento Chávez, padre de Gonzalo Chávez. Hay un libro de un amigo que ahora vive en Neuquén que habla de todo eso, es un cantautor conocido como Richard Zapata. Cuando vino la dictadura muchos compañeros cayeron en cana, incluso Richard. Otros se fueron del país y la verdad que yo me salvé de casualidad, el golpe nos agarró en Plaza Huincul.

APU: ¿Qué otros cambios operó la dictadura además de la incorporación de las empresas contratadas?

RCL: Es largo de explicar, porque YPF era una empresa múltiple e integrada, tenía desde hospital hasta sindicatos por separado, para las distintas actividades de YPF. Inclusive, no solamente tenía un hospital, también tenía proveeduría, jardinería, era una empresa múltiple.
El gran Departamento de Perforación era el sector que iba explorando, dirigido por la gente de geología. Tenía muchas actividades, desde el mantenimiento de las máquinas, la compra de máquinas de perforación, la reparación, los productos para perforar, las cuadrillas de gente para perforar, especialista de motores, de perforación, especialistas de instrumental, había de todo. Estaba controlado por los talleres que YPF tenía en cada lugar. Después, empezaron a contratar la reparación de motores, de instrumental, empezaron a comprar productos importados para perforar, contratar compañías para que asesoren...

Los trabajadores iban siendo desplazada o transformados en inspectores, con lo cual, se cortaba la carrera de la actividad. Así empezó la privatización periférica. El compañero Germán Abdala, ya fallecido, habló de la teoría de la privatización periférica para atacar el centro y así fue.

Primero era la renta de la actividad que se hacía para conseguir los pozos y las propias refinerías y después iban por la cuestión central que era el núcleo de todo eso, que es la renta petrolera. Es como un inversor que va a construir un edificio, construir el edificio ya era un negocio pero también es un negocio alquilarlo. Ahora hay todo un proceso de sandar esa cuestión de entrega del patrimonio nacional, una recuperación parcial pero muy importante, un paso gigantesco que es el control estatal de la empresa YPF.

APU: ¿Cómo fueron los distintos embates para privatizar primero la periferia y luego la empresa total? ¿Cuál fue la resistencia de los trabajadores? Porque siempre está esa lectura en torno a que la privatización era legítima.

RCL: La resistencia empezó fuerte en la etapa de Alfonsín con el SUPE a la cabeza, con Diego Ibáñez, porque era un gobierno ajeno pero después empezaron los acuerdos. Diego Ibáñez era diputado del bloque nacional, ahí empezó una etapa de ciertos acuerdos pero siempre con resistencia a las privatizaciones periféricas.

Me acuerdo que en la etapa que definía Menem-Cafiero, participé en el Congreso de energía justicialista, sacamos un ante proyecto de ley de hidrocarburos que hoy por hoy sería revolucionario. Ese proyecto tenía que llevarlo adelante quién ganara la interna Menem-Cafiero, la ganó Menem y ese papel ya sabés dónde se lo metió. Prometió todo, hizo todo lo contrario y terminó diciendo que si decía lo que pensaba hacer no lo votaban.

Diego Ibáñez en lugar de resistirse a ese proyecto, se sumó, con lo cual nos paró y nos empezó a perseguir a todos, una persecución muy grande y un desaliento para la lucha, había que acordar, si no acordábamos perdíamos todo. Ya con esa teoría de aflojar un poco para no perder todo se fueron concediendo varias actividades periféricas y después vinieron por todo. En la etapa del menemismo ya no sólo había que entregar áreas periféricas sino actividades concretas.

En aquella época, cuando conocí a Germán Abdala, recuerdo que el movimiento sindical ya estaba dividido, con los 25, la CTA, el MTA de Moyano, el famoso “Perro” Santillán. Hicimos esa gran marcha federal, no sabíamos cómo resistir a las privatizaciones. Recuerdo que en la Federación de Box, estaba el famoso ENSIPRON, Encuentro Sindical por el Proyecto Nacional; yo fui a llevar el testimonio de nuestra lucha, les decíamos que nos paraban los equipos de perforación a propósito, que nos boicoteaban desde adentro porque no nos daban combustible y ellos decían que teníamos que dejar de ir.

Como no nos compraban herramientas y no nos dejaban trabajar, llegamos a la conclusión que teníamos que tomar YPF.

APU: ¿Cuándo comienza Estenssoro su gestión?

RCL: No recuerdo muy bien el año pero también tenía una idea privatizadora, a nosotros nos odiaba, decía que había que “sacarse la grasa de encima”, todos los grasas a los que se refería Estenssoro hoy somos reconocidos en toda Latinoamérica. Estenssoro empezó con el ajuste interior, nosotros trabajábamos 8 horas y empezamos a trabajar 12 horas, es una explotación enorme, ganan bien pero trabajan de manera esclavista. Los sindicatos petroleros privados también acuerdan con eso, la gente que trabaja en los turnos de perforación trabaja 12 por 12, están violando la ley. La ley de contrato de trabajo dice que entre jornada y jornada de trabajo tiene que haber 2 horas de descanso y lo resuelven transformando las horas de viaje en horas de descanso, como si adentro de la camioneta, cuando viajás 2 horas te fueras bañando o lavándote los dientes.

Cuando fue Cristina a inaugurar el primer pozo de exploración profunda que hace YPF después de muchos años en el país, que también tiene que ver con el shale, exploraciones de perforación horizontal, que es mi especialidad, llevamos un documento explicando la importancia de que Cristina venga a inaugurar eso porque de esa manera se recupera la actitud soberana de exploración con la experiencia más profunda que fue la plataforma General Mosconi.

Ahora nuevamente se retoma una actitud soberana desde el punto de vista petrolero que es explorar para ver dónde tenemos recursos. Nosotros lo recibimos muy bien, en contra de una opinión generalizada, especialmente acá, en Buenos Aires, y que se extendió por todo el país, en contra de la exploración profunda de YPF. Especialmente con el famoso shale y los pozos horizontales, diciendo barbaridades y estupideces.

APU: En general venís de una larga trayectoria de lucha y de laburo en YPF. ¿Cuáles son tus sensaciones cuando ves la empresa recuperada y como lo vivís?

RCL: Después de todo eso me salió la vena poética, ese romanticismo que teníamos de muchachitos. Cuando me preguntaron en Radio Nacional, yo sentía que había flores, veía flores. Recordaba al “Lupo” cuando decía que nazcan mil flores, veía como una nueva primavera petrolera. Ahora me doy cuenta por qué, era una nueva luz, una nueva esperanza, porque si bien no es todo, es el 51 % del 30 % de la actividad petrolera, el control del 51 % de una empresa que domina el 30 % de la actividad petrolera es un paso gigantesco. Muchos de nosotros esperábamos que se hiciera mucho antes, técnicamente hablando, desde el punto de vista económico correspondía hacerlo antes. En toda decisión siempre hay dos componentes, la actividad económica que es fundamental y también está el componente político y acá creo que tienen peso las dos cosas pero más peso tiene la decisión política de hacerlo porque marca un camino que es ir por más.

En el rubro de la actividad periférica petrolera también, porque podemos hablar qué significa hoy la herramienta perforadora de la Argentina. El petróleo es un buen negocio pero la actividad que gira alrededor del petróleo también es un buen negocio. Nosotros lo explicamos en muchas charlas como lo que pasa en la construcción, para un tipo que tiene que invertir, compra un departamento al pozo y construye un departamento a menor valor que comprarlo hecho y después lo alquila. ¿Cuál es el negocio del tipo que invierte? El alquiler del departamento, pero está el negocio que no se ve que es la construcción de ese departamento, las constructoras también hacen negocio. En Argentina, que no es un país petrolero sino un país con petróleo, el gran negocio es la actividad de buscar el petróleo. El negocio es buscar el petróleo, hacer el pozo, meterle cañerías, caminos, locaciones, el acero que se entierra que es mucho, la refinación, no sólo la venta del petróleo.

Raúl Scalabrini Ortíz decía que en el concierto de naciones de todo el planeta, Argentina estaba en el 38º lugar como país productor de petróleo, es un lugar bastante lejano. Sin embargo para llegar al 38º lugar, tuvo que llegar al 3º lugar como país con mayor cantidad de pozos perforados en el mundo. Esto significa un esfuerzo enorme de perforación, y es por la baja producción que Argentina tiene una gran experiencia en perforación.

APU: Hay una gran discusión que tiene que ver con el impacto ambiental de la exploración.

RCL: Hay mucha traslación mecánica, en Estados Unidos no hay regulación petrolera, el que es dueño de un campo hace lo que se le antoja, es muy liberal, y en Europa también es así.

El petróleo está alojado en lo que se llama roca reservorio, es decir, que está en el lugar más poroso y permeable, es una roca que tiene muchos poros y muy bien conectados entre sí, es lo que se llama buena permeabilidad, eso es lo que se ha usado siempre, inclusive hay petróleo que se descubre en superficie. Todos sabíamos que hay una roca que no es reservorio, que es la roca originaria de petróleo, roca madre o generadora de petróleo, una especie de masilla que se exprime y el petróleo fuga hacia lugares donde puede estar más cómodo pero siempre queda petróleo en esa roca madre que puede ser líquido o gaseoso. Esa roca madre nunca fue explotada porque tenía baja permeabilidad, con las técnicas nuevas de perforación horizontal, que agrandan la superficie de contacto, se puede navegar perfectamente bajo la roca como si tuvieras un submarino bajo tierra, con un diámetro pequeño como el de una pelota de fútbol, 7 u 8 pulgadas, se puede navegar perfectamente, saber dónde estás y hacia dónde vas. Mientras vas perforando vas viendo lo que estás perforando, un mecanismo muy ingenioso y mucho más tecnológico. Ese pozo horizontal aumenta el drenaje de la superficie, con lo cual, tenés más posibilidades de que salgan gotas.

Con las mega fracturas, que son fracturas muy grandes y múltiples que superan las que se vienen haciendo desde épocas anteriores a Frondizi, donde se usa mucha presión y mucho agua para que se genere una permeabilidad artificial, se puede producir a una roca madre, lo que antes no se podía hacer se hace ahora conectando dos grandes técnicas, la perforación horizontal y las mega fracturas. Si eso se hace a mucha profundidad ni se nota en superficie, pero si lo hacés a 200 o 300 metros de profundidad podés fracturar hasta la superficie, esto es lo que están haciendo en EE.UU. No es el caso de Argentina, en Argentina se va a fracturar a 2.500 metros de profundidad, ni una bomba atómica puede llegar hasta arriba.

Los ultra ecologistas están diciendo que vamos a fracturar el terreno, que nos vamos a equivocar, que el trépano va a salir a la superficie y vamos a contaminar el jardín de Doña Rosa, todos disparates. Se basan en una película que se llama Gasland, que tecnológicamente hablando es una basura anticientífica, porque no dan datos y trasladan barbaridades que han hecho los yanquis a la Argentina sin analizar profundidades, perforaciones ni presiones de formación, presiones geostáticas, ni de fractura. Ese es el problema, que trasladan esas barbaridades y es lógico que se preocupen por el medio ambiente y por supuesto que está bien preocuparse por el medio ambiento y que se controle ese tema pero una cosa es lo que se hace en Estados Unidos y otra es lo que se va a hacer en Argentina, son cosas muy diferentes.

 

martes, 26 de marzo de 2013

Brasil y China eliminan dólar estadounidense de sus comercios

Brasil y China eliminan dólar estadounidense de sus comercios

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Dos de los gigantes económicos del mundo, Brasil y China, decidieron el martes deshacerse del dólar estadounidense y comercializar con otra divisa a fin de asegurar sus intercambios de las fluctuaciones de la moneda estadounidense.

El canje de divisas ‘antidólar’, con un valor de 30 mil millones de dólares anuales y formulado para un periodo de tres años, fue firmado por representantes de ambos países, al margen de la cumbre del grupo BRICS (formado por Brasil, Rusia, La India, China y Sudáfrica), celebrada en la ciudad sudafricana de Durban.

El ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, ha anunciado que ofrecerá un acuerdo similar a presidentes de los otros Estados miembros del organismo.

Al adoptar esta medida, el grupo BRICS se acerca a convertirse en un sólido bloque político, económico y militar a nivel mundial, rivalizando, así, con los intereses del país norteamericano.

Recientemente, muchos actores en el comercio internacional y diferentes actividades económicas han aumentado su interés de independizarse del dólar; la República Islámica de Irán y países latinoamericanos, como Brasil, Venezuela y Argentina son algunos ejemplos de ese caso.

Hispan Tv

Periodismo alternativo

26/03/13

viernes, 22 de marzo de 2013

Lo que Enseñan Los Pechos de Amina, La Chica de Túnez

Lo que Enseñan Los Pechos de Amina, La Chica de Túnez

Nasreen Amina

 

Los pechos que se muestran pueden esconder Islamofobia

Las últimas 48 horas han sido ricas en lecciones de todo tipo. Todas ellas provienen de la polémica surgida apropósito de la supuesta fatwa que condenaba a muerte a la joven tunecina de nombre Amina. El grupo “Feminista” Femen hizo correr la información de que un clérigo musulmán había emitido una fatwa contra Amina, condenándola a una pena de latigazos y lapidación. La noticia corrió como reguero de pólvora y se hizo viral como la gripe.

Hoy 22 de marzo muchas inflamadas defensoras de los derechos de las mujeres van a marchar hacia las embajadas de Túnez en el mundo, hacia la ONU, hacia donde sea para exigir que no se aplique la pena de muerte a Amina por la foto en la cual mostraba su pecho desnudo.

En Túnez no existe la pena de muerte ya que fue abolida en el año 2011, siendo el primer país de áfrica en hacerlo. También esta nación es de las pocas que consagra la equidad del hombre y la mujer a nivel constitucional. No olvidemos la multitudinaria marcha de las mujeres tunecinas exigiendo este cambio en su Carta Fundamental el año pasado. Tampoco Túnez está entre los países que aplican la Lapidación, pero esto puede deducirse aplicando un poco de lógica: La lapidación es un castigo que busca la muerte de la persona. Si en Túnez no hay pena de muerte y esto quiere decir que nadie es asesinado por decisión judicial, entonces ¿Cómo podría existir lapidación legal si esta busca precisamente la muerte del acusado (a)?

Otra conclusión fácil de obtener de un simple ejercicio de razonamiento y la ayuda de wikipedia, tiene que ver con la condena misma. Túnez tiene tribunales civiles, o sea, no son los representantes de las religiones, sino el poder público, quien juzga a los ciudadanos. ¿Cuándo fue detenida Amina? ¿Ante que tribunal se le formularon cargos? ¿Que juez la condenó? Nadie se detuvo a pensar en ello, ni a hacer el mínimo esfuerzo por averiguar más allá. Los prejuicios fueron más fuertes.

En cada página donde se posteó la foto de la chica desnuda, los comentarios contra los musulmanes eran de una virulencia, odio y deshumanización que no se diferenciaban mucho de cualquier discurso fascista de aniquiliación de otros por ser diferentes. El grado de violencia de las expresiones de quienes alegaban defender la libertad estaban muy cerca del discurso del odio y la incitación a la violencia por razones religiosas. A pesar de que los comunicados y la información aclarando la situación (haz click en el enlace para leer el comunicado de Red Musulmanas) fue publicada en varios sitios y puesta casi frente a las narices de dichos “Defensor@s de los Derechos Humanos”, est@s no la leen porque no confirma sus propias verdades asumidas sobre los musulmanes.

También dejó en evidencia de que el discurso de integración de las mujeres musulmanas de parte de otras mujeres sean feministas o no, todavía tiene mucho de discurso y poco de voluntad, al menos en lo que a redes sociales se refiere. Durante las últimas horas he visto como a las mujeres musulmanas se las castiga con violencia verbal o términos discriminatorios; en medio de verborragias por la libertad, se nos pide que respondamos “moralmente” por lo que hacen los gobernantes y las autoridades religiosas en los países de mayoría musulmana.

Esta violencia contra nosotr@s en las redes sociales es tan injusta como castigar a las católicas por lo que hacen los curas pedófilos. Es absurdo, pero así es. Tan ridículo como que un idiota expulsa frases misóginas y otros, que se creen menos idiotas, en vez de perseguir al idiota que habló primero, comienzan a hacer caza de brujas contra una comunidad. La reacción de islamofobia del caso de Amina en Túnez se explica bien con la siguiente analogía: León ruge en África y la gente, en vez de tratar de atrapar al león, comienza a envenenar gatos.

La gran mayoría de las personas no nos escuchan. Se pone información a su disposición pero insisten en negarla como mentira y propaganda. Sólo les sirve la información que alimenta sus estereotipos. Se repitió mucho que las musulmanas hacíamos propaganda y limpieza de imagen del Islam en Facebook. Esto a pesar que no somos dueñas de CNN, Fox News, Televisa, ni controlamos el Facebook o el twitter.

Una “Libertaria”

Es curioso que para cierto sector del activismo los medios de comunicación ya no conspiran y se vuelven de repente muy creíbles cuando se trata de acreditar sus propios prejuicios. Cuando cuestionamos las verdades asumidas que se manejan sobre nosotras como mujeres y sobre el Islam como nuestra Fe, sólo recibimos violencia y maltrato, se nos desautoriza como poseedoras de un punto de vista, se nos trata como menores, ignorantes e incapaces.

No es el Gobierno de Túnez, ni sus tribunales, ni la comunidad musulmana quien quiere hacerle daño a Amina. Es importante hacer esta distinción. Misóginos hay en todos lados y seguro a más de algún ciudadano le molesta una mujer manifestándose de esta forma, pero son individuos. Lo que habría que pedir a través de las embajadas de Túnez en el mundo es que se aplique la ley y se garantice la seguridad de la chica contra reacciones violentas que, de paso, pueden ocurrir en todos lados, porque machistas violentos sobran en el planeta.

Al respecto, no puedo dejar de mencionar mi profundo cuestionamiento a los objetivos reales del grupo autodenominado feminista “Femen”, el cual ha sido denunciado por muchas de sus ex miembros, así como por distintas personas, como promotor de la Islamofobia, el neo-colonialismo, relación con grupos neonazis y de ser financiado por la Cia. Si tanto les preocupa la seguridad de Amina ¿Ya contactaron abogado para que interpusiera Habeas Corpus?

Hoy voy a ver como mis “colegas” feministas marchan a reclamar la no aplicación de una pena de muerte que nunca fue, a pesar de que las mujeres musulmanas hemos entregado la información correcta sobre las reales dimensiones del caso. La próxima vez que escuchemos decir a “L@s Libertari@s” que las mujeres musulmanas no tenemos voz, sabremos que en realidad lo que quieren decir es que no nos quieren escuchar. El prejuicio justifica hasta el doble estándar. Un par de senos pueden ser muy distractivos y una lapidación que nunca existirá vende más que la verdad y garantiza un par de minutos en la Televisión Nacional. Un detalle nada menor. En Chile es un año electoral.

Lo ocurrido con la noticia de la supuesta ejecución de Amina, dejó en evidencia cuan comprometida esta la gente que se declara “Informada” “Libertaria” y “Respetuosa” a seguir sus propios prejuicios, estereotipos y miedos sobre el Islam.

 

Qué significa la asunción del papa Francisco

 

miércoles, 20 de marzo de 2013

 

Qué significa la asunción del papa Francisco

 

Por Gabriel Merino (Sociólogo, UNLP, CEFIPES)

 

En primer lugar, significa que estamos en un cambio de época, transitando un mundo multipolar en donde se desdibuja el concepto de periferia y en el cual Latinoamérica, en tanto Patria Grande, pasa a tener un lugar trascendente en el concierto internacional.

 

El mundo ha cambiado, las relaciones de fuerza internacionales se han modificado profundamente tanto por la expansión del capitalismo global como por la emergencia de bloques de poder alternativos. Los viejos bloques de poder capitalistas de la posguerra han perdido peso junto con el G-7 o G-8 como espacio de toma de decisión mundial. La elección del primer papa de origen Latinoamericano, que después de mil años no es europeo y que por primera vez proviene de la orden jesuita, da cuenta de este cambio de época.

 

La elección del nuevo papa da cuenta de un cambio en las relaciones de fuerza al interior del Vaticano en contra de los sectores conservadores oligárquicos dominantes en la curia Romana y a favor del espectro que incluye políticamente a distintos sectores que podríamos denominar: conservadores populares, social-cristianos moderados, nacionalistas populares. La lucha aparece como la curia italiana contra los extranjeros, sin embargo este enfrentamiento recorre casi todos los territorios de la Iglesia, incluyendo a la Argentina.

 

Habrá que ver si, como observan el brasileño Leonardo Boff (teología de la liberación) y Hans Küng (teólogo desplazado por el Vaticano), el nuevo papa logra imponerse en la práctica a la estructura de la curia Vaticana italiana, o queda encerrado como el rostro austero y humilde de la política del conservadurismo oligárquico. Lo cierto es que las estructuras de poder de la Iglesia están dominadas fundamentalmente por ese sector y que las órdenes que más influenciaron en los dos anteriores papados, el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, tienen enorme peso.

 

En un escenario multipolar, en donde el Vaticano como bloque de poder estaba jaqueado desde diversos lados –la crisis europea, el avance angloamericano sobre Latinoamérica junto al avance del protestantismo, el debilitamiento de la vida religiosa en Europa, los escándalos financieros, los problemas de pedofilia, etc.— la asunción de Francisco constituye una apertura popular para recuperar la iniciativa y salir de un lugar defensivo. Dicha iniciativa es encabezada por los jesuitas, como orden fuertemente disciplinada, ortodoxa desde lo valorativo-doctrinario, con fuerte mirada social a la vez que capacidad, influencia y cuadros en la esfera económico-empresarial y política. Estos expresan, además, un “centro” político socialcristiano, asentados en la doctrina social de la Iglesia.

 

Ello implica un cambio de imagen del Vaticano que, en plana crisis global y al calor de lucha entre bloques de poder por la configuración de un nuevo orden mundial, exalta a partir del nuevo papa la imagen de la austeridad, la humildad, el cristianismo popular, la pobreza material y la riqueza de espíritu. Es decir, frente al capitalismo global angloamericano y su matriz ideológica asentada en el individualismo, el consumismo, el relativismo y la opulencia, esta es una forma del Vaticano de recuperar la iniciativa y poner a la Iglesia, y a la disputa en el plano de los valores, como centro de una construcción político estratégica, por lo menos en sus áreas de influencia. En este sentido, se intenta construir una Iglesia más cercana al “pueblo” –reaparece dicha categoría en el papa por sobre la de “gente”—, con una visión “progresista” desde lo social y “ortodoxa” o “conservadora” en los aspectos morales y valorativos. Proceso similar aunque con obvias diferencias al que se vivió con el Concilio Vaticano II.

 

La implicancia en Latinoamérica es decisiva. Latinoamérica es el lugar del mundo con la mayor cantidad de feligreses de la Iglesia católica, con 501 millones sobre los casi 1200 millones de católicos. Indudablemente, este peso demográfico, se traduce en peso político. Y también, uno de los principales territorios de fortaleza económica y presencia empresarial de los sectores económicos allegados al Vaticano. Domina en estos sectores empresariales (como al Asociación Cristina a de Dirigentes de Empresa de la Argentina) la línea desarrollista moderada. El accionar de la iglesia (particularmente de los sectores que hoy lograron poner al nuevo papa) ha sido determinante para poner en juego proyectos desarrollistas o “productivos” en la región, junto a los grupos económicos locales y ciertos grupos europeos, como en el caso de Movimiento Productivo Nacional encabezado por Duhalde con el apoyo central del grupo Techint y la Unión Industrial Argentina, a partir de la crisis de 2001.

 

Con la nueva iniciativa Vaticana, vuelve a ponerse en juego el concepto de la Patria Grande, el cual se enfrenta tanto a las pretensiones Americanistas y su proyecto ALCA, como a las pretensiones globalistas y su plan denominado Acuerdo del Pacífico, el cual divide a Latinoamérica, aísla al MERCOSUR y obstaculiza la posibilidad de desarrollar un bloque de poder propio, condenando al MERCOSUR a ser un área de libre comercio subordinado al proyecto financiero global. Desde hace años esta puja se cierne sobre Latinoamérica. En los 90’ estuvo encabezada por Juan Pablo Segundo en su programa de capitalismo “productivo” o capitalismo con rostro “humano”, por oposición al capitalismo salvaje que representaría la globalización financiera neoliberal con núcleo en Nueva York y Londres. El programa incluía la propuesta del jubileo 2000, para reprogramar y condonar la deuda externa sobre los países más pobres. Este programa, localmente encarnado en su momento por Duhalde, también proponía la construcción de la Comunidad Sudamericana de Naciones, con la creación de un mercado interno regional y el desarrollo de un bloque de poder Sudamericano, en oposición a las iniciativas anglosajonas y lo que ellos denominaban el bloque “financiero”. En este sentido, Bergoglio afirmó en 2005: “En las próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes.” También así debe comprenderse su postura con el tema Malvinas.

 

El apoyo inmediato al Francisco por parte de Correa, Maduro, Castro (los referentes del ALBA), así como también por Dilma Rousseff y por Cristina (eje MERCOSUR-UNASUR), no sólo debe entenderse por el protagonismo latinoamericano que implica la elección o por cuestiones de índole diplomática, sino también porque acumulan en el mismo sentido en el plano de las relaciones de fuerza internacionales. Por otro lado, se debilita al interior de la iglesia Latinoamericana la línea conservadora oligárquica estrechamente vinculada al bloque de poder americano y a los neo-conservadores norteamericanos representados en el partido Republicano. Esto quiere decir que se debilita el principal enemigo del proceso de transformación Latinoamericano (en tanto necesita imperiosamente del control de Latinoamérica, su “patio trasero”) al debilitarse una de sus alianzas.

 

A su vez, en el plano local y Latinoamericano dicha política tiene un doble filo cuya resolución la veremos con el correr de los días. Así como por un lado debilita al principal bloque opositor de los procesos de transformación popular, este cambio puede significar el fortalecimiento de sectores que pretenden contener o frenar dichos procesos, en la medida que estos pretenden de trascender los límites impuestos por el desarrollismo y los grupos económicos locales, tratando de fortalecer los proyectos nacionales populares y latinoamericanos asentados en el trípode Estado-Producción-Trabajo. En este sentido, el posible fortalecimiento político a nivel regional de uno de los apoyos centrales del nuevo papa, que sintetizamos como conservadurismo popular, puede jugar como un obstáculo a los procesos de transformación popular latinoamericanos. Por otro lado, los sectores denominados progresistas con una agenda más focalizada en derechos civiles y reformas democrático-liberales que confluyen con los proyectos populares podrán verse afectados.

 

Con el nuevo papa pierde en el escenario internacional la derecha del social-cristianismo europeo, representados en Merkel, Rajoy, Monti y Sarcozy, que hoy conducen políticamente el bloque de poder del EURO asentado en el eje germano-francés. La nueva imagen del Vaticano, con su giro popular, contrasta con la estrategia alemana de ajuste, privatizaciones y saltos de productividad para ser competitivos en el capitalismo global, a costa de las mayorías populares europeas. Por lo menos en el plano discursivo, es decir, en el plano de la legitimidad y la construcción del consenso, aparece una contradicción.

 

Este es el nuevo escenario que abre la elección del nuevo papa del “fin del mundo”, al frente de uno de los poderes más importantes del planeta, que ratifica a partir del análisis de las relaciones de fuerzas internacionales el escenario de oportunidad histórica para los pueblos que estamos viviendo. Como observamos, se agudizan todas las contradicciones entre los distintos bloques de poder mundial, en donde se debilita todo lo viejo, entran en crisis las instituciones moldeadas por los viejos poderes imperiales y oligárquicos, y se desarrollan con contradicciones y dificultades los proyectos populares de Patria Grande y liberación Nacional y Social de los pueblos oprimidos de Latinoamérica y de todo el mundo.

 

Fuente: CONAPA. Corriente Nacional Popular Latinoamericana

 

miércoles, 20 de marzo de 2013

El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande

 

De: Centro Cultural Alejandro Olmos [mailto:centroculturalalejandroolmos@gmail.com]
Enviado el: miércoles, 20 de marzo de 2013 03:31 p.m.
Asunto: El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande

 

 

La Olmos

 

CENTRO CULTURAL ALEJANDRO OLMOS
en PROYECTO NACIONAL

Secretaría de Prensa
Cervantes 50 - Villa Luro - Capital Federal
Tel.: 3535 - 2174

Correo: centroculturalalejandroolmos@gmail.com
Página: http://centroculturalalejandroolmos.blogspot.com

 

 

 

El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande

 

Por Marcelo Gullo*

 

 En agosto de 1986, ante los continuos ataques que sufría la Iglesia Católica,  el gran historiador y ensayista marxista, Jorge Abelardo Ramos -padre de la corriente política autodenominada como “Izquierda Nacional” - tomando postura en el debate desatado en Buenos Aires, en torno al rol y el papel de la Iglesia Católica, publicó un trascendental artículo. En este artículo afirma Ramos, una visión novedosa para muchos:  “…los amargos y hasta soeces ataques a la Iglesia que suelen verse en las tapas de las revistas porno-progresistas de Buenos Aires, no suponen un diálogo herético con Dios o el soliloquio de un metafísico, sino la manifestación vulgar de una política extranjera contra la Nación. Esto debe explicarse en el sentido de que la fe católica es profesada por la mayoría de los argentinos y latinoamericanos y es, de algún modo, como la coránica en Medio Oriente, un peculiar escudo de nuestra nacionalidad ante aquellos que quieren dominarnos o dividirnos. En los pueblos marginados del ‘estilo de vida occidental’ y que como nosotros, padecen un ‘estilo de vida accidental’, la religión ejerce un doble papel: el teológico que le es propio y el de ideología nacional defensiva contra el dominador extranjero.” [1]

Cuando Abelardo Ramos realiza esa fervorosa defensa del rol de la Iglesia para la región y de la religión católica corrían - conviene recordarlo -  los tiempos del pontificado de Juan Pablo II.

Hoy,  esos soeces ataques - a los que hacía referencia Ramos -  se dirigen, principalmente, contra el Papa Francisco contra el cual ha descargado su artillería todo el progresismo intelectualoide porteño heredero de la tradición iluminista rivadaviana y sarmientina para el cual, la catolicidad profunda de las masas criollos indígenas de la América Latina constituyó  siempre la herencia maldita recibida de España. Herencia que debía ser erradicada de raíz de estas tierras australes.  

 

Desde distintos medios  se ha afirmado que el Cardenal Bergoglio ha sido elegido Papa para obstaculizar el actual proceso de integración política suramericano y para destruir el proyecto de construir la Gran Patria Grande con que soñaron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín.

Periodistas y ensayistas progresistas - y, por qué no, algún que otro escritor “nacionalconfuso”- presentan al Cardenal Bergoglio - hoy Papa Francisco - como un hombre opuesto al ideario de la Patria Grande. Si tal el origen, si tal el trasfondo y tales los escritores de tales críticas, ¿tiene, en el pensamiento explicitado a lo largo de tantos años por el Cardenal Bergoglio, esta acusación algún fundamento?

Esas acusaciones  ponen, a todo hombre de buena voluntad, pero,  sobre todo a la dirigencia política - y también a todos analistas de la política internacional - en la necesidad imperiosa de preguntarse acerca el pensamiento geopolítico “profundo” del hombre que conducirá los destinos de uno de los más importantes actores del  gran tablero de la geopolítica mundial.

 

La única verdad es la realidad

 

Para clarificar el debate suscitado, es preciso aclarar, antes que nada, la gran novedad histórica de que, el pensamiento geopolítico del nuevo Gran Timonel de la Barca de San Pedro, encuentra sus raíces más profundas,  en el nacionalismo popular latinoamericano de Manuel Ugarte[2], José Vasconcelos[3], Juan Domingo Perón y Alberto Methol Ferré.

El pensamiento político de Jorge Bergoglio se formó, desde su juventud, en la doctrina  peronista y, en la frecuente lectura de los artículos y  libros -como el mismo lo manifestara públicamente en reiteradas ocasiones- del ensayista montevideano Alberto Methol Ferré quien, durante toda su vida no dejó de predicar la necesidad imperiosa de alcanzar la unidad de la América Latina. Conformado de esa manera,  el pensamiento geopolítico del Papa Francisco  - tal como él lo expresara, una y otra vez, como Obispo de Buenos Aires- gira en torno a la idea fuerza de la construcción de la unidad de la América del Sur en el marco de un mundo multipolar que logre frenar la “concepción imperial de la globalización”[4] , la sostenida por el mundo anglosajón.

El Papa Francisco es perfectamente consciente de que, en el viejo continente, hace tiempo que Dios ha muerto, que  los templos dejaron de ser los lugares de Fe  -para convertirse en sitios de paso turístico o simples museos-  que  las únicas catedrales son los bancos y que, los únicos valores que cuentan son los que se cotizan en la bolsa de Londres o Frankfurt y de que la única búsqueda de hombres y mujeres “posmodernos”, es la de un decadente hedonismo, vendido procazmente como fruto de la “evolución de los tiempos” cuando, en realidad, se trata de una mera forma de expresión de la ausencia de valores reales y es fruto de la acción de oscuros poderes a los que cada vez les cuesta menos dominar a los hombres “distraídos” de lo esencial y, consecuentemente, cada vez “más manipulables y carentes de libertad”.

De esa apreciación de la realidad, el Papa Francisco extrae una premisa fundamental que constituye la piedra angular de  todo su pensamiento religioso y geopolítico: - en el siglo XXI “…el destino de los pueblos latinoamericanos y el destino de la catolicidad están íntimamente vinculados”[5]

 

“Solos no iremos a ninguna parte”

 

De los numerosos escritos del Cardenal Jorge Luis Bergoglio el más importante, desde el punto de vista geopolítico es, sin lugar a dudas, el  prólogo que, en abril del año 2005,  escribiera para el libro del ensayista uruguayo Guzmán Carriquiry titulado:  “Una apuesta por América Latina”.

Resulta pues, en consecuencia, imprescindible  analizar y transcribir las partes más sustanciales de dicho escrito para poder avizorar los tiempos geopolíticos “por venir”. Es en dicho prólogo que, el Cardenal Bergoglio desarrolla explícitamente la idea ugartiana de la Patria Grande  e,  implícitamente,  la idea peronista de la necesidad de una tercera posición entre el comunismo totalitario y el capitalismo salvaje. Al respecto afirma el Cardenal Bergoglio: “Poco tiempo después del derrumbe del imperio totalitario del ‘socialismo real’…el resurgido recetario neoliberal del capitalismo vencedor, alimentado por la utopía del mercado autorregulado, demostraba también todas sus contradicciones.”[6]

Si es esa, la circunstancia ideológica en que se desenvuelve la vida de las naciones, importa resaltar,  según el Cardenal Bergoglio,  también que:

“En las próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes.”[7]

 

En ese nuevo orden en ciernes -destaca el Cardenal Bergoglio- la única posibilidad que tienen los países latinoamericanos de alcanzar el desarrollo económico y la autonomía política pasa, inevitablemente, por la construcción de una Patria Grande Latinoamericana. Es por eso que afirma: “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos muy poco y no iremos a ninguna parte. Sería callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos y dependientes de los grandes poderes mundiales.” [8]

 

Un nuevo paradigma de desarrollo económico

El Cardenal Bergoglio continúa su análisis afirmando que, ante un escenario internacional que se presenta como dramático, América Latina debe, desde un realismo pragmático - aunque, sin olvidar o traicionar sus ideales y raíces culturales - elaborar un “nuevo paradigma de desarrollo autosostenido”.

El pensamiento del Cardenal Bergoglio es un pensamiento basado en el realismo político y, es por ello, importa resaltar que, el Cardenal Bergoglio es perfectamente consciente del escaso margen de maniobra que, en el actual escenario internacional, tiene América Latina para llevar adelante una política tendiente a lograr la  justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Al respecto, abunda Bergoglio: “América Latina puede y tiene que confrontarse, desde sus propios intereses e ideales, con las exigencias y retos de la globalización y los nuevos escenarios de la dramática convivencia mundial. A la vez, América Latina necesita explorar, con buena dosis de realismo pragmático - impuesto también por su propia vulnerabilidad y escasos márgenes de maniobra - nuevos paradigmas de desarrollo que sean capaces de suscitar una gama programática de acciones, un crecimiento económico autosostenido, significativo y persistente; un combate contra la pobreza y por mayor equidad en una región que cuenta con el lamentable primado de las mayores desigualdades sociales en todo el planeta.”[9] Pero, sagazmente, advierte a continuación que: “Nada de sólido y duradero podrá obtenerse si no viene forjado a través de una vasta tarea de educación, movilización y participación  constructiva de los pueblos.” [10]

 

Ni socialismo totalitario ni ultraliberalismo individualista

 

El Cardenal Bergoglio avanza, en su largo razonamiento geopolítico reafirmando que, el desafío de lograr la Unidad Política de la Patria Grande y la Justicia Social para sus pueblos no podrá, jamás lograrse, ni resucitando anacrónicamente al socialismo totalitario, ni aceptando la propuesta imperial del ultraliberalismo individualista: “Los ingentes problemas y desafíos de la realidad latinoamericana no se pueden afrontar ni resolver reproponiendo viejas actitudes ideológicas tan anacrónicas como dañinas o propagando decadentes subproductos culturales del ultraliberalismo individualista y del hedonismo consumista de la sociedad del espectáculo.” [11]

 

Las dos caras del colonialismo cultural

 

Por último el Cardenal Bergoglio termina esbozo geopolítico afirmando que, la solidez cultural de la América Latina - sin la cual no puede construirse ningún proyecto político realmente sólido y liberador de la dependencia- ,“…es un patrimonio sujeto a una fuerte agresión y erosión.”[12]

Para el Cardenal Bergoglio no cabe duda alguna que la cultura del gran “pueblo continente”[13] - que se extiende desde el Río Grande a la Tierra del Fuego - se encuentra asediada por dos corrientes del pensamiento débil que constituyen, en realidad - más allá de los disfraces y las máscaras - las dos caras de una misma moneda: “el colonialismo cultural de los imperios.”[14]

Es en ese sentido que Bergoglio afirma: “Llama la atención constatar cómo la solidez de la cultura de los pueblos americanos está amenazada y debilitada fundamentalmente por dos corrientes del pensamiento débil. Una que podríamos llamar la concepción imperial de la globalización (según la cual) todos los pueblos deberían fusionarse  en una uniformidad que anula la tensión entre las particularidades…Esta globalización - aclara - constituye el totalitarismo más peligroso de la posmodernidad…La otra corriente amenazante es la que, en jerga cotidiana, podríamos llamar el ‘progresismo adolescente’. Este ´progresismo adolescente`, configura el colonialismo cultural de los imperios y tiene relación con una concepción de la laicidad del Estado que más bien es laicismo militante. Estas dos posturascontinua afirmando el Cardenal Bergoglioconstituyen  insidias antipopulares, antinacionales, antilatinoamericanas, aunque se disfracen a veces con máscaras progresistas.” [15]

 

 

El apóstol de la unidad de la Patria Grande

 

La sola lectura del pensamiento del Cardenal Bergoglio demuestra que solamente desde el prejuicio, la ignorancia o la mala fe, puede afirmarse que el Cardenal Bergoglio ha sido elegido Papa para obstaculizar el actual proceso de integración política suramericano y para destruir el proyecto de construir la Gran Patria Grande con que soñaron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín. El ahora Papa Francisco será, muy por el contrario, el “apóstol de la unidad”, de la Patria Grande.

 

 

 

* Marcelo Gullo: Doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador, Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario, Graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid, Magister en Relaciones Internacionales, especialización en Historia y Política Internacional, por el Institut Universitaire de Hautes Etudes Internationales, de la Universidad de Ginebra. Discípulo del politólogo brasileño Helio Jaguaribe y del sociólogo y teólogo uruguayo Alberto Methol Ferré, ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Argentina Brasil: La gran oportunidad (prólogo de Helio Jaguaribe y epílogo de Alberto Methol Ferré). La Insubordinación Fundante: Breve historia de la construcción del poder de las naciones (prólogo de Helio Jaguaribe). Este libro fue traducido al italiano y publicado en el 2010, en Firenze por la editorial Vallecchi, con el título: “La costruzione del Potere”. En octubre del 2012 publicó su último libro titulado: “Insubordinación y Desarrollo: las claves del éxito y el fracaso de las naciones”. Asesor en materia de Relaciones Internacionales de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FLATEC). Profesor de  la Universidad Nacional de Lanús y Prosecretario del Instituto de Revisionismo Histórico Nacional e Iberoamericano Manuel Dorrego.

 

 

 



[1]. RAMOS, Jorge Abelardo, “La relación Iglesia- Estado”, Revista Politicón, Buenos Aires, agosto  de 1986.

[2] Manuel Ugarte afirma en su obra, “El porvenir de la  América Española”, los siguientes conceptos: “Contemplemos el mapa de la América Latina. Lo que primero resalta a los ojos es el contraste entre la unidad de los anglosajones, reunidos con toda la autonomía que implica un régimen eminentemente federal, bajo una sola bandera, en una nación única, y el desmigajamiento de los latinos, fraccionados en veinte naciones, unas veces indiferentes entre sí  y otras hostiles. Ante la tela pintada que representa el Nuevo Mundo es imposible evitar la comparación. Si la América del Norte, después del empuje de 1775, hubiera sancionado la dispersión de sus fragmentos para formar repúblicas independientes; si Georgia, Maryland, Rhode Island, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Nueva Hampshire, Maine, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Pennsilvania se hubieran erigido en naciones autónomas ¿comprobaríamos el progreso inverosímil que es la distintiva de los yanquis? Lo que lo ha facilitado es la unión de las trece jurisdicciones coloniales que se separaron de Inglaterra, jurisdicciones que estaban lejos de presentar la homogeneidad que advertimos entre las que se separaron de España.  Este, es el punto de arranque de la superioridad anglosajona, en el Nuevo Mundo. A pesar de la Guerra de Secesión el interés supremo se sobrepuso, en el Norte, a las conveniencias regionales y un pueblo entero se lanzó al asalto de las cimas, mientras en el Sur, subdividíamos el esfuerzo deslumbrados por apetitos y libertades teóricas que nos tenían que adormecer”. UGARTE, Manuel, El porvenir de la América Española, Valencia, Ed. F Sempere, 1911, p 110.

[3] Significativamente José Vasconcelos en 1923 en ocasión del  discurso que pronunció en la Facultad de Humanidades de Santiago de Chile, el día en que se le concedió el grado de profesor honorario,  sostuvo:Yo veo la bandera iberoamericana flotando una misma en el Brasil y en Méjico, en el Perú y la Argentina, en Chile y el Ecuador, y me siento en esta Universidad de Santiago, tan cargado de responsabilidades con el presente, como si aquí mismo hubiera pasado todos mis años.” Claridad, Lima, Año 1, n°. 1, mayo, 1923, p. 2.

 

 

[4]. BERGOGLIO, Jorge, prólogo del libro Una apuesta por América Latina de Guzmán Carriquiry, Bs. As, Ed. Sudamericana, 2005, p. 10.

[5]. Ibíd., p. 10.

[6]. Ibíd., p. 7.

[7]. Ibíd., p. 8.

[8]. Ibíd., p. 8.

[9]. Ibíd., págs., 8 y 9.

[10]. Ibíd., p. 9.

[11]. Ibíd., p. 10.

[12]. Ibíd., p. 10.

   [13]. El concepto de “pueblo continente” fue expresado, por primera vez, por el pensador peruano Antenor       Orrego - de enorme cercanía, política e intelectual con el gran líder político Víctor Raúl Haya de la Torre. “De París a Berlín o a Londres, -afirma Antenor Orrego-  hay más distancia sicológica que de México a Buenos Aires, y hay más extensión histórica, política y etnológica que, entre el Río Bravo y el Cabo de Hornos. Mientras en Europa, la frontera es , hasta cierto punto, natural, porque obedece a un determinado sistema orgánico y biológico, en América Latina es una simple convención jurídica, una mera delimitación caprichosa que no se ajusta ni a las conveniencias y necesidades políticas, ni a las realidades espirituales y económicas de los Estados. Mientras en Europa, con frecuencia, los pueblos originan y construyen los Estados, en América, el pueblo es una gran unidad y los Estados son meras circunscripciones artificiales. Mientras pueblo y Estado en Europa son casi sinónimos porque hacen referencia a las mismas realidades, porque éste es la traducción política y jurídica del estado económico, físico y anímico de aquel, en América latina pueblo y Estado tienen un sentido diferente y, a veces, hasta antagónico, porque Estado es una simple delimitación o convención que no designa una parcela substancial de la realidad...Las diferencias entre los pueblos de Indoamérica son tan mínimas y tenues que no logran nunca constituir individualidades separadas, como en el Viejo Mundo. De norte a sur, los hombres tienen el mismo pulso y la misma acentuación vitales. Constituyen en realidad, un solo pueblo unitario de carácter típico, específico, general y ecuménico… Somos, pues, los indoamericanos, el primer PUEBLO-CONTINENTE de la historia y nuestro patriotismo y nacionalismo tienen que ser un patriotismo y un nacionalismo continentales.” ORREGO, Antenor, Pueblo Continente. Ensayos para una interpretación de la América Latina, Buenos Aires, Ed. Continente, 1957, págs. 73 a 75

[14].  BERGOGLIO, Jorge, Op.Cit. p. 10.

[15]. Ibíd., p. 11.

El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande

 

De: Centro Cultural Alejandro Olmos [mailto:centroculturalalejandroolmos@gmail.com]
Enviado el: miércoles, 20 de marzo de 2013 03:31 p.m.
Asunto: El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande

 

 

La Olmos

 

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El Papa Francisco y el destino de la Patria Grande

 

Por Marcelo Gullo*

 

 En agosto de 1986, ante los continuos ataques que sufría la Iglesia Católica,  el gran historiador y ensayista marxista, Jorge Abelardo Ramos -padre de la corriente política autodenominada como “Izquierda Nacional” - tomando postura en el debate desatado en Buenos Aires, en torno al rol y el papel de la Iglesia Católica, publicó un trascendental artículo. En este artículo afirma Ramos, una visión novedosa para muchos:  “…los amargos y hasta soeces ataques a la Iglesia que suelen verse en las tapas de las revistas porno-progresistas de Buenos Aires, no suponen un diálogo herético con Dios o el soliloquio de un metafísico, sino la manifestación vulgar de una política extranjera contra la Nación. Esto debe explicarse en el sentido de que la fe católica es profesada por la mayoría de los argentinos y latinoamericanos y es, de algún modo, como la coránica en Medio Oriente, un peculiar escudo de nuestra nacionalidad ante aquellos que quieren dominarnos o dividirnos. En los pueblos marginados del ‘estilo de vida occidental’ y que como nosotros, padecen un ‘estilo de vida accidental’, la religión ejerce un doble papel: el teológico que le es propio y el de ideología nacional defensiva contra el dominador extranjero.” [1]

Cuando Abelardo Ramos realiza esa fervorosa defensa del rol de la Iglesia para la región y de la religión católica corrían - conviene recordarlo -  los tiempos del pontificado de Juan Pablo II.

Hoy,  esos soeces ataques - a los que hacía referencia Ramos -  se dirigen, principalmente, contra el Papa Francisco contra el cual ha descargado su artillería todo el progresismo intelectualoide porteño heredero de la tradición iluminista rivadaviana y sarmientina para el cual, la catolicidad profunda de las masas criollos indígenas de la América Latina constituyó  siempre la herencia maldita recibida de España. Herencia que debía ser erradicada de raíz de estas tierras australes.  

 

Desde distintos medios  se ha afirmado que el Cardenal Bergoglio ha sido elegido Papa para obstaculizar el actual proceso de integración política suramericano y para destruir el proyecto de construir la Gran Patria Grande con que soñaron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín.

Periodistas y ensayistas progresistas - y, por qué no, algún que otro escritor “nacionalconfuso”- presentan al Cardenal Bergoglio - hoy Papa Francisco - como un hombre opuesto al ideario de la Patria Grande. Si tal el origen, si tal el trasfondo y tales los escritores de tales críticas, ¿tiene, en el pensamiento explicitado a lo largo de tantos años por el Cardenal Bergoglio, esta acusación algún fundamento?

Esas acusaciones  ponen, a todo hombre de buena voluntad, pero,  sobre todo a la dirigencia política - y también a todos analistas de la política internacional - en la necesidad imperiosa de preguntarse acerca el pensamiento geopolítico “profundo” del hombre que conducirá los destinos de uno de los más importantes actores del  gran tablero de la geopolítica mundial.

 

La única verdad es la realidad

 

Para clarificar el debate suscitado, es preciso aclarar, antes que nada, la gran novedad histórica de que, el pensamiento geopolítico del nuevo Gran Timonel de la Barca de San Pedro, encuentra sus raíces más profundas,  en el nacionalismo popular latinoamericano de Manuel Ugarte[2], José Vasconcelos[3], Juan Domingo Perón y Alberto Methol Ferré.

El pensamiento político de Jorge Bergoglio se formó, desde su juventud, en la doctrina  peronista y, en la frecuente lectura de los artículos y  libros -como el mismo lo manifestara públicamente en reiteradas ocasiones- del ensayista montevideano Alberto Methol Ferré quien, durante toda su vida no dejó de predicar la necesidad imperiosa de alcanzar la unidad de la América Latina. Conformado de esa manera,  el pensamiento geopolítico del Papa Francisco  - tal como él lo expresara, una y otra vez, como Obispo de Buenos Aires- gira en torno a la idea fuerza de la construcción de la unidad de la América del Sur en el marco de un mundo multipolar que logre frenar la “concepción imperial de la globalización”[4] , la sostenida por el mundo anglosajón.

El Papa Francisco es perfectamente consciente de que, en el viejo continente, hace tiempo que Dios ha muerto, que  los templos dejaron de ser los lugares de Fe  -para convertirse en sitios de paso turístico o simples museos-  que  las únicas catedrales son los bancos y que, los únicos valores que cuentan son los que se cotizan en la bolsa de Londres o Frankfurt y de que la única búsqueda de hombres y mujeres “posmodernos”, es la de un decadente hedonismo, vendido procazmente como fruto de la “evolución de los tiempos” cuando, en realidad, se trata de una mera forma de expresión de la ausencia de valores reales y es fruto de la acción de oscuros poderes a los que cada vez les cuesta menos dominar a los hombres “distraídos” de lo esencial y, consecuentemente, cada vez “más manipulables y carentes de libertad”.

De esa apreciación de la realidad, el Papa Francisco extrae una premisa fundamental que constituye la piedra angular de  todo su pensamiento religioso y geopolítico: - en el siglo XXI “…el destino de los pueblos latinoamericanos y el destino de la catolicidad están íntimamente vinculados”[5]

 

“Solos no iremos a ninguna parte”

 

De los numerosos escritos del Cardenal Jorge Luis Bergoglio el más importante, desde el punto de vista geopolítico es, sin lugar a dudas, el  prólogo que, en abril del año 2005,  escribiera para el libro del ensayista uruguayo Guzmán Carriquiry titulado:  “Una apuesta por América Latina”.

Resulta pues, en consecuencia, imprescindible  analizar y transcribir las partes más sustanciales de dicho escrito para poder avizorar los tiempos geopolíticos “por venir”. Es en dicho prólogo que, el Cardenal Bergoglio desarrolla explícitamente la idea ugartiana de la Patria Grande  e,  implícitamente,  la idea peronista de la necesidad de una tercera posición entre el comunismo totalitario y el capitalismo salvaje. Al respecto afirma el Cardenal Bergoglio: “Poco tiempo después del derrumbe del imperio totalitario del ‘socialismo real’…el resurgido recetario neoliberal del capitalismo vencedor, alimentado por la utopía del mercado autorregulado, demostraba también todas sus contradicciones.”[6]

Si es esa, la circunstancia ideológica en que se desenvuelve la vida de las naciones, importa resaltar,  según el Cardenal Bergoglio,  también que:

“En las próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes.”[7]

 

En ese nuevo orden en ciernes -destaca el Cardenal Bergoglio- la única posibilidad que tienen los países latinoamericanos de alcanzar el desarrollo económico y la autonomía política pasa, inevitablemente, por la construcción de una Patria Grande Latinoamericana. Es por eso que afirma: “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos muy poco y no iremos a ninguna parte. Sería callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos y dependientes de los grandes poderes mundiales.” [8]

 

Un nuevo paradigma de desarrollo económico

El Cardenal Bergoglio continúa su análisis afirmando que, ante un escenario internacional que se presenta como dramático, América Latina debe, desde un realismo pragmático - aunque, sin olvidar o traicionar sus ideales y raíces culturales - elaborar un “nuevo paradigma de desarrollo autosostenido”.

El pensamiento del Cardenal Bergoglio es un pensamiento basado en el realismo político y, es por ello, importa resaltar que, el Cardenal Bergoglio es perfectamente consciente del escaso margen de maniobra que, en el actual escenario internacional, tiene América Latina para llevar adelante una política tendiente a lograr la  justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Al respecto, abunda Bergoglio: “América Latina puede y tiene que confrontarse, desde sus propios intereses e ideales, con las exigencias y retos de la globalización y los nuevos escenarios de la dramática convivencia mundial. A la vez, América Latina necesita explorar, con buena dosis de realismo pragmático - impuesto también por su propia vulnerabilidad y escasos márgenes de maniobra - nuevos paradigmas de desarrollo que sean capaces de suscitar una gama programática de acciones, un crecimiento económico autosostenido, significativo y persistente; un combate contra la pobreza y por mayor equidad en una región que cuenta con el lamentable primado de las mayores desigualdades sociales en todo el planeta.”[9] Pero, sagazmente, advierte a continuación que: “Nada de sólido y duradero podrá obtenerse si no viene forjado a través de una vasta tarea de educación, movilización y participación  constructiva de los pueblos.” [10]

 

Ni socialismo totalitario ni ultraliberalismo individualista

 

El Cardenal Bergoglio avanza, en su largo razonamiento geopolítico reafirmando que, el desafío de lograr la Unidad Política de la Patria Grande y la Justicia Social para sus pueblos no podrá, jamás lograrse, ni resucitando anacrónicamente al socialismo totalitario, ni aceptando la propuesta imperial del ultraliberalismo individualista: “Los ingentes problemas y desafíos de la realidad latinoamericana no se pueden afrontar ni resolver reproponiendo viejas actitudes ideológicas tan anacrónicas como dañinas o propagando decadentes subproductos culturales del ultraliberalismo individualista y del hedonismo consumista de la sociedad del espectáculo.” [11]

 

Las dos caras del colonialismo cultural

 

Por último el Cardenal Bergoglio termina esbozo geopolítico afirmando que, la solidez cultural de la América Latina - sin la cual no puede construirse ningún proyecto político realmente sólido y liberador de la dependencia- ,“…es un patrimonio sujeto a una fuerte agresión y erosión.”[12]

Para el Cardenal Bergoglio no cabe duda alguna que la cultura del gran “pueblo continente”[13] - que se extiende desde el Río Grande a la Tierra del Fuego - se encuentra asediada por dos corrientes del pensamiento débil que constituyen, en realidad - más allá de los disfraces y las máscaras - las dos caras de una misma moneda: “el colonialismo cultural de los imperios.”[14]

Es en ese sentido que Bergoglio afirma: “Llama la atención constatar cómo la solidez de la cultura de los pueblos americanos está amenazada y debilitada fundamentalmente por dos corrientes del pensamiento débil. Una que podríamos llamar la concepción imperial de la globalización (según la cual) todos los pueblos deberían fusionarse  en una uniformidad que anula la tensión entre las particularidades…Esta globalización - aclara - constituye el totalitarismo más peligroso de la posmodernidad…La otra corriente amenazante es la que, en jerga cotidiana, podríamos llamar el ‘progresismo adolescente’. Este ´progresismo adolescente`, configura el colonialismo cultural de los imperios y tiene relación con una concepción de la laicidad del Estado que más bien es laicismo militante. Estas dos posturascontinua afirmando el Cardenal Bergoglioconstituyen  insidias antipopulares, antinacionales, antilatinoamericanas, aunque se disfracen a veces con máscaras progresistas.” [15]

 

 

El apóstol de la unidad de la Patria Grande

 

La sola lectura del pensamiento del Cardenal Bergoglio demuestra que solamente desde el prejuicio, la ignorancia o la mala fe, puede afirmarse que el Cardenal Bergoglio ha sido elegido Papa para obstaculizar el actual proceso de integración política suramericano y para destruir el proyecto de construir la Gran Patria Grande con que soñaron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín. El ahora Papa Francisco será, muy por el contrario, el “apóstol de la unidad”, de la Patria Grande.

 

 

 

* Marcelo Gullo: Doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador, Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario, Graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid, Magister en Relaciones Internacionales, especialización en Historia y Política Internacional, por el Institut Universitaire de Hautes Etudes Internationales, de la Universidad de Ginebra. Discípulo del politólogo brasileño Helio Jaguaribe y del sociólogo y teólogo uruguayo Alberto Methol Ferré, ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Argentina Brasil: La gran oportunidad (prólogo de Helio Jaguaribe y epílogo de Alberto Methol Ferré). La Insubordinación Fundante: Breve historia de la construcción del poder de las naciones (prólogo de Helio Jaguaribe). Este libro fue traducido al italiano y publicado en el 2010, en Firenze por la editorial Vallecchi, con el título: “La costruzione del Potere”. En octubre del 2012 publicó su último libro titulado: “Insubordinación y Desarrollo: las claves del éxito y el fracaso de las naciones”. Asesor en materia de Relaciones Internacionales de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FLATEC). Profesor de  la Universidad Nacional de Lanús y Prosecretario del Instituto de Revisionismo Histórico Nacional e Iberoamericano Manuel Dorrego.

 

 

 



[1]. RAMOS, Jorge Abelardo, “La relación Iglesia- Estado”, Revista Politicón, Buenos Aires, agosto  de 1986.

[2] Manuel Ugarte afirma en su obra, “El porvenir de la  América Española”, los siguientes conceptos: “Contemplemos el mapa de la América Latina. Lo que primero resalta a los ojos es el contraste entre la unidad de los anglosajones, reunidos con toda la autonomía que implica un régimen eminentemente federal, bajo una sola bandera, en una nación única, y el desmigajamiento de los latinos, fraccionados en veinte naciones, unas veces indiferentes entre sí  y otras hostiles. Ante la tela pintada que representa el Nuevo Mundo es imposible evitar la comparación. Si la América del Norte, después del empuje de 1775, hubiera sancionado la dispersión de sus fragmentos para formar repúblicas independientes; si Georgia, Maryland, Rhode Island, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Nueva Hampshire, Maine, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Pennsilvania se hubieran erigido en naciones autónomas ¿comprobaríamos el progreso inverosímil que es la distintiva de los yanquis? Lo que lo ha facilitado es la unión de las trece jurisdicciones coloniales que se separaron de Inglaterra, jurisdicciones que estaban lejos de presentar la homogeneidad que advertimos entre las que se separaron de España.  Este, es el punto de arranque de la superioridad anglosajona, en el Nuevo Mundo. A pesar de la Guerra de Secesión el interés supremo se sobrepuso, en el Norte, a las conveniencias regionales y un pueblo entero se lanzó al asalto de las cimas, mientras en el Sur, subdividíamos el esfuerzo deslumbrados por apetitos y libertades teóricas que nos tenían que adormecer”. UGARTE, Manuel, El porvenir de la América Española, Valencia, Ed. F Sempere, 1911, p 110.

[3] Significativamente José Vasconcelos en 1923 en ocasión del  discurso que pronunció en la Facultad de Humanidades de Santiago de Chile, el día en que se le concedió el grado de profesor honorario,  sostuvo:Yo veo la bandera iberoamericana flotando una misma en el Brasil y en Méjico, en el Perú y la Argentina, en Chile y el Ecuador, y me siento en esta Universidad de Santiago, tan cargado de responsabilidades con el presente, como si aquí mismo hubiera pasado todos mis años.” Claridad, Lima, Año 1, n°. 1, mayo, 1923, p. 2.

 

 

[4]. BERGOGLIO, Jorge, prólogo del libro Una apuesta por América Latina de Guzmán Carriquiry, Bs. As, Ed. Sudamericana, 2005, p. 10.

[5]. Ibíd., p. 10.

[6]. Ibíd., p. 7.

[7]. Ibíd., p. 8.

[8]. Ibíd., p. 8.

[9]. Ibíd., págs., 8 y 9.

[10]. Ibíd., p. 9.

[11]. Ibíd., p. 10.

[12]. Ibíd., p. 10.

   [13]. El concepto de “pueblo continente” fue expresado, por primera vez, por el pensador peruano Antenor       Orrego - de enorme cercanía, política e intelectual con el gran líder político Víctor Raúl Haya de la Torre. “De París a Berlín o a Londres, -afirma Antenor Orrego-  hay más distancia sicológica que de México a Buenos Aires, y hay más extensión histórica, política y etnológica que, entre el Río Bravo y el Cabo de Hornos. Mientras en Europa, la frontera es , hasta cierto punto, natural, porque obedece a un determinado sistema orgánico y biológico, en América Latina es una simple convención jurídica, una mera delimitación caprichosa que no se ajusta ni a las conveniencias y necesidades políticas, ni a las realidades espirituales y económicas de los Estados. Mientras en Europa, con frecuencia, los pueblos originan y construyen los Estados, en América, el pueblo es una gran unidad y los Estados son meras circunscripciones artificiales. Mientras pueblo y Estado en Europa son casi sinónimos porque hacen referencia a las mismas realidades, porque éste es la traducción política y jurídica del estado económico, físico y anímico de aquel, en América latina pueblo y Estado tienen un sentido diferente y, a veces, hasta antagónico, porque Estado es una simple delimitación o convención que no designa una parcela substancial de la realidad...Las diferencias entre los pueblos de Indoamérica son tan mínimas y tenues que no logran nunca constituir individualidades separadas, como en el Viejo Mundo. De norte a sur, los hombres tienen el mismo pulso y la misma acentuación vitales. Constituyen en realidad, un solo pueblo unitario de carácter típico, específico, general y ecuménico… Somos, pues, los indoamericanos, el primer PUEBLO-CONTINENTE de la historia y nuestro patriotismo y nacionalismo tienen que ser un patriotismo y un nacionalismo continentales.” ORREGO, Antenor, Pueblo Continente. Ensayos para una interpretación de la América Latina, Buenos Aires, Ed. Continente, 1957, págs. 73 a 75

[14].  BERGOGLIO, Jorge, Op.Cit. p. 10.

[15]. Ibíd., p. 11.